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Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

Todo preparado para la IV Madrid-Segovia

El sábado, al despuntar el día, un millar de participantes saldrán desde la Plaza Castilla de Madrid con dirección noroeste. Por delante tienen la tarea de llegar hasta Segovia en menos de veinticuatro horas. A pie.

La distancia que recorre la cada día más popular Madrid-Segovia y que organiza Ultrafondo Internacional ronda los cien kilómetros. En concreto es la distancia una de las cosas que menos preocupa. Para los participantes y los organizadores, el éxito significa llevar con buen pie a los participantes, y en el mayor número posible de llegados, hasta la meta situada bajo el acueducto romano de Segovia.

Aprovechando las Vías Pecuarias del Camino de Santiago, como matiza el subtítulo de la Madrid-Segovia.

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Cada año desde hace cuatro, los participantes se conjuran para salir con la primera luz del sábado en dirección a los viejos olivares y encinares del Monte del Pardo. Ascienden paulatinamente por los caminos que llevan a Tres Cantos y Colmenar Viejo, siguiendo el rescatado itinerario del Camino de Santiago de Madrid.

Siempre a pie, muchos corriendo y la mayoría alternando carrera y caminata, se encaran las grandes cañadas ganaderas que acercan a Manzanares el Real. Es la antesala de la sierra y para los participantes el paso simbólico por el maratón: los primeros cuarenta y dos kilómetros. El cruce natural de quienes transitan entre ambas ciudades.

Guiados por las flechas amarillas y la señalización de la organización, la mitad del recorrido coincide con un anfiteatro de granito que abraza Mataelpino. Es el final de la tarde, y el alivio de las más altas temperaturas. Situado en la ladera soleada de la Sierra de Guadarrama, el segundo tercio de la carrera se hace durísimo al disputarse con los sólidos calores de septiembre.

Pero la cosa se suaviza. No así el recorrido que encara un tramo ascendente hacia la Barranca, entre piorno y roca, en dirección a Cercedilla, donde los corredores/marchadores cuentan con un punto clave: avituallamiento sólido, caliente, y donde podrán dejar las mochilas con ropa de repuesto y demás material. Este punto es crucial porque supone considerar la Madrid-Segovia como un reto ya vencido, además de afrontar la noche y su agradable temperatura. Psicológicamente se embarcan en la caminata fantástica bajo la oscuridad de los bosques de Las Dehesas.

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Y es que el esfuerzo es diferente. Otros grupos musculares toman el relevo en el ascenso por la Carretera de la República hacia los mil ochocientos metros de altitud de la Fuenfría. Un café o un caldo caliente salvará los cuerpos del sueño y del cansancio. Los primeros hará tiempo que llegaron. El fenomenal Pablo Vega, o el vencedor de 2012, Carlos Morales, acarician el récord de la prueba en poco más de nueve horas (que data de 2011 en que venció el italiano Marco Bonfiglio). Pero los que disfrutan batiendo la dificultad de la distancia estarán encarando los largos kilómetros de descenso del antiguo itinerario romano.

La cruz de la Gallega es el aperitivo, finalmente, de la entrada en la ciudad castellana. Veinticuatro horas por delante para los mil participantes que agotaron en escasas semanas todos los dorsales.

Sin duda la Madrid-Segovia es una prueba diferente.

Información práctica:

Salida de Madrid – Plaza Castilla. 08.30am Sábado 21
Llegada a Segovia – Acueducto. hasta las 8.30am Domingo 22
Distancia aprox 102km
Desnivel acumulado 2.090m D+ / 1.820m D-
Participantes: 1000.

1 comentario

  1. Dice ser cabesc

    Que gran carrera oyesssss.

    Este año hubo dedos más rápidos que los nuestros y no podremos disfrutar del gran ambiente de la M-S y sus amigos. Mucha suerte a mi gente de Los Paquetes!!!

    19 septiembre 2013 | 12:07

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