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Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

Archivo de la categoría ‘rutas para correr’

¿Están quemando tu bosque? Denúncialo

Foto: EFE

Unos amigos de la sierra de Algeciras, en concreto los archiconocidos corredores de fondo autodenominados Kroquetas, denuncian en las redes sociales que los incendios de la zona están cargándose su magnífica y excepcional sierra. Sí, un espacio verde donde Iván, Azarías, Sergio Pérez o Manué entrenan, respiran y viven el campo. Su libertad, la que el bosque da para todos, como menciona Sergio.

 Arde mi casa, la zona de recreo donde he compartido visita con buenos amigos. Mi casa es así de hospitalaria, caben todos los que quieran, es muy grande. Pero lo siento, no os puede acoger ahora, esta ardiendo. 

El compañero de TV Alvaro Gallardo tuiteaba el otro día con esa mezcla de desesperación y de no poder hacer más que denunciarlo.

La semana pasada teníamos corredores como Tito Parra haciendo turnos para apagar el incendio tremendo de Guadalajara. Sí, corredores de montaña, los que son acusados de degradarla. Tito es un profesional de los bosques. Los salva de arder.

En el incendio se veían afectadas más de mil hectáreas de un parque de elevado interés ecológico. De nuevo.

¿Está desangrándose tu bosque?

¿Salta el fuego desde las manos del hombre a las sendas y árboles por los que corres o paseas?

Denúncialo.

Grita alto. Me ocuparé de mantener abierto este post y reenviaré los comentarios que dejéis para que no se olvide la gente de una cosa: la masa forestal de nuestros montes y bosques nos llegó de nuestros padres y la tendremos que dejar intacta a nuestros hijos.

Ya no se trata de correr o de no correr. Es la cubierta vegetal de nuestro planeta.

¿Qué entrena un loco de las largas distancias?

Sin más pretensión que la de mostrar un ejemplo, os enseño un plan típico de fin de semana. Muchos habéis empezado a correr o lleváis un tiempo domando esas distancias de diez a veinte kilómetros. También llegan muchos comentarios de los que apenas le habéis metido el diente a lo de correr. Y de vez en cuando se lee en la prensa o se ve por las redes sociales que existe un núcleo creciente de locos a los que parecen haber dado cuerda y van cargados con baterías de isotopo de uranio 237.

Correcto. Existen.

Pero no son (o somos) más que gente más curtida. No tenemos más facultades. Probablemente seamos más lentos que muchos de vosotros. Y más peros que no voy a defender ni a atacar. Sencillamente nos gusta coger la mochila y lanzarnos a cruzar mundo.

No somos super-nada.

Esto que cuelgo podría ser perfectamente una de esas «salidas largas». Son muchas veces entrenamientos encaminados a una carrera más larga. O regalos que uno se hace en combinación con las agendas de la familia. Unos más y otros menos, acumulamos horas en ruta. También los famosos metros de desnivel positivo, que son sencillamente los metros que asciendes a lo largo del día, sumados y a los que se coloca un rimbombante D+ detrás.

48k

El sábado que viene dejaré el coche en algún punto indeterminado de un pueblo. A él regresaré. A una hora canalla incluso para muchos duros runners, camino y manta. ¿Es poco sano? ¿Es una bestialidad? ¿No es más que una excursión?

Reitero que es simplemente un entrenamiento. En la mochila llevamos de comer y de beber. Las mochilas modernas llevan sistemas de almacenamiento de líquido de hasta dos litros. Yo uso una Salomon XLab 12L pero anteriormente era un fijo de las viejas Quechua de trail. Meto embutido mejor que geles y barritas.

Somos tendencia. Resumir

 

 

Tus sitios favoritos para correr han sido…

Os preguntamos en twitter y os descolgasteis con una buena tira de recomendaciones. Tanto en España como en el resto del mundo (sí, hay más mundo que esto).

Tira mucho la tierra y también sois gente viajada. Recomendaciones que quedan para los que acudan de vacaciones a San Sebastián, Italia o las Montañas Rocosas. Como había que afinar un poco y el término «Montañas Rocosas», sin ir más lejos, se quedaba algo vago, seleccionamos.

No podemos elaborar un ránking pero estas han sido vuestras sugerencias. Unas de muchas. Pero llevan premio por ese extra de simpatía que desplegáis en 140 caracteres. Gracias por las sugerencias y por el material para este post.

 

 

¿Sabes qué son las no-carreras?

