Runstorming Runstorming

Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

Archivo de la categoría ‘social media’

(Otra) Carta a corredora

[Fuente: Carrera de la Mujer]

Hace poco me encargaron unas líneas para otra corredora como tú. Quizá fuiste una de las treinta mil afortunadas que corrían la semana pasada la Carrera de la Mujer de Madrid. Quizá no. Lo mismo tenías lío en casa o preferiste entrenar para otro evento.

Sea como sea, si necesitas unas palabras para encontrarle el sentido a esto de correr, tuyas son.

Iniciar una existencia como corredor es zambullirse en insospechados momentos. Son adictivos, aunque ¡ojo! sólo a largo plazo.

Correr durante treinta años me ha llevado a acumular argumentos para calzarme unas zapatillas y salir a quemar tensiones, recargar las baterías o simplemente echar un tras otro. Todo esto es tan cierto como la mayoría de los leit motiv utilizados para que seas una más de esa legión de corredoras. Pero enumerar diez líneas de inspiración para una corredora es mucho más complicado que dar por válidas esas buenas razones.

El tiempo normaliza el hecho de trotar, por mucho que lo vistamos de épica o de logro o moda draconiana. Verás que es algo tramposo. No consigue anticiparte el momento en que todo es normal. Lo hace de modo inesperado. Correr juega contigo.

Correr se te insinúa como una tabla salvadora, como un bálsamo perfumado. También confirma, en sus primeras sesiones, que la crudeza del dolor no es una mentira. Es un anuncio sutil. Lo que ocurre es que las posibilidades de confirmarte en ese estado, de convivir con el cansancio, asoman y desaparecen por capricho. Te preguntas si todo era tan enrevesado. Leyendo algunas pautas y pronósticos sobre cómo encarar tu nueva existencia dentro del ‘running’ todo se presentaba como evidente. Motivarte conduciría al placer del correr. El placer se agotaría y se tornaría en un sufrimiento sensual. El éxtasis llegaría a ser dominado cuando sublimases tu experiencia en una lejana línea de meta.

Sin embargo, las cosas del correr van enseñando a que te empapes de giros inesperados, y termines apreciando cada uno de ellos. E.M.Foster cuenta en su maravillosa novela «Una Habitación con Vistas» que un viajero puede verse sorprendido en sus planes y acudir a Italia a estudiar a Giotto o conocer la corrupción Papal, pero regresar recordando sólo el cielo azul y los hombres y mujeres que viven bajo él. Es una excelente imagen de las frustrantes satisfacciones que encontrarás corriendo.

Estos párrafos están incluidos en una recopilación de pensamientos sobre el correr. Fueron editados para el 261Women’s Marathon. Es una prueba que conmemora el capricho del comportamiento humano pero también su determinación.

No cabe duda. La historia que nos dejó K.Switzer viene de un cúmulo de momentos inesperados. Podíamos pensar que muchos dueños absolutos de esos círculos de poder de nuestros días actuarían igual que aquel juez del maratón de Boston: el dominio legitima la decisión drástica. Pero el árbitro escoge un insospechado camino, el de la ira. La relevancia de las tres fotos que recorrieron el mundo tras 1967 es en cierto modo una concatenación de casualidades. La celebración de unas series 261WM me sorprendió por su ataque al corazón del establishment del correr.

Termine tu próxima salida a correr como termine, sea larga, corta, intensa o suave, a buen seguro te seguirá sorprendiendo. Lo hará porque es un ejemplo más de la falta de control que tenemos sobre las sensaciones, que surgen como una cadena loca, inmediatamente posteriores a la decisión de calzarnos unas zapatillas.

¿Te gusta ser sorprendida? Has escogido uno de los entretenimientos más irreverentes. El resto lo pondrán tus ganas.

 

[Agradezco a Javier Carmona y a www.261wm.com la recuperación de este texto]

Carreras de montaña: ¿alarmismo y mala gestión de imagen?

Anoche se celebró la mesa redonda sobre carreras de montaña y su potencial impacto ambiental en la RSEA Peñalara. En las paredes, Don Francisco Giner de los Ríos, Herreros (el de la senda), Victory, nombres altisonantes y necesarios en el excursionismo y la educación españoles.  Estaba organizado como actividad del programa del Gran Trail Peñalara (3 carreras, 27-29Jun), del que pronto empezaremos a hablar en este blog, y moderado por un viejo conocido de mis años de facultad, Pedro Nicolás, profesor universitario, geógrafo y montañero de los duros. Árbitros de la FEDME, organizadores, expertos en evaluación ambiental y corredores, sobre todo gente que corremos, tuvimos un rato para tirar de los hilos.

Frente a la mesa, un nutrido grupo de oyentes sobre los que planeaba una angustiosa percepción: ¿tan agresivo se está considerando al correr por la montaña? ¿En serio no hay actividades diez y cien veces más nocivas para el medio natural, para que unos cientos -nunca muchos- puedan ver mermada una actividad tan sostenible e inocua?

¿Detrás de qué estamos, en esencia? Estamos buscando evitar cancelaciones y multas. Herramientas para que sea un deporte con ese altísimo nivel de sostenibilidad.

