Un blog acerca de todo lo que se sujeta sobre las columnas de un diario cualquiera. Por ejemplo, el nuestro

Archivo de abril, 2009

Pulitzer 2009

El fotógrafo Patrick Farrel ha ganado el premio Pulitzer 2009, en la categoría de fotografía de noticias. El reportero del Miami Herald, también fue parte del personal que ganó el Pulitzer en 1993 de la Administración Pública, por la cobertura de la devastación del huracán Andrew, en el sur de California. Farrel ha cubierto noticias en países como Turquía, Haití, Cuba y en toda América Central y del Sur, así como el Caribe.

En 2008, el Miami Herald envió a Farrell a Haití, a cubrir la temporada de huracanes del Atlántico. Él estaba allí la noche que el huracán Ike alcanzó el país. En total, más de 800 haitianos murieron, y más de un millón quedaron sin hogar por la incesante serie de tormentas.

El premio se le ha concedido por sus imágenes sobre las consecuencias del huracán Ike (aquí puedes ver toda la serie) a su paso por Haití.

Fotografías que consiguen describir la desesperación de los afectados por esta catástrofe humanitaria.

Patrick Farrel/EFE

El otro ganador del Pulitzer, en la categoría de reportaje, es el fotógrafo neoyorkino Damon Winter.

Winter ya fue finalista en los premios Pulitzer del 2005, por un fotoreportaje sobre las víctimas sexuales en el oeste de Alaska. Ese mismo año, ganó el Premio Nacional de fotoperiodismo de EE UU.

En 2007 ganó en la categoría de retrato el World Press Photo, por un retrato del actor y director cinematográfico, Clint Eastwood.

Desde 2007, este fotógrafo a cubierto noticias para el The New York Times en los conflictos en Israel y Afganistán, el 11 de septiembre en Nueva York, además de los Juegos Olímpicos y reportajes en países como Vietnam, Cuba, Rusia y la India.

Patrick Farrel/EFE

Esta vez Damon ha conseguido el premio, gracias a su “memorable” serie de imágenes (aquí puedes ver toda la serie) sobre las múltiples facetas de Barack Obama, en la pasada campaña presidencial.

¿Qué te gustaría preguntar a Patrick Farrel y a Damon Winter?

F.Perea




Dicho a mano*

Once de la noche, hora del cierre, en la redacción de The Courier-Journal, un diario de Louisville (Kentucky, EE UU). La edición del día siguiente, ya revisada y corregida, está lista para ser enviada a la rotativa, portada incluida. Pero ésta, la primera página, se retira del envío y se reserva durante sesenta minutos, el tiempo que se le da a Serkan Özkaya, un artista conceptual turco, para que, con ayuda de cinco estudiantes de Bellas Artes, una mesa de luz y papel cebolla, rotule manualmente cada elemento de la página, de la cabecera a la última coma, hasta tener una réplica manual, casi idéntica en apariencia, a la portada original.

Una vez completada, esta portada hecha a mano se digitaliza e inserta en el lugar de la que sirvió de modelo, que se desplaza hasta la página tres de esa misma edición. El resultado, la portada que se encontraron los lectores el día siguiente, el pasado 10 de abril, es ésta de aquí arriba (ampliable, con un clic): los textos más pequeños son suficientemente legibles, en los mayores se reconoce el dibujo de la tipografía original, y en las ilustraciones no se echan en falta detalles importantes de las fotografías a las que sustituyen. Pero, pese a lo esforzado del trabajo, ¿puede considerarse esta réplica manuscrita una obra de arte? ¿Qué tiene esta copia, que formalmente no pasa de ser un esmerado trabajo de manualidades, para que The Courier-Journal le ceda íntegramente su primera plana, el sancta sanctorum de cualquier diario?

Según su director, Arnold Garson, la iniciativa pretende sorprender a sus lectores y mover a la reflexión sobre cómo se relacionan el arte y el universo material de la vida cotidiana. Özkaya, el autor que firma la obra, enlaza con esta misma idea, aunque se detiene en el juego de opuestos entre original y copia, entre la obra única y los objetos que, como un periódico, son replicados de forma masiva mediante procedimientos industriales. «Es una especie de divertimento pensar que una página impresa sirve de modelo para una copia manual que, a su vez, termina siendo impresa», asegura el dibujante turco, que ya había ensayado proyectos similares anteriormente para otras cabeceras.