Todo el mundo sabrá que múltiples tamaños de prueba son organizados cada año por un sinfín de entidades. Pruebas de cinco a trescientos kilómetros, por etapas a través de las montañas más demenciales o en un parque de tu barrio. Son las carreras populares, como se denominan desde que los últimos años setenta vieron florecer los clubes pioneros y sus enormes ganas de llenar la calle de aficionados a correr.

Pero me apetece hablar de una categoría de eventos a los que llamo no-carreras. No son entrenamientos per se, es un evento reglado pero que vive de las ventajas de la sociedad de la hipertextualización. Ya sabes: convoco, cuelgo en una URL y lanzo a las redes para que los clics hagan el resto.

En sociología existen los no-lugares. Marc Augé los sacó a la luz en un trabajo sobre lugares que no llegaban a alcanzar esa categoría por su carácter de espacios transitorios. Una habitación de hotel, un supermercado o una autovía. Pues hoy día son cada día más las agrupaciones casi-regladas de corredores (y bikers, senderistas, etc) que cuentan con una convocatoria pública y que, sin embargo, quedan fuera de la definición de carrera. Son transitorias por su moderada probabilidad de que se celebren o no.

¿Es esto siquiera importante?

Que se celebre o no, lo es. Pero todavía más importante para mí, que tenga un carácter amistoso y de hágalo-usted-mismo. Desaliñado pero organizado. Pondremos un ejemplo. El sábado acudo a una convocatoria que Iván Palero, un corredor y mente inquieta traslada a los campos y sendas de Ciudad Real. Un recorrido conocido, un descargo de responsabilidad, gastos de avituallamiento compartidos y una convocatoria aprovechando twitter y facebookNo es un entrenamiento en grupo pero tampoco una carrera. Cuenta con un reglamento que se hace público. Tiene nombre -Trail Batalla de Alarcos. Se tomará o no el tiempo realizado dependiendo de las ganas de cada uno. Unos haremos los 50 kilómetros y otros volverán en coche o ya se verá. Nadie se preocupa porque el no-organizador tiene atado todo imponderable.

El asunto es que alcanza una masa crítica y se convierte en una cita exigida por los participantes de la edición anterior. En ese momento ha calado en las almas y tendrá que torear su transitoriedad – puede celebrarse otro año o no. Y el espíritu se va transmitiendo boca a boca, que es la manera más usual de que estas no-carreras perviven.

¿A que se parece un poco a las reuniones llevadas a la ilegalidad por los reglamentos de seguridad más recientes que se han aprobado en España?

Algo de eso imagino que hay. Frente a la rigidez de un evento organizado y su lógica salvaguarda jurídica, nos arriesgamos a la liberación a cambio de cuidar de nosotros mismos. Correr entre amigos, un paso más allá de la reunión semanal en dirección de un evento especial. Sacrificamos la foto de meta y la bolsa conmemorativa. Los avituallamientos se organizarán de la manera que nos digan. Estaremos a las instrucciones y dejaremos todo tal cual lo encontremos el sábado. O incluso más limpio.

Las no-carreras (no citaré otros ejemplos porque cometería una injusticia gigantesca contras las que olvide) actúan más allá de la simbología ficticia de libertad que nos ofrecen muchas carreras. Si eres un inconformista y, te apuntes a la carrera que te apuntes, terminarás expresando quejas o disconformidad con el formato propuesto, busca y pregunta. En el caso que ya conozcas dónde se celebran, acude y mímalas. O colabora con quien ya ha montado una no-carrera.

Un postrer consejo: si eres identificado y detenido, recuerda. No estuviste. Niégalo todo.

Nueva prueba deportiva por el desierto de Tabernas

Los desiertos, esas zonas donde la temperatura, la ausencia de precipitaciones y la despoblación o deforestación han hecho que la vida sea casi imposible. Pero que la aventura ha descubierto como terrenos atractivos. Correr por estepas áridas, donde el polvo y la escasa vegetación acentúan la sensación de aventura. Es lo que se propone en la primera edición del Ultra Trail Tabernas Desert que se celebrará los días 22 y 23 de marzo en Tabernas, Almería.

Será un tríptico al que nadie tendrá excusa de evadirse, con las típicas distancias ultra (103), grande (62) y mini (26) con las que nos estamos enfrentando últimamente en las pruebas por campo. El encanto vendrá determinado por disfrutar de una experiencia desértica a temperaturas muy moderadas.