Y ¿con qué nos encontramos? Con una doble vertiente. De un lado, el fenómeno global y masivo de correr en el campo. Del otro, la arbitrariedad de encontrarnos hasta con 17 instancias autonómicas, sensibilidades especiales y más o menos presión. Hasta el punto que organizar una carrera en las caras norte o sur de, por ejemplo, Peña Ubiña (Cord.Cantábrica) puede ser una lotería que saldrá bien si todo va rodado, o una pesadilla si termina en denuncias o cancelaciones.

Las carreras donde se puebla de forma masiva un camino y se puedan desbrozar zonas en delicado equilibrio ecológico, aparentemente, son muy pocas. Se habló ayer de esos apocalípticos mensajes cruzados en internet sobre miles de corredores alterando el medio. La realidad es que apenas hay carreras que sobrepasen los cuatrocientos participantes. Sí, en cambio, marchas senderistas o de bicicletas de montaña que las superan, motos que van por caminos donde se les está prhibido, etc.

Parece que hay mucho de desinformación y desconocimiento por parte de todos, corredores y organizadores. No parece que exista mala fe cuando un trazado pasa por una zona donde quizá aniden unos buitres o una especie de vegetación de montaña tenga su nicho endémico. La impresión del coloquio es de preocupación por el campo. ¡Que se estaba celebrando en una sociedad montañera que mima el Guadarrama desde 1913!

Bien está que alguien tirara de las orejas a los que tira mierda a los caminos o quienes únicamente se apuntan porque el trail running es una moda. Los miles de corredores que intentan copar los cupos de las carreras, las casas comerciales bombardeando con reportajes, vídeo y empresas que sustituyen con más o menos talante a los pequeños clubs que organizan los eventos, todos ellos están gestionando de manera ineficaz una gema: correr por la montaña.

¿Y las motos? ¿Y esos pelotones de bikers o excursionistas? ¿Ellos no impactan?

Sí, y probablemente diez veces más.

Asistí asombrado a la relación de un gestor de los montes de Valsaín, donde confirmaba el incremento insostenible (según sus palabras) de sólo las carreras de montaña, a las que añadir los agresivos ciclistas de ruedas de taco y los usos totalmente al margen de la ley.

¿Qué viene antes, el boom de organizar trails, medios maratones de montaña, kilómetros verticales, o es que la febril actividad empresarial y de ayuntamientos y clubes los ha hecho populares?

Sobre todo ello, tengo una sensación: que correr se ha vuelto tan visible y aparece en tantos medios de comunicación que se está dando importancia desmedida a demasiados aspectos relacionados con ello.

La gestión de la imagen de correr, del running, va camino de la sobreexplotación. A base de rellenar columnas sobre temas relativos, la forma física, si es moda o ‘cool‘, sobre si es bueno para el estrés, la mujer corredora, el cuarentón corredor, si ayuda o no en tu dieta, se están agotando los temas. Desde los medios se buscan todas las áreas donde correr pueda ser noticia. Y el entorno reacciona con un miedo lógico ante una eventual avalancha de desmadrados subidos a correr por cualquier lado.

Seguridad en lo que hacemos y educación, como mencionaban anoche, parecen ser las premisas sobre las que evitar que ningún corredor de montaña cometa tropelías medioambientales.

Cortar y pegar las experiencias de otros países sin mirar qué tiene de especial todo el entorno del running en el monte, previsiblemente nos llevará a parchear y enfrentar sectores afectados. La prensa española lleva un año, con particular empeño hace menos de seis meses, exprimiendo sin medida una especie de (robo la expresión a un amigo) «lobby runero». En otros países se asimiló antes y con más calma. De nuevo, consultar la prensa extranjera es útil.

Parece ser que las conclusiones fueron sucintas, variarán dependiendo de quién las mire, pero la impresión general es que en estos foros se avanza y se encuentran posiciones.

Ante un éxito así, solamente animar a que acudáis a la siguiente, se celebre donde se celebre.

 

Impacto ecológico de corredores, a debate


Fuente: Wikicommons, Julia Baykova

Esta tarde, en la sede de la centenaria – no es un eufemismo – Real Sociedad Española de Alpinismo Peñalara, a las 19 horas, se celebra un coloquio sobre un asunto que ha generado algunas de las más agrias polémicas del sector.

¿Cuál es el impacto negativo que tiene un grupo de corredores sobre el medio ambiente de la montaña?

Si la pregunta te parece baladí, o si tienes interés por saber qué tienen que opinar expertos sobre la materia, la entrada es libre y estás bienvenido.

En cartel hay ponentes de mucha experiencia, tanto desde el punto de vista del corredor, como organizadores, técnicos en medio ambiente incluso redactores de las normas que posteriormente pueden desembocar en limitaciones o prohibiciones. Recordamos que las limitaciones por pisar espacios protegidos están ahí en cada carrera por el monte. Pero ¿sabes que no es la primera vez que una consejería de Medio Ambiente echa atrás un recorrido de manera parcial o total?

¿Está en peligro correr por la montaña por su impacto sobre ella?

¿Está en peligro la montaña porque unos cientos de pares de pies discurran por caminos de esa montaña?

¿Algunas especies protegidas podrían verse en peligro o molestadas por este boom de las carreras trail?