Uno particularmente elaborado, con el que abundaba en este mismo retruécano visual, es el que hizo a finales de 2006 para The New York Times. En esa ocasion, Özkaya ilustró un reportaje sobre su propia trayectoria con una reproducción, dibujada también manualmente, de la misma página en que se publicaba el reportaje. El conjunto, una ilusión a medio camino del juego de espejos y las matriuskas rusas, produce un efecto bucle desconcertante, además de ganas de coger la lupa. Como le dice al lector el redactor que firma el texto, «esta página que estás leyendo reproduce la versión que hace Özkaya de esta página que estás leyendo, que reproduce esta página que estás leyendo, que reproduce…».

La Vieja Dama Gris, por suerte, se suelta a veces la melena. ¿Creéis que algún día veremos algo así en un periódico español?

* Hablando de copias: lo mejor de este post, el título, está tomado en usufructo. Gracias, Eneko.

D. Velasco

Geo(tipo)grafía

Hace un par de días, cuando lo publicamos en 20 minutos, este gráfico localizaba los países que, por la laxitud y opacidad de sus haciendas, integraban la lista negra de la OCDE de paraísos fiscales. Hoy, después de que esa misma institución les haya retirado tan deshonroso título, el mismo mapa ha quedado reducido a una simple carta geográfica salpicada de diminutas naciones, con nombres tan exóticos como Niue, Anguila, Vanuatu, Aruba, Nauru o Saint Kitts y Nevis.

Honestamente, jamás había oído hablar de ninguno de estos países hasta que leí sus nombres, este mismo lunes, en una información sobre los acuerdos surgidos en la cumbre del G-20. Y, aunque hace ya tiempo que conozco la enorme profundidad de las lagunas de mi cultura geográfica, me sorprendió que todavía quedasen países sobre la faz de la Tierra de cuya existencia no hubiera oído hablar hasta ahora. Algo parecido, supongo, debieron de sentir los lectores de The Guardian hace ya más de treinta años, cuando leyeron en el entonces ‘sábana’ un suplemento especial sobre el décimo aniversario de la independencia de una pequeña ex colonia británica. El país en cuestión, ubicado en el oceáno Índico, junto a a las Seychelles, aparecía en el mapa con el raro nombre de Sans Serriffe. Sus fronteras coincidían con las de un archipiélago formado por dos islas (Upper y Lower Caisse), y tenía su capital en la ciudad de Bodoni, la única del interior de la mayor de las dos islas. Otras ciudades, más próximas a la costa, habían sido bautizadas con los nombres de Port Clarendon, Gillcameo o Garamondo.

¿Os suena algo de todo esto? ¿Nada? Probemos entonces a cambiar, que no traducir, algunos de esos nombres. Digamos que, en lugar de Sans Serriffe, el nombre de este país es Cursiva; que sus dos islas se llaman Interlínea y Párrafo, y que sus ciudades son Cómic Sans (la capital), Arial, Helvética y Times New Roman… ¿A que ahora os suena más?

El país, desde luego, no existe, y esa información que daba The Guardian era sólo una de las bromas que los diarios británicos gastan a sus lectores cada primero de abril, que es el día en que celebran su particular día de los inocentes, conocido allí como Fool’s Day. Esta misma broma, si la hubieran querido gastar hoy, cuando casi todos componemos textos en nuestro PC, difícilmente habría pasado por una noticia verosímil. Pero en el momento de su publicación, en 1977, cuando la composición de textos con las tipografías antes conocidas como ‘de imprenta’ estaba restringida a los ámbitos estrictamente profesionales de los centros editoriales, media Inglaterra debió de desayunarse convencida de haber encontrado un nuevo país entre los muchos que entonces integraban la Commonwealth

Aquí tenéis a Sans Serriffe o –mejor dicho– su representación cartográfica. Un mapa de la isla del tesoro (tipográficamente hablando) descubierto en Quinta Tinta, el blog del jefe de diseño del diario Público.

D. Velasco