Lo de que Westworld es la nueva Juego de Tronos surgió como una de esas comparaciones oportunas que utilizamos los espectadores para categorizar lo que vemos y los columnistas para ayudar a los lectores a saber a lo que se enfrentan. Lo nuevo de HBO tiene ciertos puntos en común con la veterana, pero no son precisamente creativos. Es cierto que comparten la apuesta por géneros antes denostados, la fantasía y la ciencia ficción, y sobre todo coinciden en el nivel de teorización al que están expuestas, pero es mucho más lo que aún las separa. Westworld, por lo pronto, tiene que descubrir cómo encajar sus piezas. La sensación general es que la ficción de Jonathan Nolan y Lisa Joy no levanta cabeza desde su estreno, que le falta motivación y que se pierde entre las tramas scifi y western, pero aún así merece nuestra paciencia.
Por el momento, Westworld está más sometida a las expectativas del marketing y de HBO que a sus propias virtudes, y las polémicas que se abordan en los medios se sostienen también en eso, ya incluso antes de su debut. La primera de ellas es el uso del sexo y la violencia, cuestión a la que se enfrentan tarde o temprano casi todas las series de la cadena. Westworld no es una ficción especialmente violenta (y menos si tenemos en cuenta que el baremo lo pone Juego de Tronos), pero sí establece un interesante juego de poder y dominación entre los humanos y los robots que habitan su mundo. Es llamativo sobre todo en el caso de las mujeres protagonistas, algo que encuentra conexión con la actualidad. Dolores (Evan Rachel Wood) y Maeve (Thandie Newton) son víctimas de la opresión que utilizarán la violencia para librarse de ella.
El último debate planteado en internet y redes sociales es el relativo a la orgía que aparece en el capítulo de la semana pasada. ¿Ha vuelto HBO a meter la pata a la hora de mostrar escenas sexuales innecesarias? A muchos espectadores y críticos les ha servido para hacer memoria de la orgía que apareció en la controvertida segunda temporada de True Detective, lo que añadió más leña al fuego por entonces. En el ejemplo de Westworld, hablamos de la secuencia de desnudos más sosa y desapasionada a la que podríamos enfrentarnos, y esto es probablemente deliberado. En el parque temático de la serie, donde los ricos acuden a saciar sus deseos más sádicos, el sexo y la violencia funcionan como una pantomima, como un espectáculo exagerado y manierista. Ese es justamente el sentido de la orgía de Westworld.
El principal contenido que podemos leer sobre Westworld procede, sin embargo, de más allá de los márgenes creativos de la propia serie. Me refiero a las teorías, algo de lo que ya hablé en artículos anteriores. Desde el primer capítulo, la apuesta de temporada de HBO ha dado pie a multitud de hipótesis y preguntas, un motor de incuestionable vida para la ficción después de su visionado, y una bonita manera que tienen los espectadores de hacer la serie suya. ¡Vaya Tele! publicó hace unos días una pieza en que se preguntaban si esta nueva manía de teorizar (que podemos encontrar en otros muchos títulos) nos impide disfrutar de la serie cuando esta no cumple nuestras retorcidas expectativas narrativas. La respuesta, como de casi todo, recae en los espectadores: las teorías son para fantasear y disfrutar, no para juzgar ni sentar cátedra.
Lo mismo podríamos decir al respecto de Westworld. Es imposible dejar de plantearnos cuál es el sentido de cada serie en el catálogo de cada cadena, sobre todo cuando hablamos del canal más aplaudido desde hace años, pero también es cierto que cada ficción necesita su tiempo para poner todas sus cartas sobre la mesa. El fichaje de Jonathan Nolan, colaborador de su hermano Christopher (Origen, Interstellar), es comprensible en una HBO que quiere violentar los límites de fórmulas ninguneadas y antes consideradas para frikis, y Westworld (así como el proyecto de adaptar La Fundación de Asimov, del que no hemos vuelto a saber) es su propuesta para hacer una ciencia ficción de postín. Esta especie de Parque Jurásico moderno y televisivo aún tiene que crecer, pero por ahora es una opción más que interesante.
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