Videojuegos, gadgets, curiosidades, archiperres y otras paranoias digitales

Archivo de noviembre, 2006

Rediseño de un ordenador portátil

Cada vez son más los usuarios que optan por adquirir un ordenador portátil para utilizarlo como si fuera un sobremesa. Entre las ventajas, estos usuarios destacan sobre todo el ahorro de espacio. No obstante, y pese a que nos acostumbramos a todo, el teclado de un portátil no es el ideal para trabajar (teclas pequeñas, en un orden no convencional, etc.) Lo que se suele hacer para trabajar más cómodamente es conectar un teclado USB al portátil, pero en Logitech proponen ideas como esta:

Se llama Alto y es un soporte con teclado incorporado que pretende matar dos pájaros de un tiro: por un lado eleva la pantalla y por otro añade un teclado de sobremesa. Aunque su tamaño puede reducirse a la mitad de lo que vemos en la imagen ya que se pliega como un libro, aún así mide 23,7cm x 42,8cm x 3,6cm. Se conecta al portátil a través del USB, soporta hasta 4 kg y se puede utilizar como hub USB, porque tiene 3 puertos adicionales para conectar otros periféricos.

Aunque cada uno puede fabricar su propio recurso casero, este accesorio de Logitech puede ser una buena solución por 100 euros. Mi solución casera es, sin duda, mucho menos cool:

A la caza de votos

El sistema de compra-venta en eBay se basa en la confianza. Básicamente, consiste en confiar en que la persona que puja por un artículo que vendes realmente lo va a pagar o que, cuando pujas por un artículo y lo pagas, el vendedor lo va a enviar. Para baremar esta confianza eBay ha creado un sistema de garantía y así lo especifica en sus condiciones de compra-venta: el sistema de votos que se establece entre comprador y vendedor.

Cuando alguien localiza un artículo que le interesa, además de valorar el precio y las condiciones de compra, presta especial atención a los votos positivos que tiene el vendedor del artículo, ya que cada uno de ellos corresponde a una venta o compra exitosa.

En la web se recomienda a los compradores que sólo adquieran productos de personas que tengan al menos 20 votos positivos, entre compras y ventas. Este sistema, que a priori ofrece al comprador una garantía adicional, se convierte también en el mayor impedimento a la hora de empezar a vender productos en eBay. Cuando un nuevo usuario se acerca al sitio de subastas y quiere vender un artículo por primera vez, obviamente no cuenta con los votos positivos necesarios. Nadie (a no ser que obvie las recomendaciones del sitio) le comprará su producto, por muy atractivo que éste sea. Por ello, hay muchos usuarios que recurren a todo tipo de técnicas para obtener puntos positivos rápidamente.

Más allá de comprar en pocos días muchos artículos económicos a diferentes vendedores o intentar trampear entre amigos transacciones que realmente no se realizan, existen otras técnicas más rocambolescas. Vender libros electrónicos libres de derechos o incluso besos virtuales es una técnica efectiva y no muy ética para conseguir algunos votos, aunque el vendedor cuente con la complicidad del comprador.

Una vez finalizada la puja de estos artículos digitales, a precios generalmente inferiores a un euro, el envío se realiza a través de Internet, sin coste adicional, y tanto el vendedor como el comprador se votarán mutuamente de forma positiva. Ese voto, para el sistema de eBay, tiene exactamente la misma validez que la venta de un producto de cientos de euros. Aunque la mayor parte de los usuarios de eBay que realizan estas acciones lo hacen con el fin de comenzar a vender rápidamente sus productos sin mala intención, es importante que, a la hora de realizar una compra, nos fijemos bien con qué tipo de productos ha comerciado el vendedor para evitar alguna sorpresa desagradable. Una solución que se plantean en diferentes foros sobre eBay es que los usuarios veteranos avalen a los novatos. De esa forma, los recién llegados no tendrían que recurrir a la caza de votos virtuales.

Imporfot sigue los pasos de la SGAE

Un amigo aficionado a la fotografía me comentó esta historia. Es tan indignante que está a la misma altura de algunas de las estratagemas puestas en práctica por la SGAE. Aunque la noticia ya fue difundida a través de blogs dedicados a la fotografía, no está de más reiterar la historia y, de paso, volver a linkar el sitio en el que se puede firmar para dar apoyo al usuario amenazado.