Los datos del coloquio: CARRERAS POR MONTAÑA Y MEDIO AMBIENTE

Jueves, 24 de abril de 2014, 19:00 horas
Sede social RSEA Peñalara
C/ Aduana ,17 Madrid

Moderador:
Pedro Nicolás Martínez, redactor PORN Guadarrama, Profesor Titular UAM y  presidente de la RSEA Peñalara

Ponentes:
– Adrian Escudero , Catedrático Ecología URJC
– Manuel Oñorbe , Consultor de Medio Ambiente
– Sergio Garasa, Editor carrerasdemontana.com
– Luis Arribas , Máster en Política Territorial UC3M
– Goio Larrañaga, Responsable carreras por montaña FEDME
– Felipe Rodriguez, Director Gran Trail Peñalara

Why Boston?

 

¿Por qué tanta noticia alrededor de Boston y su maratón? ¿Por qué, de repente, esa ciudad se convierte en una referencia circular? Desde hace un año, toda mención al presidente Obama, a los populares maratones y atentados parece desembocar en Boston.

Vamos a intentar mostrar el núcleo del asunto. Para el gran público decir Boston era referirse a los Boston Celtics, el equipo de Bird, Parish y McHale. Para toda nuestra generación Boston, la ciudad más poblada de Massachussets, era una lejana referencia donde yacía el viejo parqué marrón claro del Garden, era hablar de NBA. Posteriormente la ciudad asomaría como etiqueta de un inalcanzable gran centro educativo, tras su Massachussets Institute of Technology, el archifamoso MIT al que la falta de una estrategia educativa enviaba a nuestros cerebros más dotados. Pero no hablaremos aquí de Javier García Martínez ni de Karen Márquez o Teresa Gonzalo.

La realidad es que el planeta deporte, el que se pisotea a diario, lleva rendido ante Boston ni más ni menos que desde 1897.

En aquel momento, diez años más tarde de haberse fundado la Boston Athletic Association – BAA – y consecuencia directa de la fiesta olímpica que se celebró en 1896 en Atenas, los dirigentes de la misma organizaron el primer maratón en suelo americano. Mañana Lunes, por 118ª vez, se corre la prueba de maratón más longeva, jamás interrumpida y quizá más famosa del mundo.

Máxime tras los desgraciados hechos de hace un año. Los atentados de la línea de meta que saltaron a todas las portadas del orbe.

Sin remedio, a quienes corremos nos asalta una pregunta por encima de todas ¿En qué momento se convierte el maratón de Boston en un escaparate global para que unos terroristas lo escojan para su demostración de cobarde terror?

Quizá siempre lo ha sido. Ha permanecido más alejado de los medios de comunicación de todo el mundo que sus coetáneos más famosos como Nueva York o Londres.

 

  • Hay una motivación sociológica. Lindando con la exaltación americana.

Boston se corre en el tercer lunes de Abril. En algunos estados del Este Atlántico es la festividad del Patriot’s Day, conmemoración añeja del arranque de la Guerra de la Independencia de Estados Unidos (1775). La efusividad patriótica norteamericana se sublima en este día y el maratón de Boston se celebra históricamente este día.

 

  • Es una prueba multitudinaria.

Con más de treinta mil participantes que superan una criba múltiple de tiempos y selecciones varias, la prueba de Boston no es la más populosa. Están las cincuenta mil almas de Nueva York, Londres o Paris o la facilidad de convertir Chicago o Berlín en una fiesta. Pero el corredor tiene la oportunidad de exprimirse un poco más en el clásico recorrido, que está vigente desde hace más de cien años. Va discurriendo por todo el estado, de oeste a este desde Hopkinton hasta la biblioteca pública de Boston.


Fuente: MachoCarioca WikiCommons

 

  • El maratón de Boston ha sido escenario del crecimiento del running mundial.

Mucho antes de que Nueva York fundase su prueba (que data de 1970), Boston representaba un maratón moderno, con participación internacional desde 1900. Tan pronto como en 1901 se establecía un sistema legal de apuestas entorno a la carrera, que ya mostraba todos los síntomas del deporte profesionalizado. El líder de la prueba de 1901, Ronald McDonald, caía fulminado tras beber de una esponja que le fue entregada en un punto de la carrera, potencialmente víctima de algún primitivo sistema de dopaje.

Pero el recorrido que atraviesa la célebre Heartbreak Hill ha visto las batallas más epicas de los años de entreguerras, las victorias y segundos puestos del héroe nacional de ascendencia irlandesa John Kelly o el dominio durante una década de Mr Marathon, Clarence deMar, también medallista en los Juegos de París 1924. Ha conocido la lucha de un maratoniano indio, el Narragansett Ellison Tarzan Brown que venció en 1936 y 1939.

Por sus calles han pasado victoriosos monstruos que hoy día son apenas recuerdo en un ránking mundial o marcas asentadas en el correr. Ron Hill hizo 2h10 en 1970. El descomunal Bill Rodgers barrió en el cambio de década con cuatro triunfos, camino de los años de Alberto Salazar, Bob de Castella y Toshihiko Seko. En otras palabras, nada de lo que hoy disfrutas en este mundo del correr existiría sin esta feroz guerra entre los maratonianos más rápidos por las avenidas de Boston.

 

  • Es un museo viviente. Las tradiciones lo colocan en la esencia de aquellas colonias que originaron el país.

Hay más. Es un escenario único, comparable a Paris, Atenas o Londres (y batiéndolos, probablemente).

