Un blog acerca de todo lo que se sujeta sobre las columnas de un diario cualquiera. Por ejemplo, el nuestro

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Lo que esconde la prensa

Hubo tiempos, no muy lejanos, en que la gente solía leer periódicos impresos en papel. En aquellos tiempos los diarios, como las pantuflas de cuadros, el tabaco de pipa o las patatas a la importancia, formaban parte del paisaje y las rutinas domésticas de una buena parte de la población.

Si aquellos tiempos no hubieran pasado ya, este anuncio del diario deportivo L’Équipe, un histórico de la prensa gala, habría tenido su gracia; en los tiempos que corren hoy, sin embargo, cabe pensar que el ‘spot’ vaya a resultar incomprensible para una buena parte de la audiencia, aquella a la que le cuesta creer que se puede estar informado sin dar un solo golpe de ratón.

(Visto en el blog de Rodrigo Fino)

D. Velasco

Dicho a mano*

Once de la noche, hora del cierre, en la redacción de The Courier-Journal, un diario de Louisville (Kentucky, EE UU). La edición del día siguiente, ya revisada y corregida, está lista para ser enviada a la rotativa, portada incluida. Pero ésta, la primera página, se retira del envío y se reserva durante sesenta minutos, el tiempo que se le da a Serkan Özkaya, un artista conceptual turco, para que, con ayuda de cinco estudiantes de Bellas Artes, una mesa de luz y papel cebolla, rotule manualmente cada elemento de la página, de la cabecera a la última coma, hasta tener una réplica manual, casi idéntica en apariencia, a la portada original.

Una vez completada, esta portada hecha a mano se digitaliza e inserta en el lugar de la que sirvió de modelo, que se desplaza hasta la página tres de esa misma edición. El resultado, la portada que se encontraron los lectores el día siguiente, el pasado 10 de abril, es ésta de aquí arriba (ampliable, con un clic): los textos más pequeños son suficientemente legibles, en los mayores se reconoce el dibujo de la tipografía original, y en las ilustraciones no se echan en falta detalles importantes de las fotografías a las que sustituyen. Pero, pese a lo esforzado del trabajo, ¿puede considerarse esta réplica manuscrita una obra de arte? ¿Qué tiene esta copia, que formalmente no pasa de ser un esmerado trabajo de manualidades, para que The Courier-Journal le ceda íntegramente su primera plana, el sancta sanctorum de cualquier diario?

Según su director, Arnold Garson, la iniciativa pretende sorprender a sus lectores y mover a la reflexión sobre cómo se relacionan el arte y el universo material de la vida cotidiana. Özkaya, el autor que firma la obra, enlaza con esta misma idea, aunque se detiene en el juego de opuestos entre original y copia, entre la obra única y los objetos que, como un periódico, son replicados de forma masiva mediante procedimientos industriales. «Es una especie de divertimento pensar que una página impresa sirve de modelo para una copia manual que, a su vez, termina siendo impresa», asegura el dibujante turco, que ya había ensayado proyectos similares anteriormente para otras cabeceras.

Uno particularmente elaborado, con el que abundaba en este mismo retruécano visual, es el que hizo a finales de 2006 para The New York Times. En esa ocasion, Özkaya ilustró un reportaje sobre su propia trayectoria con una reproducción, dibujada también manualmente, de la misma página en que se publicaba el reportaje. El conjunto, una ilusión a medio camino del juego de espejos y las matriuskas rusas, produce un efecto bucle desconcertante, además de ganas de coger la lupa. Como le dice al lector el redactor que firma el texto, «esta página que estás leyendo reproduce la versión que hace Özkaya de esta página que estás leyendo, que reproduce esta página que estás leyendo, que reproduce…».

La Vieja Dama Gris, por suerte, se suelta a veces la melena. ¿Creéis que algún día veremos algo así en un periódico español?

* Hablando de copias: lo mejor de este post, el título, está tomado en usufructo. Gracias, Eneko.

D. Velasco

Cambio radical

La fotografía de un envejecido Brad Pitt que publicamos en portada este último viernes, me ha recordado algunos vídeos sobre Extreme Makeover (cambio radical), realizados con el conocido programa de edición fotográfica Photoshop, que he visto recientemente en la conocida web de fotografía Xakatafoto.

Diseñadores gráficos como Jesús León (más conocido en la blogosfera como Dr. Strangelove), o Paulo Arrivabene, nos enseñan en estos vídeos como realizan estos cambios espectaculares.

Disfrútalos.

¿Cuál es tu preferido?