El pasado 7 de noviembre Sergio de la Torre recibió una carta remitida por la Asociación Española de Importadores de Material Fotográfico y Óptico (Imporfot). En ella se le instaba a cesar con la divulgación que hacía en su web de los manuales de cámaras fotográficas por “violar los derechos de propiedad industrial de sus respectivos poseedores”.

Con la proliferación de las compras por Internet, son muchos los que recurren a comprar la cámara donde se la ofrezcan más barata, independientemente del país. Aunque se compre en una tienda española, es probable que aún así el manual no se encuentre en castellano. Algunos han empezado a ver un mercado adicional en la venta de manuales, una forma de cobrar dos veces por el mismo producto.

Sergio de la Torre recopilaba en su web los PDF con los manuales en castellano. El fotógrafo no tenía ánimo de lucro, no comercializaba los manuales, sólo los ofrecía. Después de la carta de Imporfot, ha decidido cerrar la sección.

Más allá de la nula visión comercial que implica ponerse en contra de los propios usuarios de cámaras fotográficas, actitudes como éstas son las que hunden el comercio electrónico B2C. Atacar de forma directa a un usuario e indirectamente a las importaciones procedentes de las compras por Internet dice muy poco a favor de Imporfot. Una persona que paga por una cámara debería tener derecho a poder aprender cómo funciona con un manual en su idioma, sin tener que correr con un coste adicional.

No soy una experta en derecho y no sé hasta qué punto podrían haberle acusado de algo en firme teniendo en cuenta que no es delito compartir archivos cuando no existe ánimo de lucro. Tan aceptable es su decisión de retirar los manuales para no tener problemas como indignante la carta de Imporfot. El perjudicado en primera instancia es el fotógrafo que los colgó. En última, el usuario final. Para contribuir a la campaña de recogida de firmas a favor de Sergio de la Torre se ha habilitado una página web.

El cliente siempre tiene la razón

Rectificar es de sabios. En Creative no sé si están un paso más cerca de la sabiduría pero sí lo están de sus usuarios. Si el mes pasado la compañía hacía público que eliminaban la posibilidad de grabar de la radio en sus reproductores Zen Vision:M, hace unos días Creative rectificaba con una nueva actualización de firmware (1.60.01) que vuelve a incluir esta posibilidad. Aunque algunos usuarios que lo han probado han detectado pequeños fallos al pasar al nuevo firmware, resulta una buena noticia para todos aquellos que se quedaron sin esa prestación por diversos motivos.

Lo que no sé entonces es qué pasará con el famoso canon de la RIAA, el que establece un impuesto especial para los reproductores MP3 que permiten grabar de la radio. ¿Correrá por cuenta de Creative el canon que deben pagar los productos que lo permiten? Quedémonos por ahora con la buena noticia. De momento, Creative no ha subido el precio y el firmware ya se puede descargar.

Videojuegos vs. cine, no nos lo merecemos

Se ha estrenado Dead or Alive, la película, y me pregunto porqué, con la cantidad de buenas películas que no llegan a estrenarse en los cines españoles. Basada en la popular saga de videojuegos de Tecmo del mismo nombre, cuando hice la noticia de que la película se encontraba en postproducción investigué algo más sobre ella, y ya desde entonces me temí lo peor.

A ver, no nos engañemos. El videojuego tampoco es que tenga un argumento elaborado. A diferencia de Soul Calibur, que sí contaba una historia, el argumento de Dead or Alive podría resumirse como una saga de lucha en la que aparecen unas señoritas que están buenísimas. Punto. También tiene personajes masculinos, pero son muy pocos los que se acuerdan de ellos. Sus seguidores alcanzaron la catarsis con Dead or Alive: Extreme Volleyball, juego en el que las señoritas buenísimas abandonaban la lucha para dedicarse a pegar saltitos y tomar el sol (momento que también tiene su reflejo en la película).

En definitiva, los videojuegos de Dear or Alive son lo que son, pero su calidad gráfica y jugabilidad los han hecho destacar como buenos títulos, impulsados además por los trajes minúsculos y escotados de sus luchadoras.

Dead or Alive, la película es otro rollo. Se podía haber aprovechado el tirón de la franquicia para hacer algo bueno y, sin embargo, el único lado que se explota es el que no da más de sí: el de las protagonistas, cuatro señoritas con un guión infame que terminarán luchando juntas para acabar con un malo malísimo. 87 minutos de patada va, patada viene y chistes malos para aderezar. Tampoco es plan de pedir un argumento sesudo, pero sí debería ser al menos entretenido y no lo es, a no ser que se esté en plena efervescencia hormonal adolescente. Los que amamos los videojuegos estamos gafados con las adaptaciones que se hacen de ellos en el mundo del cine. Dead or Alive la película no es una excepción.