Las villas ajardinadas que muchas veces hemos visto en televisión, los estudiantes de los colleges de la zona ofreciendo apoyo y bebida a los miles de participantes, o el túnel de los gritos, ese medio kilómetro de estudiantes del colegio femenino de Wellesley que forman un griterío cariñoso y norteamericano desde la primera edición en 1897.

 

Es preciso parar un segundo a comprender en qué situación estaba la vieja sociedad europea en 1897 e intentar trasplantar en ese momento un evento festivo con marcado sabor a siglo XX.

Otro ejemplo de tradición.

Desde 1903, cuando probablemente los corredores pedestres de tu país fueran dos docenas de excéntricos aristócratas o duros campesinos que apostaban con su fuerza para conseguir unas monedas o comida, se celebra en Boston un partido de béisbol en la Fenway Park, la denominada catedral de la ciudad. Como locales, los Boston Red Sox, la aristocracia de la Major League. La tradición es que, al terminar el partido, los miles de espectadores salen del estadio y se dirigen corriendo a animar a los corredores del maratón.

Has leído bien. Se viene haciendo desde 1903.

 

  • Boston Strong?

De una manera casi cinematográfica, el vínculo entre los corredores y el centenario equipo de béisbol se hizo más poderoso después de los atentados de 2013. Milagrosamente, la coalición «Boston Strong» apeló a la épica del ser humano e hizo que la temporada aciaga de los medias rojas en 2012 se convirtiera en un campeonato meses después de las bombas en el maratón.

Estas dos palabras suscitan la literalidad de la fuerza de Boston. Se ha definido como el eslogan de la salida de la crisis. Pero es algo más que la mimetización de aquel «livestrong» que promoviera el ciclista Lance Armstrong. Todavía más interesante como objeto de estudio, de conexión de dos eventos deportivos con más de ciento diez años de antigüedad que encarnan, a su vez, algo más que una ciudad. Como en los cómics de Asterix, son palabras que elevan Boston a ser potenciales ganadores de ese apelativo de «Una aldea poblada por irreductibles galos resiste todavía y siempre al invasor

Boston Strong es hoy una marca. Una identidad que respetuosamente ha ido colocando sus activos en ese mundo de tiburones. Los labels de 2014 tienen que hacer un hueco a ese grito que surgió en twitter horas después de los atentados. La capacidad de los norteamericanos de optimizar esas dos palabras han sido una de las señas de cambio entre los maratones de Boston en que unos pocos miles de duros corredores cumplían rapidísimos tiempos de corte, y los maratones espectáculo, pruebas retroalimentadas por cada mención en los medios de comunicación.

Todo junto conforma una carrera única.

Los kenianos y etíopes. Mutai y Cheruiyot recogiendo el legado de los sputniks de hace décadas. Un recorrido que la Federación Internacional de Atletismo no homologa por tener un desnivel entre la salida y la meta superior al reglamentario, al mismo tiempo que es una ondulada y tortuosa carrera. Las grandes damas como Joan Benoit, Rosa Mota e Ingrid Kristiansen, el incidente de la maratoniana K. Switzer, que corrió camuflada con dorsal de hombre en 1967 y escoltada por su marido.

Cada una de las historias que nos traigan a casa amigos como Juan o Rafa, que el año pasado se libraron por escasos metros de sufrir las consecuencias directas de un atentado mientras hacían lo que más amaban.

¿Por qué Boston?

¿Se entiende mejor ahora?

Diario de un maratoniano: el recorrido del Maratón de Barcelona

Tres semanas enteras y estaremos conduciendo hacia la ciudad de Gaudí, de Eduardo Mendoza y de las chimeneas de Sant Adriá. Nos esperará el fin de semana del maratón barcelonés, al que las cifras siguen adornando (están ya rondándose los dieciséis mil inscritos).

Hoy quería repasar el recorrido del maratón, tarea que ya han glosado historiadores del correr por la ciudad, empleados de la organización y más de uno y más de dos internautas.

Lo habitual es seguir el recorrido. Vamos a ver. Lo habitual es permanecer leyendo un post así cuando la fidelidad al evento te premia con una visión global, incluso una visión romántica. Encontrar que la carrera «fue un acontecimiento deportivo de primer orden para la ciudad» nos deja fríos. Ya somos (a) curtidos lectores de JK Rowling o (b) ávidos analistas de lactatos e índices.

El público comienza a saborear mejor cosas del tipo «maldigo cien y mil veces al enajenado que tiró delante de mis narices aquella esponja empapada y que no pude esquivar, semiesquina a Urquinaona». Se pase o no por Urquinaona, que es que sí, vamos con ello.

1. Los comienzos

No se suelen desear hijos con buenos principios. Pero el recorrido diseñado tiene mucha miga desde el principio. Esa zona es pasto del pataleo fresco y de comienzos en la ciudad. No en vano estaremos por las avenidas que circundan la entrada de Sants Estación, que es por donde los de fuera solemos meter la nariz en la urbe. También se asciende muy ligeramente hacia el borde inexistente de Hospitalet, por territorios que hace veintitantos años me parecieron interesantes, cercanos al delirio. En aquellos días conocí el Parque de la España Industrial, oxímoron fabuloso al que llegaba el recorrido de mi «casi» primer maratón. Era 1988 y se negociaba el fichaje del exjugador Johan Cruyff como entrenador.

