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Adicciones digitales II: El Diógenes digital

El pasado jueves se celebró la onomástica de todos los que se llaman Diógenes. Aunque no conozco personalmente a nadie que se llame así, ese día decidí felicitar a diestro y siniestro al personal que me rodea. Y es que buena parte de mis amigos sufren el síndrome de Diógenes en formato digital, una enfermedad que supone la crisis ante el almacenamiento masivo de archivos multimedia.

Se trata de un defecto psicológico que afecta a la voluntad de las personas, obligándoles a guardar cualquier contenido de música o vídeo que encuentran en Internet, sin ningún criterio y sólo por el placer de archivar, almacenar, guardar, conservar… Los individuos que sufren esta patología ni tan siquiera disfrutan con el hecho de escuchar las canciones o las películas que se descargan.

Partamos de la base. En principio, un disco duro interno de 200 GB es más que suficiente para almacenar todos los archivos necesarios. Pero desde hace ya algún tiempo 200 GB no son nada. En el momento en el que se entra en contacto con el mundo del intercambio de archivos P2P, 200 GB se convierten en una capacidad de almacenamiento mínima, casi ridícula. Esto lo he observado en la mayoría de de mis amigos, que están afectados por este extraño síndrome.

Y es que, después de una etapa de descarga de varios años, ya se han hecho con todos los discos y películas que querían y ahora se encuentran en una fase de frustración. Buena parte de ellos ya no tienen demasiadas cosas que les interese descargar. Se sientan frente a su buscador con la mente en blanco, sin saber muy bien qué hacer. Algunos han comenzado a descargar por descargar, de forma consciente ponen archivos que no les interesan. Acumulan y acumulan contenidos para luego no hacer nada con ellos. Sus discos duros están saturados, a reventar. Y digo «sus discos» porque tienen ya varias unidades de almacenaje adicional.

Uno de los felicitados me comentó que podría prescindir de su ADSL, no abrir más eMule, ver una película cada día y aún así tardaría seis meses en quedarse sin material. Teniendo en cuenta las noticias de los últimos días, es posible que mi felicitado tenga que empezar a tirar de esos archivos, aunque lo dudo. Tal vez lo más sencillo fuese que presionase de vez en cuando el socorrido Mayús + Supr.

5 comentarios

  1. Dice ser falvarez

    Yo ya sufrí mi «síndrome Princo» en la época de la Playstation. Alquilaba juegos casi compulsivamente y me los grababa.Curiosamente, con la banda ancha a mi me pasa todo lo contrario, no almaceno casi nada en el disco duro. Nunca he sido de los que descargan películas y, la poca música que bajo, casi siempre me ha servido para descubrir nuevos intérpretes y comprar sus discos. Para mí Internet, entre otras cosas, es un disco duro gigante en el que, gracias a Google o Youtube (por poner algunos ejemplos), encuentro cualquier material que necesite.

    09 abril 2006 | 23:31

  2. Dice ser zyloj

    Esta actitud enfermiza, que no tiene razón de ser, es la que están aprovechando las entidades de gestión de derechos y las grandes distribuidoras de música, videojuegos y cine para criminalizar las redes de intercambio P2P.Es algo muy característico de estos usuarios, descargan de todo, no disfrutan nada, y por supuesto, si no tuvieran la posibilidad de bajarse el material por lo que cuesta mensualmente la conexión a internet, ni se les pasaría por la cabeza comprarlo en tiendas.En mi caso personal, el acceso a la información a través de internet, ha influido muy positivamente en la compra de música y videojuegos. He tenido acceso a un montón de material de grandísima calidad, pero que no tiene sitio en los canales promocionales masivos (donde por cierto, hay bastante basura…). Sabiendo que merecía la pena, no he dudado un segundo en comprar esas obras para premiar a sus creadores y distribuidores, y disfrutar de mi dinero en productos de calidad.

    10 abril 2006 | 14:56

  3. Dice ser Aprovechando

    Yo he pasado por varias fases. Al principio de tener ADSL me descargué de todo. Después fui más selectivo y elaboraba listado con cosas que me interesaben. Después pasé por una fase retro, buscando contenidos audiovisuales de hace años. Más tarde, con la llegada de más ancho de banda y los discos duros de ciento de gigas pasé otra vez a descargar y guardar de todo.Ahora estoy curado, sólo me descargo las series de televisión cuyo horario de emisión en las televisiones públicas supone una falta de respeto al telespectador (Urgencias, A dos metros bajo tierra…)Eso sí, nunca he dejado de comprar música y películas, aunque he de reconocer que no he vuelto a pisar el videoclub.Si alguno sufrís de este síndrome, no es preocupéis, es pasajero.

    10 abril 2006 | 15:56

  4. Dice ser Noelia

    Vaya. Al fin alguien le ha puesto nombre al síndrome que padezco. Yo he ido acumulando, a los largo de unos cinco años de descarga ininterrumpida, más música, películas y libros en formato digital de los que podría llegar a disfrutar en cien vidas consecutivas… Últimamente me he relajado un poco, pero está claro que se trata de una compulsión muy sintomática de los tiempos que vivimos…

    11 abril 2006 | 9:46

  5. Dice ser diogenes

    hola,yo me llamo Diogenes y no sabia que habia un onomástico. interesante. cual es la fuente?saludos,diogenes

    03 mayo 2006 | 16:19

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