‘Videojuegos violentos’, afirmaciones atrevidas

Las palabras «videojuegos violentos» me ponen nerviosa. Desde diversas fuentes se utiliza esta frase como sinónimo de «videojuegos de acción» y, para acabar antes con mi paciencia y la de muchos otros jugadores, se le anteponen las confusas «proteger a los niños de los videojuegos violentos».

Para «proteger» a los niños de los videojuegos no adecuados para su edad (ya sea porque contengan violencia, sexo o cualquier tipo de contenido ‘inadecuado’) en primer lugar están los padres. Y, como no siempre se puede esperar que conozcan exactamente lo que están comprando, existe desde hace años un buen sistema de catalogación por edades llamado PEGI al que se atienen los fabricantes.

Mi indignación proviene de leer afirmaciones como las del comisario europeo de Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Frattini, que pretende proteger a los niños de la «creciente oferta» de videojuegos en los que se ensalza la violencia.

Para concretar sobre la supuesta proliferación de los videojuegos violentos, Frattini afirma lo siguiente (según una información de Europa Press):

Cita, en concreto, uno de los que han salido recientemente al mercado europeo sobre una chica joven que se ve sometida a violencia física y psicológica. «Esto me ha impresionado profundamente por su obscena crueldad y su brutalidad», admite el comisario que relata a continuación la existencia de juegos en los tienes que «matar a gente normal que camina por la calle» o «amenazar a niños en los colegios» como ejemplo de juegos «básicamente obscenos y perversos».

No tengo la menor idea de a qué videojuego se refiere en primer término. En cuanto a los otros dos, me temo que habla sobre San Andreas y Canis Canem Edit.

Convendría que algún asesor menos atrevido y sensacionalista le explicase a Frattini que el objetivo de esos dos juegos está lejos de las actividades que él comenta, ¿los ha jugado? Más bien parece que se ha dejado llevar por informaciones sesgadas que se quedan en el dato llamativo.

Por otro lado, olvida un punto básico: ambos videojuegos han salido a la venta bajo una calificación por edades, PEGI (Pan European Game Information, Información paneuropea sobre juegos). El primero es para mayores de 18 años y el segundo para mayores de 16 en España. ¿Qué relación existe entonces entre querer «proteger a la infancia de los videojuegos violentos» y este tipo de títulos? ¿Conoce Frattini este sistema de regulación? ¿lo considera inadecuado?

Ser o no ser un «american idiot»

Nos solemos quejar, con razón, de que la industria de la música está anquilosada, que no se hacen nuevas propuestas más acordes a los tiempos de Internet. Por ello, ideas como las del grupo Green Day, que ha decidido vender CDs vírgenes y cajas vacías con su imagen, deberían ser bienvenidas.

El argumento que se usa para esta venta es del tipo: te ofrecemos un soporte ‘oficial’ para que grabes en él sólo las canciones que quieras. En principio, la propuesta no está destinada a los que se compran los discos completos. Más bien ofrece un soporte ‘oficial’ dejando al usuario la libertad de grabar en él los temas que considere oportunos.

Aunque son muchos los usuarios que han expresado su desacuerdo a la hora de pagar por soportes sin contenido, esta opción se constituye como una alternativa adicional digna de ser tenida en cuenta. También han aparecido voces que se plantean si el artista ya sólo es dueño de su imagen. «Piratea mis canciones pero a cambio cómprame unos llaveros personalizados» tampoco parece ser un panorama demasiado halagüeño, aunque todo ello se transforme en ingresos.

Por otro lado, tampoco hay que engañarse: Green Day no es copyleft y por ello piden a sus fans que llenen estos discos de canciones adquiridas en webs de pago. Que los usuarios lo hagan o no es otra historia. Para el grupo, el hecho de vender las cajas y los CDs serigrafiados ya supone una fuente de ingresos, una forma sencilla de buscarse la vida que parece les está yendo bien.

Mano lenta, dedos rápidos, querido Clapton

Me encantó la primera entrega de Guitar Hero: sencillo, divertido y lleno de buena música. Aunque con fallos que pulir, (no existe la opción de tocar una versión corta de las canciones y para mí es directamente imposible tocar con las 5 teclas por el nivel de dificultad), fue uno de los mejores juegos de la temporada pasada.