Ah, sí. Pasaremos cerca de esa meca del fútbol mundial que es el Camp Nou y esa meca de la natalidad que es la maternidad y el Hospital de San Ramón. Con esa aspiración a correr de los inicios de la vida a los de las patadas al cuero, cerramos un bucle y nos encaminamos a l’escorxador, magnífica escultura de mujer y pájaro del legado Miró cuya función ahora parece la de abrir ese envase modernista de la plaza de toros.

Fuente: Facebook de Marató Barcelona

2. Dadme un ángulo recto y moveré el mundo

En el lindero del kilómetro doce encaramos el ensanche. Esta figura urbanística pasó de la amplitud a la apretura. Se hizo para tener más espacio y consiguió apiñar barceloneses como si el espíritu de don Ildefonso Cerdá hubiera regresado de su tumba con botella y media de bilis. No lo notaremos mucho porque el domingo a esa hora se puede circular en masa enmarañada. Universidad a la derecha, un buen trozo de Gran Vía, a la izquierda al triángulo del escaparate arquitectónico del siglo XIX, y luego a la derecha para discurrir por los bulevares que lleven a visitar la Sagrada Familia.

A estas alturas nadie tiene pensado dejarse llevar por el pánico porque estaremos alrededor de la hora y media o dos horas de carrera. Quien más quien menos ha entrenado y probablemente todos miremos arriba pensando en cuánto talento hay concentrado en tan pocas cabezas.

Los «veintes» serán un entretenido ir y volver por avenidas en las que veremos regresar a los más rápidos. En esto se nos irá el pensamiento, sumado a esa fatalidad tan ibérica de preguntarnos si quedará una eternidad hasta que podamos ser los que vuelven. Cuando seamos de los que ya terminan estos momentos-espejo miraremos al suelo, siguiendo aquel principio no escrito de que es mejor pasar discretamente desapercibido. Otros aún vienen sufriendo.

Si no conoces los Encantes, por cierto, ya no los conocerás en su viejo esplendor. La plaza de las Glóries era algo similar a un paquidermo esparcido en hectáreas. Imagina la glorieta más grande que puedas y arroja un cargamento de rastrillos, casetas y mercadillos para que la aplasten y esparzan todavía más. Pues la renovación del segmento norte de la ciudad lo ha convertido en un mega-espacio comercial que saltará a tu atención en el kilómetro veintiocho.

Será el final de ese sector de la carrera dedicado a los supercontenedores. Entre pitos y flautas la Diagonal se cae al mar pasando por ese espacio del Fórum Universal de las Culturas y por otros entretenimientos de la renovación urbana moderna. Una vez visto uno, vistos todos. Posiblemente lo aprovechemos para sonreír hacia nuestro interior y alejar fantasmas del agotamiento.

3. Suicidas, exposiciones, y guiris.

Escribía Mendoza con ese tono que «la calle del Musgo era una vía tétrica y solitaria, adosada a la tapia de un cementerio civil destinado a los suicidas». Por ese cementerio discurriremos cuando la carrera se convierta en carrera con mayúsculas. Pero en una mayúscula gótica, floreada, sobre fondo negro y con todos oteando dos esquinas más allá. En las calles de la cuadrícula del viejo Pueblo Nuevo, de las que siempre he pensado que se parecían mucho a un Harlem con talleres de motos y artes gráficas, se intuirán los kilómetros del disfrute.

También los de la pesadez de piernas. Al igual que los suicidas acudían al Cementerio del Este de recién muertos, voluntariamente (¿hacen algo involuntario?), nosotros iremos por allí sin haber sido forzados a ello. Ahí reside la gracia de correr largas distancias, como decía uno el otro día. En que, si nos mandasen hacerlo por la fuerza, nos resistiríamos con uñas y dientes.

Con estas nimiedades en la cabeza veremos asomar la verja del parque de la Ciudadela cuartelaria, moderna y rancia a la vez. Espacio que fue -en ocasiones sucesivas- cuartel destinado a reprimir, apertura al mundo destinada a mostrar la entraña industriosa de Barcelona y recogedero de animales salvajes destinado a recoger animales salvajes y ponerlos fuera del alcance de nuestras manos. Y no al revés.

Se te llenarán los ojos de lágrimas cuando veas el kilómetro cuarenta y dos. Antes se te llenarán de guiris. No de modo literal, porque los guiris no caben por mucho que te hayan dicho eso de «tus ojos son como oscuros pozos». No caben y ya.

Pero el paso por los últimos estertores del domingo barcelonés te llevarán a la Puerta del Ángel, a la Rambla, vamos, a todo lo florido, contemporáneo, canalético y visitable de la ciudad del Cobi. Unos van a Canaletas a celebrar los títulos deportivos. Pues nosotros posiblemente nos sintamos aún lejos de esa victoria deportiva que en el kilómetro treinta y nueve aún no se ve. De ese pequeño momento de la épica personal. De la consecución del reto personal.

Que es parar y dejarlo ya.

Por que, ¿qué otro sentido tiene que corramos un maratón? En efecto. No hay otro sentido que el de parar cuando llegamos a meta. Una meta muy bonita y con sus globos y momentos emotivos.

¿Corres para…?

Eran las 7.10am y me encontraba a los fogones, terminando unas fabes con almejas de urgencia para el turno de mediodía. Estaba vestido de corredor con unas estrambóticas mallas negras, listo para salir a entrenar 13km. Fuera batía una brisa aunque no era exagerada. Una mañana de Febrero con un grado centígrado.