F. Perea






El papel del optimismo

¿Sabe alguien cómo serán los periódicos (de papel) del siglo XXI? Hasta donde yo sé, nadie sabe. Pese a que hay abundante literatura disponible sobre el tema, los que trabajamos en los diarios seguimos ahogados en un mar de dudas. Entre ellas, una muy cruda: ¿Seguirán existiendo los diarios de papel en un futuro más o menos próximo? ¿Sobrevivirán al trasvase de sus lectores –y con ellos, también de su capacidad de influencia y de sus anunciantes– a la prensa digital, y a una crisis económica a la que parecen estar particularmente expuestos?

Y, si sobreviven al fin, ¿qué aspecto tendrán? ¿Serán grandes o pequeños? ¿Gratuitos o de pago? ¿Dejarán, quizá, de imprimirse sobre pasta de celulosa para leerse en la pantalla de algún ‘gadget’ actualizable, más interactivo y abierto a canales (audio, vídeo…) exclusivos hasta ahora de la prensa ‘on-line’?

Y, aparte de cuestiones industriales o de forma, ¿qué es lo que van a traer impreso en su viejo papel esos viejos periódicos del futuro? ¿De verdad renunciarán a contar las noticias de ayer, difundidas ya por los medios de mayor inmediatez, para centrarse en el análisis, interpretación y prospección de la realidad? ¿Seguirán reforzando aún más las áreas de participación y servicios para ocupar otros campos de interés de sus lectores y ganarse su complicidad?

Las respuestas a éstas y otras preguntas, que tanto tiempo llevan resonando en redacciones de medio mundo, escasean. No las hay, desde luego, en este modestísimo blog, donde nos conformamos con algunas intuiciones sobre cómo será y –sobre todo– cómo nos gustaría que fuera ese diario del futuro. Y, puestos a soñar, nos lo imaginamos cocinado con grandes cantidades de un ingrediente muy escaso en la prensa de estos tiempos de crisis: el optimismo. Ese periódico por venir, creemos, dará muchas más noticias del lado amable de la vida, aunque para hacerlo tenga que orillar los sucesos, rifirrafes políticos y otras desgracias que tendrá como inevitables vecinos de página; y deberá hacerlo, claro está, sin edulcorar la realidad ni faltar a los mandatos obligados del relato periodístico.

Parece difícil, pero se puede intentar, y conseguir algo gráficamente muy actractivo en el intento, además. Nos quedamos con este ejemplo, tomado de un especial publicado por Diario de Burgos este pasado fin de año en el que 18 ciudadanos anónimos de ocupaciones variopintas (desde un empresario hostelero –en la imagen de arriba– hasta un agricultor, pasando por una enfermera, el presidente de una asociación de amigos del ferrocarril…) cuentan, con su puño y letra, sus respectivos buenos deseos para el nuevo año.

Con la idea ya en la mano, el resto es coser y cantar: una galería de retratos espontáneos; una tipografía limpia y bien medida, una puesta en página generosa en blancos y… ¡voilá!: el viejo papel nos regala una dosis de optimismo con la que digerir la amarga ración de actualidad que el teletipo nos sirve cada día.

El suplemento completo, más otras cosas igualmente interesantes, en el blog La Buena Prensa.

D. Velasco

De crecer y decrecer

No se ven publicidades, sumarios o fotografías; no parece traer clasificaciones deportivas, índices bursátiles ni la previsión del tiempo; al ojo de un lector de hoy día le costaría identificar algo parecido a una noticia. Y, sin embargo, esta página de la derecha no es otra cosa que la portada de un periódico, el más antiguo de cuantos se editan aún hoy en todo el mundo. El Post och Inrikes Tidningar, que es como se llama esta vetusta cabecera, lleva 363 años dando avisos de embargos, quiebras y otros asuntos societarios, aunque no siempre lo ha hecho con esta pinta. Desde que salió a la calle, en la Suecia de 1645, hasta hoy, ha ido cambiado de traje y de tamaño al paso de los cambios tecnológicos que se han sucedido en la composición e impresión de la prensa escrita.

Su primer número (imagen de arriba) no medía mucho más que una cuartilla de escritorio. Ya era sensiblemente mayor en 1786 (fotografía central), y continuó ganando centímetros hasta acercarse en el siglo XIX al tamaño de un tabloide (el tomo encuadernado de la foto inferior), para perderlos de nuevo en su última época (superpuesto al tomo, en la misma fotografía), justo antes de que dejara de publicarse en papel –aún se sigue editando en web– hace algo menos de tres años.

