Un blog acerca de todo lo que se sujeta sobre las columnas de un diario cualquiera. Por ejemplo, el nuestro

Archivo de julio, 2009

Una edición lamentablemente extraordinaria

No es la primera vez que hablamos de Diario de Burgos en este blog, pero sí la primera que lo hacemos por razones ajenas al diseño periodístico. Si en las dos ocasiones anteriores repescábamos dos extensas series de páginas planificadas y elaboradas con antelación, en esta tercera nos quedamos con una página compuesta de urgencia. Se trata de esta portada, la de una edición extraordinaria que el ‘DB’ ha puesto esta mañana en los quioscos a las pocas horas del atentado brutal, pero por suerte fallido, que ETA ha perpetrado en la capital burgalesa.

Esas dos primeras muestras del Diario de Burgos —dos reportajes dedicados a una exposición sobre Andy Warhol y la entrada del año 2009, respectivamente— eran dos perfectos ejemplos de cómo el buen diseño puede ayudar a explicar la información; la fotografía de la fachada destrozada de la mastodóntica casa cuartel no requiere explicación alguna. No la tiene.

D. Velasco

Del 69 al 96: la llegada a la Luna en ‘The New York Times’

El próximo lunes hará 40 años que el ser humano pisó la Luna por primera vez. Y los periódicos, como solemos hacer con toda efeméride que se nos pone por delante, aprovecharemos la ocasión para repasar las claves del acontecimiento. En este caso, por qué fuimos, qué fue de Aldrin, Armstrong y Collins, o si volveremos –y, en ese caso, quiénes, cuándo y cómo– a hollar el polvoriento suelo lunar.

Grandes cuestiones sobre un asunto que, pese a parecer anecdótico –excepto a una parte del colectivo científico, a nadie le ha cambiado la vida sustancialmente que el hombre haya estado o no en la Luna– tuvo en su momento una trascendencia y simbolismo enormes. No lo digo porque yo lo viera con mis propios ojos (me faltaban aún unos años para poder asistir personalmente al acontecimiento), sino a propósito de la portada de aquí debajo, la que publicó el diario The New York Times el 21 de julio de 1969, el día siguiente del alunizaje, y más concretamente de su titular principal, ese ‘Men walk on Moon’ compuesto en versales del cuerpo 96.

¿Tan descomunal es un cuerpo de 96 puntos para deducir, sólo por su tamaño, que ha de estar titulando un hecho de alcance histórico? Depende. El Marca puede doblar esa cifra tres veces cada semana con Kaká, pero The New York Times no se caracteriza por darse tantas alegrías tipográficas. La de arriba es su primera portada compuesta con un titular de ese tamaño, y desde entonces sólo ha habido cuatro más: las dedicadas a la dimisión de Nixon, al ataque terrorista a las Torres Gemelas del 11-S, al cambio de milenio y, por último, a la victoria electoral del actual presidente de EE UU, Barack Obama.

¿Se atreve alguien a predecir qué irá en portada de The New York Times la próxima vez que utilicen un cuerpo 96 en el titular de apertura?

D. Velasco

Una página guapa, guapa…

¿Qué es lo que distingue a un rostro hermoso de uno poco agraciado? ¿Por qué encontramos atractivas unas caras y no otras? ¿Existen atributos que podamos asociar inequívocamente a un rostro desagradable? ¿Se parecen todos los feos entre sí? ¿Y los guapos?… Preguntas como éstas y otras similares se hacía el cómico británico John Cleese en un documental de la BBC, emitido en 2001, en el que el ex Monty Python sometía a todo tipo de divertidos experimentos a las facciones de la actriz y modelo Liz Hurley. Tras varias pruebas y encuestas, Cleese concluía que el secreto de un rostro hermoso era la simetría: cuanto más se parecieran entre sí las dos mitades resultantes de dividir la cara por un eje imaginario, trazado verticalmente a la altura de la nariz, más bella nos parecería esa cara.

La de la Hurley, efectivamente, aguanta la prueba: la segunda imagen, la de abajo, está hecha replicando la parte izquierda de la imagen original, arriba, sobre el lado derecho. Y, pese a que está compuesto haciendo un uso bastante tosco del Photoshop, el montaje resulta natural, además de guardar un notable parecido con la imagen original.

Pero, ¿qué ocurre si cambiamos la cara de la ex de Hugh Grant por una página de periódico? Veámoslo con una doble publicada el pasado miércoles por El País, en su sección de internacional.

Idénticos titulares y formatos publicitarios, mismo número y tipo de fotografías… Excepto por un sumario y un pie de foto, la página impar, la de la derecha, es casi una imagen especular de la página de la izquierda. Sometámosla a la misma prueba que a la cara de la actriz:

Si John Cleese tiene razón acerca de la simetría, ésta es la doble página más hermosa que han visto los tiempos. Juzgue cada uno.

D. Velasco