Todo esto, ¿para qué? ¿Qué es lo que te entusiasma tanto como para modificar los horarios normales de desayunar, hacer ejercicio y llegar a salir a correr en un entorno tan infrecuente?

Tú, ¿para qué corres?

Me apetecía tener respuestas, y lancé la pregunta a facebook. Os dejo algunas de las respuestas que han ido colgando algunas amistades. A quienes agradezco haberse parado a contestar.

  • Pilar Perez Ferrer Yo estoy haciendo exactamente lo mismo que tú, en vez de fabes, patatas guisadas. . Y se me cae la baba(fuera de la olla),pensando en la nieve y estar unas horas cansándome para luego jurar en hebreo de lo cansada que estoy toda la tarde en el trabajo. Tamos mal?
  • Chus Herrero Porque ese aire fresquito de la mañana te deja la piel lista para un peeling.
  • Javier Herrera Para comerte dos platos de fabes en vez de uno porque te los has ganado
  • Raúl Frechilla Pour vivre!!!
  • Rubén Novoa Jurado Para que coman tus hijos
  • Raúl Martínez Contreras Para pasar frío? Sus vástagos tienen que crecer y desarrollarse, eso no es trabajo
  • Emilio Comunero ¿Por qué? Para hacer lo que te gusta, para segregar adrenalina, porque te sientes libre, porque después te sientes satisfecho, porque es tu momento, porque te sale de los cojones, porque eres un corredor, porque si no, no sabrías que poner en el caralibro
  • Carlos Sanz Alonso Para llegar a la comida con las fabes ya gastadas?
  • Ignacio Rodriguez Ameller Y si lo preguntas al revés? ¿Porque no?
  • Juan Seguí Rojo Para sacar temas para el blog
  • David Cortes joder, pues mi despertador ha sonado a las 7:10 , para darle al rodillo, y me he vuelto a empiltrar!!!.
    lo tuyo es vocacion!!!!
  • Sonia Ceballos Para sentirse vivo y en armonía con el entorno. Esto es la riqueza de saber vivir y aprovechar cada momento para uno y para los demás! !! 
  • Claudio Luna Mansilla ¿Seguro que no tenías nada mejor que hacer?
  • Jesus Esnaola Para contarlo, Luis. En la era digital, todo lo hacemos para contarlo.
  • Manu García Ortiz Interesante esto último. A lo mejor antes de la era digital también, pero no era tan fácil. Se me ocurre
  • Federico Alvarez Villa Aun renace el instinto adormecido , la naturaleza que llevamos dentro , por mucho que en el hombre actual estos vestigios permanezcan bajo una capa artificial efecto secundario de la propia civilizacion…. ¿Para que ? En el fondo para sentirse mejor, para que aunque sea durante un instante aflore una parte que nos gusta de nosotros mismos , supongo…
  • Almudena Lopez Cascante Porque te encanta correr y ademas eres capaz de hacer unas exquisitas fabes con almejas, que mas quieres. olé, olé y olé
  • Carlos Velayos Martín ¿Para qué? Para apretarte con ganas un par de táper de fabes, malandrín, que has hecho para todo el portal.
  • Rosa Martinez Para soportar esta vida tan perra, o eso, o se pone uno a las vias del tren. Mejor no hacerse preguntas.
  • Guadarrama Trail Para vivir y sentir que sigues vivo.
  • Susana Meyniel Martí No sé el mal que te aqueja, pero creo que es contagioso.
  • Guillermo SdeBaranda Vivir, con obligaciones, pasiones …
  • Miguel Lopez Sacristan Pues para sentirse feliz y con alegría.

Los mejores tuits del running

Es tan tentador.
Es tan absolutamente emotivo ver cómo esa gran familia de corredores plasman en ciento cuarenta caracteres lo que a otros les cuesta una vida entera.
Es tan, tan, que tengo guardados unos favoritos. Mis tres gemas de esta primera tanda (habrá más). Mis tuiteros de cabecera cuando no voy ni para atrás.

Nacido hace relativamente poco, @ArmandoRampell es un alquimista. Vive frente a los retos imposibles de unos, los momentos-pose de otros y la vigilancia permanente de la cotización del cupcake de calçot. Ácido (cierto, en este blog no sale casi nadie amable o correcto) y luchador contra la tontería. Produjo hace no mucho esta síntesis.

 

El @LuchoRunner es un tipo amabilísimo que está constantemente tirando de la lengua a los tuiteros de habla hispana. Sus preguntas al bazo son fuente de debate. Y ante ‘ese’ espinoso tema, mostró un cuadro+tweet casi a mitad de camino de composición pictórica barroca, rostro de cemento del tipo que se coló, resumen de hacia dónde van las carreras de calle… Todo.

 

El tío del megáfono es un tipo majísimo y con incontinencia verbal. El amigo Barrantes, @AlbBarrantes en twitter, sufre de manera denodada para vencer a sus inseparables torrijas oculares. Madrugar y correr se revuelven en su contra. Pero él se rehace, finta y se coloca el traje de #Legañaman. En acción.