Para esta segunda entrega Activision ha preparado un concurso llamado «Mejor Vídeo de Guitar Hero 06». Los jugadores interesados en participar pueden entrar en la web, registrarse y subir un vídeo en el que se juegue con la réplica de la Gibson SG que viene con el juego.

El plazo de presentación de vídeos es largo (hasta el 31 de enero de 2007) y hay premios semanales al vídeo más divertido. Al concursante que envíe el mayor número de vídeos se le regalará una PS3 y al que resulte vencedor del vídeo más divertido al final del concurso, una Gibson SG real.

Este vídeo ya es antiguo. Aunque el tipo no toca con el juego, no provoca risa sino asombro y no utiliza la guitarra que se pide como requisito imprescindible, también merecería un premio.

Mi retrato de Dorian Gray

Algunas personas se han molestado por el post que escribí sobre SIMO el otro día. Dicen que ven como una contradicción lo que expresé y lo que luego escribí en el reportaje “Los 20 imprescindibles de SIMO”. Siento no coincidir con ellos. Si en una feria de 65.000 metros no hay 20 cosas interesantes que ver por distintos motivos, sería difícil que hubiese una siguiente edición.

Después de mi experiencia el primer día, cuando repetí al siguiente día descubrí que había bastante más público. No obstante, aunque seguro que cuando concluya la feria el próximo domingo lo hará con un récord de asistentes, no se puede obviar el número de empresas que no están y, por tanto, que el número de novedades ha descendido de forma drástica.

Cuando ya me cansé de andar por los pabellones buscando novedades tecnológicas, encontré esta propuesta de HP que, aunque no se trata de una revolución, al menos sí resulta curiosa pese a su limitada aplicación doméstica.

La impresora HP Photosmart Pro B9180 puede imprimir hasta un tamaño A3 en distintos tipos de papel. El más llamativo es el papel lienzo. El sistema con el que me hicieron el cuadro que veis en la imagen es el siguiente: primero me hicieron una fotografía con una cámara, por supuesto, de HP. En la misma, retocaron la imagen y le dieron un aspecto de un óleo pintado rápidamente, una función dirigida a personas que no tienen mucha experiencia en el retoque de fotos en el ordenador. Después ajustaron el tamaño de la imagen al del papel y lo mandaron a impresión.

El resultado es el que veis. Obviando que la modelo no es que esté para enmarcarla, pensemos en las posibilidades que ofrece este sistema sobre fotografías de paisajes naturales. El resultado es estupendo y desde HP se garantiza que con la utilización de estas tintas las imágenes tienen una duración aproximada de 200 años.

Eso sí, no os lancéis a la calculadora para sumar lo que sale un cuadrito de estos. Impresora A3, 8 tintas, papeles especiales, bastidor… ¡Uff!

Otra forma de arte

Con muchos medios se pueden hacer muy buenos videojuegos y muy buen cine. Pero el elemento imprescindible es tener buenas ideas, y no siempre dinero y talento van de la mano. Los aficionados a ambos géneros han encontrado una forma ideal de dar rienda suelta a su creatividad con Machinima, un género que ahora cumple 10 años.

Básicamente, una película realizada en Machinima consiste en enlazar imágenes de un videojuego hasta lograr contar una historia que no tiene por qué tener nada que ver con el argumento del mismo. Diálogos, audio alternativo y algunos efectos completan la obra.

A mediados de los 90, los usuarios utilizaban sus capturadoras de vídeo para grabar las proezas que realizaban en los videojuegos, pero los expertos sitúan la llegada de las verdaderas películas en 1996 cuando, partiendo del videojuego Quake, se realizó la película llamada Diary of a camper.

Mucho han avanzado los tiempos desde entonces y estos pequeños-grandes cineastas, que por norma general no ruedan con grandes productoras, se han aprovechado de la mejora en los gráficos de los videojuegos para construir obras de arte propias. Aunque no está muy clara la aplicación de los derechos de autor para estos casos, por el momento las compañías desarrolladoras observan atentamente y callan. Algunas incluso lo ven como una forma de promocionar su juego y descubrir nuevos talentos.

Para los que nos gustan los videojuegos, el cine y la animación, eventos como el recientemente celebrado Machinima Festival son una fuente inagotable de ingenio. Como también se celebró en Second Life, se convierte en una fuente inagotable de ingenio sin fronteras.