Según está el calendario de caldeado, aún hay tiempo de evaluar los contenidos en http://www.xtremetrailcup.es/tabernas.phpY es que tenemos que agradecer que se haya escogido marzo para afrontar la prueba. El denominado desierto de Tabernas es uno de los entornos de temperaturas más altas de la península. Técnicamente son unas «badlands» geográficas, pero situadas en una latitud y en una zona protegida de los vientos húmedos procedentes del mar por la sierra de Los Filabres al norte y la sierra de Alhamilla al sudeste (el denominado efecto Föhn).

Salvando este tecnicismo, aunque es grande la tentación de anunciarse como «la primera y única ultra trail de Europa que se celebra en el desierto», apetece zambullirse en la web de la prueba y empezar a reservar fechas. Hay gente para todo y existen muchos fans de lo áspero que encontrarán en Tabernas su medio ideal. Además se discurrirá por esos terrenos descarnados y casas de madera que protagonizaron películas western.

Siendo fieles a la verdad, en España se ha celebrado ya pruebas en condiciones desérticas como LavaTrail de Lanzarote, Monegros, Haría Extreme o Coast to Coast de Fuerteventura. En cualquier caso, tenemos en Tabernas otra prueba que nace para completar el apasionante calendario de pruebas lejos del asfalto y que está encuadrada en otra de las copas y circuitos combinados del trail peninsular.

Y, siendo en marzo… quién sabe. Todos sabréis que aborrezco el calor del verano. Pero, sin ir más lejos, hoy anuncian apenas 13 grados de máxima en la zona.

¿Podríamos soñar con una «sainte» a la española?

El pasado puente se celebró la Saintélyon. De Saint Etienne a Lyon de noche y en invierno. Por el campo.

Media docena de locos se inscribieron.

Mejor dicho, doce mil corredores. Que disputan el honor de cruzar de una a otra gran ciudad francesa a lo largo de más de noventa kilómetros, con natural disposición y alegre espíritu mientras el clima dice lo que dice.

El vídeo de la edición del pasado fin de semana, aquí.

Fuente: SayntéLyon.com

Los Diez Mil del Soplao, recuerdos

Ha pasado un mes largo desde que apareció la crónica. Libero, una vez que ha pasado la venta al público de la edición de papel, mi colaboración en la revista Planeta Running.

Los Diez Mil del Soplao es una prueba múltiple que se celebra en Mayo en Cabezón de la Sal y las sierras colindantes. Todo comenzó como una prueba de bicicleta de montaña pero pronto dejaron paso a los tipos de los muslos duros y la cara angulosa. Los pateadores de sendas aterrizamos en Cabezón con la sana intención de correr bien 45 bien 118 kilómetros. Pues allí me planté, a conocer el equipo que dirige el archiconocido Chus y saber si la famosa ruta de los Puentes acaba con la paciencia de uno. Saber si los avituallamientos eran gigantescos o simplemente pantagruélicos.

Conocido es el atractivo de las tierras norteñas para hacer más cosas que ir a practicar tu deporte favorito. Así que no me extenderé en cómo pasé el resto del fin de semana.

A efectos periodísticos, esto fue lo que dio de sí la prueba.

Diario de un corredor en vacaciones (4)

1.

La ciudad huele de una manera muy diferente cuando sales a correr por la noche. Vengo pensando en dónde ir. De noche corría por Amsterdam cuando nevaba, vagando por los canales blancos y amarillos. De noche regresaba de entrenar en las pistas de atletismo de Olympiaplein, donde la campeona olímpica Fanny Blankers-Koen hacía intervalos en los años treinta. De noche salía a correr hacia un mal iluminado Rembrandtpark a las cinco de la tarde.

Cuando se acuesten Teresa  y los niños, saldré de Admiralengracht hacia algún lado donde los adoquines sigan siendo redondeados. El agua de los canales sigue acogiendo parejas de fochas. Las gaviotas se habrán desplazado hacia sus reposaderos y, hasta mañana, no volverán a chillar pidiendo su cuota de protagonismo.

2.

Mañana es día de vuelos y de transición entre destinos. Me he acordado de aquellos consejos que os mandaba en mis primeros días. Consejos sobre cómo arreglarse entre aeropuertos, hoteles y oficinas.

No es mala idea recordarlas. Aquí.

3.

Mañana, insisto, dejaré el viento del noordwest. Volveré durante unas horas al tórrido calor seco de Madrid.