Vuestras #trece mejores aportaciones

Fuente: OndraSoukup

Comentarios, ay, comentarios. El alimento de los blogs. Estas, en orden ascendente y con su réplica o apostilla, han sido las trece aportaciones con las que más he disfrutado en este año de blogueo en 20Minutos. Si queda alguna todavía mejor en el tintero virtual, mis disculpas. Cada uno tendréis vuestros favoritos pero este blog es mío. Trece para dos mil trece.

pd. Aviso. Esta semana también habrá repaso al troleo más salado y replicante de Runstorming. Todavía estáis a tiempo de añadir alguno.

13.

Enviado el 16/12/2013 a las 09:44
“Incluso mi amor por la gloria en el campo de las letras, pasión dominante en mí, nunca agrió mi temperamento” D. Hume.
Qué duda cabe, como lo saben los psiquiatras. El narcisismo es un motor de energía infinita y lo mueve todo y a todos, nadie escapa a ello (# Narciso Imperator Mundi).
Pero quizá hay que hacer análisis comparativo. ¿Qué es mejor, contar tus microazañas corredoras, con falsa humildad y sentido del humor o alimentar el narcisismo, por ejemplo, haciendo el troll por Internet?
Seguro que andamos bien de ego todos o casi todos, Tampoco vamos a andar pidiendo disculpa a quien le moleste. Con no leernos, arreglaría su problema si le ofendemos.

Que uséis a Denis Hume para hilvanar un post y un comentario me parece fabuloso. Esta respuesta ha dado más lustre a este mes de diciembre que todos los telediarios juntos.

12.

Enviado el 13/08/2013 a las 13:40
Aznar,ese si que corre como un macho poderoso.

Vehementes lectores manejo.

11.

Enviado el 14/05/2013 a las 11:10
La verdad es que no fue así. Estos comportamientos los inventó un lepero, que venía con su burrito cargado de higos, pimientos y guindillas desde Lepe hasta Sevilla, una fría mañana de invierno, en enero, en unos tiempos remotos en los que aún no existían ni bicis, ni coches, ni motos, y al vuelo de una perdiz se le asombró y desbocó el noble bruto, que corría como un burro, así que el hombre corrió detrás del animal, y sólo pudo darle alcance (gracias a que se frotó el culo con una de aquellas guindillas peleonas de las que iban cayendo de los serones), casi a las mismas puertas de la capital andaluza. Bueno, aquello le gustó, se sintió mucho más ágil (había perdido 15 kilos, el mechero de yesca, y una navajita plateada de albacete, preciosa) y la vuelta la hizo de la misma forma… ahí nació el footing, jogging… o como quieran llamarlo estos extranjeros que se apoderan siempre de todos los grandes inventos hispanos, como nos pasó con el submarino, el helicóptero… ¿para qué seguir?…

Sobran tantos guionistas como faltan capataces comprensivos.

10.

Enviado el 19/08/2013 a las 16:18
Recuerdo una frase de Iñaki Ochoa de Olza: “Héroe es el médico que curó el cáncer a mi madre.”
El deporte no es heroico en ninguna de sus formas. Hacemos lo que nos gusta, sufrimos si, pero porque queremos y nos llena. Hay auténticas máquinas que dopadas o no hacen auténticas barbaridades, pero siguen sin ser héroes. Otros realizamos el mismo recorrido en el doble o más de tiempo, tampoco somos héroes. Pero, ¡qué bien nos lo pasamos!

¡Talento en el blog! Un tal Carlos lo dejó en pleno sofoco veraniego.

9.

Enviado el 15/07/2013 a las 12:14
El atletismo es mentira. Son los padres

Un día conmemorábamos el día internacional del desengaño.

8.

Enviado el 21/06/2013 a las 22:53
Lo injusto son los miles de niños que mueren todos los días de hambre a lo largo del mundo. Que tú no tengas la suficiente autoestima para aceptarte tal como eres no es una injusticia, es una estupidez.

lo breve, si breve, dos veces breve. Sobraron más comentarios ese día.

7.

Enviado el 03/06/2013 a las 17:13
¿Qué es un paquete?
dices mientras escribes
esta entrada en tu blog.
¿Qué es un paquete?
¿Y tú me lo preguntas?
Paquete soy yo.

Autoterapia en forma de poesía becqueriana del corredor lento. Fantástica.

6.

Enviado el 23/05/2013 a las 15:44
Pense que era sobre la carrera, pero ha estado entretenido el artículo.

¿Es esta la esencia de un lector? Yo creo que por ahí le va.

5.

Enviado el 15/05/2013 a las 16:46
Las zapatillas de ahora son una puta mierda, no como mis libros que son la hostia.

Veintinueve de cada treinta veces el internauta Antonio Larrosa se gana a pulso que lo echen, agredan o manden a freir espárragos. La trigésima trae en ocasiones una carcajada. Al top de los tops que va (que vas, que lo estarás leyendo).

4.

Enviado el 05/12/2013 a las 11:57
UN PICO Y UNA PALA OS DABA YO.

Este comentario resume el sentir de todo un siglo. Desde que la clase obrera perdió su tiempo para vendérselo a otro, ha habido opiniones como esta. Si tienes tiempo, ¿por qué emplearlo en correr, so gilipuertas? Sin duda un imprescindible en toda recopilación sobre la historia del deporte que se precie.

3.