¿Qué tiene de particular todo este baile de tamaños? Nada, la verdad. O, al menos, nada que no le haya ocurrido también a centenares de periódicos en todo el mundo, algunos sin la solera de este tricentenario diario sueco. Es el caso del nuestro, sin ir más lejos: desde este pasado lunes, las páginas de la edición en papel de 20 minutos han salido a la calle con algunos cambios que seguramente habrán pasado inadvertidos a la mayor parte de los lectores. Son cambios bastante leves, ligeras modificaciones hechas en el folio (la línea horizontal que recorre la parte superior de la página sobre la que se apoyan el número de página, la fecha y el nombre de las secciones) y sus piezas contiguas, con las que hemos ajustado la maqueta a un nuevo tamaño de papel, algo más chato que el actual, que iremos implantando próximamente en nuestras distintas ediciones. Esos cambios no tienen nada de espectacular, pero sí tienen su importancia: nos permiten reducir la altura de la página de 39 a 37 centímetros, con el consiguiente ahorro de papel, sin perder una sola línea de texto ni menguar la mancha publicitaria… No es poca cosa en estos tiempos de crisis.

Foto central de Sven Nackstrand (AFP Photo)

D. Velasco

Mac versus Windows ¿versus Linux?

En Multiprensa y Más, empresa editora del periódico 20minutos, 20minutos.es y la revista Calle 20 trabajamos con plataforma PC. De los 400 ordenadores con los que trabajamos solamente dos con la manzanita de Apple nos dan servicio actualmente.

Con la instalación de un nuevo software en PC, uno de nuestros dos Mac quedará solamente de backup del otro. Todo el software gráfico, desde el sistema editorial Milenium, pasando por la suite de Adobe CS3, QuarkXpress, Acrobat, etcétera, trabajan en plataforma PC bajo el sistema del señor Gates.

Hace catorce años no existía ninguna duda sobre la gran diferencia que existía entre el entorno Mac y Windows, a la hora de trabajar en el mundo gráfico. Maquetación, fotografía e infografia eran disciplinas casi exclusivas del entorno Mac. Las primeras versiones de Pagemaker, QuarkXpress, Photoshop, Freehand o CorelDraw para Windows, apenas podían competir con sus homólogos de la manzana.

Aunque Mac continúa siendo la opción preferida para la mayoría de profesionales de este ramo, el escenario ha cambiado y actualmente hay pocas razones objetivas para inclinar la balanza a uno u otro lado.

Si hablamos de las tendencias generales, éstas parecen ir en contra del sistema de Steve Jobs. La consultora IDC estima que el porcentaje de mercado de Apple apenas alcanza el 5% en Estados Unidos. Por otra parte, aparece Linux con una tendencia al alza y el 1% de usuarios.

A pesar de todo, Apple es la empresa más admirada por los hombres de negocios en EE UU según la revista Fortune.

Hace unos años un diseñador gráfico no tenía muchas opciones si quería trabajar en el entorno Linux, pero poco a poco están apareciendo herramientas de código abierto, como el editor de gráficos vectoriales Inkscape, una evolución del proyecto Sodipodi. Alternativas a Photoshop como Krita o el más conocido GIMP. También Indesing y Quark tienen su equivalente en el sistema de software libre, el programa de autoedición Scribus. La modelación y creación de gráficos tridimensionales están representados por Wings 3D y Blender. Si lo que necesitas es crear dibujos animados en 2D, Ktoon puede ser tú alternativa.

¿Será Linux capaz de hacer sombra a Mac y Windows en el sector gráfico?

F. Perea

Impresion…ante

No respirarás ni papel ni tinta, ni necesitarás protecciones auditivas, pero si quieres saber como se produce Calle 20, aquí tenéis un breve vídeo sobre el proceso de fabricación de nuestra revista.

Para los que no la conozcáis, Calle 20 es una revista de cultura, moda, tendencias y ocio de periodicidad mensual y distribución gratuita en establecimientos públicos de Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia.

Con un diseño actual, una cuidada edición y un papel de calidad, aborda los contenidos relacionados con las últimas corrientes culturales en el ámbito nacional e internacional.

Este vídeo ha sido grabado en las instalaciones de Printer, centro de impresión donde cada mes se imprime y encuaderna Calle 20.

¿Te lo imaginabas así?

F. Perea



Tesis doctoral sobre 20 minutos

Cuántas veces hemos quedado decepcionados por resultado final de un trabajo, por culpa de la impresión. En 20 minutos trabajamos para evitar este tipo de sorpresas.

Si estáis interesados en este tema, en la web del departamento de Artes Gráficas de Salesianos Atocha, os podéis descargar, la tesis doctoral “Gestión de calidad en la producción de prensa diaria. Caso aplicado 20 minutos” que Jesús García Jiménez profesor de Salesianos Atocha, realizó para su doctorado en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid.

F. Perea