Volvemos a The Walking Dead, y volvemos a ser testigo de vicios y aciertos que ya son habituales en la serie zombi, que estrenó anoche (Fox TV la emite en España de forma simultánea) la segunda parte de la séptima temporada. Os comentaba el sábado que, a estas alturas, los retos a los que se enfrenta la ficción son más creativos que argumentales; habiendo aceptado que es algo redundante en sus temas, lo que más nos saca de quicio son las trampas efectistas y de tono con las que nos han sorprendido más de una vez. La anterior parte de esta entrega fue una de las más criticadas de la serie, por la violencia con la que nos quisieron aterrorizar durante varios capítulos tras la llegada de Negan, un personaje de los cómics que solo dejó fuegos artificiales en el primer episodio, y de forma poco respetable. ¿Levantará la cabeza? Su regreso, al menos, promete conflictos diferentes y esperanzadores.
SPOILERS! Si no has visto este (poco memorable) regreso, no sigas leyendo.
Como imaginábamos a partir del final del último episodio, la gran inquietud de Rick Grimes y su grupo es sobreponerse al terror de la amenaza de Negan y buscar una coalición para luchar contra los Salvadores. La primera piedra en el camino (así se titula el episodio, Rock in the Road, escrito por Angela Kang y dirigido por Greg Nicotero) es su encuentro con Gregory, el cabecilla de Hilltop y alianza más factible; su reunión no sale según lo esperado, pero lo más probable es que este personaje acabe cediendo, voluntariamente o a la fuerza. No obstante, el apretón de manos (metafórico, que para algo es un Rey) más esperado era el de Rick y Ezequiel. Se ha producido, y aunque el líder no ha dado su brazo a torcer, su charla sí ha servido para sembrar la duda. ¿Morir como héroes o vivir arrodillados? ¿Alguien dijo Perdidos?
Este capítulo de The Walking Dead no pasará a la historia por ser el más original ni el más arriesgado de la ficción, pero sirve como bisagra de algunos conflictos emocionales. Lo más interesante es que por fin damos carpetazo al terrorismo de Negan y no tenemos que ver a los personajes sufriendo todo el rato; por fin se han levantado y pretenden luchar, algo que nos recuerda a la serie que hemos visto durante sus mejores temporadas. A los fans de Negan tal vez esto no les guste; volvemos a una The Walking Dead más apacible, menos efectista, pero también a temas que ya hemos visto muchas veces. Las situaciones y los diálogos ponen sobre la mesa cuestiones que ya han transitado (la supervivencia, el conflicto entre la Rebelión, aunque sea violenta, o una paz inmovilista), pero al menos hay acción en sus protagonistas.
El mejor momento del capítulo ha sido, precisamente, uno de acción. Se nota la mano en la dirección de Greg Nicotero, un hombre que domina al género y que sabe que los mejores debates se plantean en movimiento. Nos ha dejado, además, una de las escenas zombis más originales de la serie, esa en la que Michonne y Rick se montan en dos coches unidos por un cable y se cargan a todos los caminantes que se les ponen por delante. Ver a los supervivientes en un reto contra los muertos no solo nos devuelve a la ficción más dinámica, además logra que sus protagonistas se sientan útiles de nuevo, que sientan que pueden enfrentarse a cualquier enemigo, y esa inyección de confianza será importante en su lucha contra Negan. Este episodio ha sido un regreso a la The Walking Dead más clásica, pero también más segura y efectiva.
¿Qué os ha parecido a vosotros el regreso? ¿De los buenos o de los malos?
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Retornar a cuando la serie nos gustaba es un acierto pero ya la han cagado matando al chino que era un superviviente nato desde el episodio 2. ya no me interesa lo que se cuenta en esta serie: rivalidades entre bandas, un rey persa en el oeste americano protegido por gladiadores…PUF ¿que fuman los guionistas? solo me interesa la enfermedad zombi. he abandonado esta serie enloquecida y a la deriva. solo estoy dispuesto a volver a esta serie si los zombis pasan a un nuevo estado evolutivo donde adquieren conciencia, recuperan parte de la inteligencia y de la velocidad y planifican ataques contra los humanos. osea un golpe de efecto brutal. por ejemplo que un capítulo de la serie termine con un zombi esquivando un ataque de cuchillo a su cabeza y diciendo: «no estoy lo bastante muerto». TACHÁN! (fin del capítulo). que bueno seria esto oye. no es tan descabellado porque en la temporada 3 el gobernador tenia un científico al que ayudaba Andrea para estudiar la memoria de los zombis poniéndoles vinilos en un tocadiscos. la posibilidad de recuperarle conciencia a los caminantes estuvo alli por unos momentos.
13 febrero 2017 | 3:20 pm
@Sociólogo Astral Los guionistas se basan en los comics, de ahi vienen la gran mayoría de las tramas de la serie. En cuanto al meollo de la serie, el creador y coloborador en la serie Robert Kirkman ya ha dejado claro que nunca va a explicar el origen de la infeccion ni a ahondar más en el tema, si no que se va a centrar en la relación entre los personajes en ese mundo post-apocaliptico. Y para fumada guapa la idea que propones de que los zombies adquieran conciencia.
14 febrero 2017 | 2:34 am
Realmente la serie no es de zombies tal y como yo lo veo. El tema de fondo es cómo, incluso en un ambiente postapocalíptico, con un enemigo común (los caminantes) y donde no existe una ley que pueda castigarte, el hombre se vuelve contra el hombre. El famoso ‘el hombre es un lobo para el hombre’. De ahí, los dilemas morales que la serie plantea a lo largo de sus temporadas (el juicio con una pena de muerte a un tipo que no había hecho nada en la temporada 2, el asesinato de una niña sociópata como ‘prevención’, si hay que dejar vivo a un enemigo o no (la Terminal o el Gobernador) tras derrotarle, vivir de rodillas o morir matando (Negan)… Los zombies sirven de excusas para todo ello. Saludos.
14 febrero 2017 | 10:42 am
EXCELENTEEEEE ESTA TEMPORADA.
21 febrero 2017 | 4:52 am