Enviado el 29/07/2013 a las 12:48
Yoyo, tienes razón, y ambos son libros, y tienen páginas, y letritas en negro. Por tu analogía podríamos estar hablando de Huxley, u Orwell…
La idea es que uno de ellos va sobre carreras a pie y entiendo que por eso es relevante en este blog. 1984 también va de lo que tú dices, pero no aplica. Todo sea dicho, sobre todo con los títulos originales, es normal la confusión. Running man (Perseguido/El fugitivo), vs. The long run (La larga marcha).

Todo empezó por un repaso a la historia que alguien escribió pensando que era descabellada. Luego se demostró que los límites están lejos de ser alcanzados. Hubo duelo de comentarios, lo hubo.

2.

Enviado el 09/05/2013 a las 16:10
Y el baloncesto es para altos, que para nenas ya estais los que correis como cobardes

No es un comentario de un troll. En realidad nadie me dijo que escribir en 20Minutos.es conllevaría encontrarme con este lado del país, que yo creía circunscrito a algunos bares y tertulias de mi barrio, o de barrios como el mío. ¿Por qué es uno de los mejores comentarios? Pues diré que lleva el rancio de la lana mojada encima. La caspa le cae por los hombros. La bragueta la lleva entreabierta. O entrecerrada, según fuera la cosa arriba o abajo. Es el 2013 que termina, tamizado y licuado, marinado y empanado con miga reseca y gorda. Lo viejo, que languidece.

1.

Enviado el 15/04/2013 a las 09:21
En la última fila es donde hay mejor ambiente y donde se cuece el destino del resto. Eso se repite desde el cole, el autobus o el running.

Nervio. Historia. Adolescencia. Inconformismo. Perspectiva. La lectora de las bolas chinas dio con la tecla.

Música para correr. Podcast IX

Pasa un nuevo día 19 por nuestras narices. Es hora de repasar más material fungible; el consumible de vuestros minutos corriendo. Gente, MÚSICA PARA CORREDORES. POWERSONGS para Navidad.

TEMAZO 1. Podcast del 20/Dic/1. León Benavente han salido de varios grupos para soltar este progresivo y acelerado ‘statement’ en el que una pareja sale, se va, camino adelante… mejor que os cuenten ellos. Ser Brigada.

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TEMAZO 2. Podcast del 20/Dic/2. La música entendida como una carga de profundidad. Cada acorde de Never Let me Down Again eriza el vello. Igual que una carrera en pleno invierno. Seleccioné para mi mp3 a Depeche Mode en cuanto encontré el fichero. De la Warner.

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TEMAZO 3. Podcast del 20/Dic/3. Siempre he pensado que correr es como ir de pasajero en un viaje corto, voluntario pero sin un resultado previsto. No creo que a Iggy Pop le resulte particularmente interesante qué pienso de ello. Aún así, el ritmo de batería en The Passenger es un imprescindible para llevar el paso.

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TEMAZO 4. Podcast del 20/Dic/4. The Who en tu podcast runner pero ahora mismo. ¿No es el correr un asunto generacional? ¿No es el ritmo de My Generation un pildorazo energético?

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TEMAZO 5. Podcast del 20/Dic/5. Le falta un diente, es miope, la tiene pequeña, pero le gusta en rock and roll. Pero canta con una potencia demencial. Wau y los Arrrghs tienen de todo y para todos. A conocerlos con este Bli Blu Bla.

¿Qué tal andas de ego?

Fuente:20Minutos.es

¿Corres y lo cuentas?

Es lo que antes se hacía en un bar, después de la ducha y mientras las piernas todavía dolían. El efecto de la cerveza o del vino hacía que aquel corrillo reducido contase y repasase las sensaciones. Ahora no hay corrillo; hay un teclado que lanza tus sensaciones al espacio.

Nada es mejor o peor, vaya por delante.

Ahora entrenas y lo subes inmediatamente a un tweet o a tu muro. Se puede seguir automáticamente tu runtástica sesión o queda colgado en los registros de tus ambits o fores.

Son algunas de las consecuencias de la literalidad de «estar en las redes sociales». Hay una verdad evidente: a nadie le obligan a que cuente con quién se ha juntado a correr, qué ritmo llevó o cosas por el estilo.

Es evidente que Internet nos ha dado la oportunidad de trascender. Poco, mucho, una basura o campeones a capazos, somos alguien. Además corremos. Cosa que algunos interpretarán como un entretenimiento sin más. Y, otros, correrán pensando en que escapamos de la masa sedentaria y somos capaces de cambiar el cosmos.

Ahí entra el ego del corredor (y de cualquier deportista outdoor)

¿Te has encontrado con algún mito con patas? ¿Añoras el tiempo y el coraje de esos héroes del gremio, capaces de embarcarse en cruzar la península itálica en nueve días o encadenar ciento treinta maratones?

Un día me paré a pensar en qué parte de un entrenamiento queda almacenado para tu satisfacción o para el trabajo a largo plazo. También, qué parte de esos minutos extra o ritmos más elevados eran un empujón psicológico que nos daba qué esperarían los lectores cuando lo contase. Os aseguro que, por muy inmune que seamos a ello, estar expuesto al público termina por rondar tus acciones.

Sí, todo esto son elucubraciones de alguien con mucho tiempo de sobra y un megáfono a su servicio.

También el comentario hiriente de un lector gracioso lo es.

Guerra de egos.