Una inquietud parecida me llevará al oeste. Llevaré los cacharros de corredor hacia el oeste. El final de la tierra me espera y, ahí, un hueco donde abrir el portátil y contar cosas.

Al final, soy un moderadamente habilidoso contador de cosas.

Diario de un corredor en vacaciones (3)

1.

Ayer me llegó un email de la dirección ejecutiva de este blog. Que de momento los equipos de becarios y el acceso a las principales recepciones ministeriales y del palacio real quedan en un segundo plano. Que cuente. Que escriba. Vamos a ello.

Anoche cenamos en un etíope. Lalibela. Era uno de nuestros templos, detrás de casa. En la zona del Overtoom, viejo camino sobre aquellos diques del oeste de la ciudad. Lo regenta,  todavía, un encantador matrimonio. Él recuerda a esos fondistas con apellidos que empiezan por ‘gebre’ o ‘bekele’. Con ojos saltones, grandes entradas y un rostro casi almendrado. Ella, su esposa, es amable. Nos recordaba cómo se come el ‘enjera’, una torta de harina de lenteja, extendida como una pizza gigante, que hay que cortar con las manos y adjuntar a las verduras, el pollo picante, doro wot, la ternera, sega alecha.

– «No, no te acordarás de nosotros. Pero hace diez años veníamos mucho. Traíamos corredores españoles»

El tiempo borra las huellas del tiempo. Es un espejo de dos caras. Intentaré extenderme con más detalle y claridad.

2.

Hoy subimos a visitar varias aldeas tradicionales de la periferia norte de Amsterdam. Cuando vivía aquí, solíamos tomar el primer autobús hacia las coquetas Marken y Monnikendam, a Volendam, Durgerdam, y regresábamos corriendo. El viento en un lado de la cara. La llanura eterna, verde, con las vacas y los modernos molinos. Carriles para ciclistas con los que nos cruzábamos. Tipos enormes, de casi dos metros, pedaleando como flechas por ese engañoso desnivel cero.

Sergio, años antes de hacerse minimalista, me visitó y juntos pataleamos la ruta de Schellingwoude. Ahora, ‘he don’t do drugs, he does endorphines’ (sic). Creo que sé de dónde arrambló las endorfinas suficientes.

La ruta sale de una barcaza que te permite cruzar de manera gratuita el Ij, el río-lago de los cuadros de patinadores.

Sergio miraba desde la barcaza, atrás y adelante. No salíamos a correr. Aquello era un santuario para la distancia del corredor de fondo.

¿Te suena?

3.

En 2002 nacieron los niños. En 2002 se me acentuó una tendinitis aquílea. La segunda. Hoy es, quizá, la cuarta, quien pide cuota de protagonismo.

Sin tierra o montaña no hay paz tendinosa. En la tierra ganada al mar, la tierra se convirtió en asfalto, adoquinado. Es una tierra sin tierra.

Pero estos cabrones la han dejado preciosa.

schellingwoude

Diario de un corredor en vacaciones

1.

De nuevo haciendo la maleta. Un año que hemos quemado. Y el portátil a la maleta. Y las zapatillas de correr a la maleta. Y pantalón corto y camisetas suficientes, aunque la ropa de verano y muchos bañadores y ropa de hoy día nos valen para echar una carrerita.

¿Convencéis a vuestros familiares sobre la necesidad de incluir en el equipaje los cacharros para correr? En el extraño caso de mi familia no es estrictamente necesario. Las peleas son otras.

sese

2.

El ‘por dónde’ es la ilusión que los corredores escondéis, escondemos. Cuando hemos decidido las vacaciones y tenemos localizado el lugar donde nos alojaremos, un personajillo escondido detrás de nuestro cerebelo (Johnny Cogote) comienza inmediatamente a documentarse. Rastrea la red en pos de rutas. De grupos de potenciales grupos de corredores.

Es en el momento en que demuestra que J.C. domina sobre su inconsciente. ¿El corredor no descansa? ¿No deja nunca la actividad de vacaciones?

¿No es esto un hobby, una pasión? Somos imperfectos.

3.

Los destinos. Ay, la planificación. Pillar los mejores periodos en dura pugna con los compañeros de trabajo, que también desean ir esa quincena deseada. Qué lejos queda todo ahora, de camino a la terminal del aeropuerto o circulando por una saturada autovía hacia el levante mediterráneo, o desempaquetando los trastos en la casa rural o la casa familiar en la montaña.

Mañana debería estar escribiéndoos desde los Países Bajos. Felices vacaciones a todos.