Runstorming Runstorming

Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

Archivo de mayo, 2013

Participar en una carrera sin dorsal

En algunos casos… tiene su riesgo. Correr sin inscribirse puede ser tópico de pelea, de debate sobre si están ocupando servicios de los demás corredores, si la calle es de todos, o si actúan contra organizadores sin escrúpulos.

De todo eso y más. Daría para que @RUNERENFURECIDO sacase una serie completa en Discovery Channel. Pero Miguel Paz me ha mandado un mensaje donde se le da la vuelta a todo esto.

Ved la simpática manera de denunciar el tema que tienen en esta prueba de Argentina. El facebook de Club de Corredores ha colgado una singular galería.

¿Han linchado a los corredores tramposos? No. Mejor.

¿Qué te parece la broma?

Fotos: Club de Corredores, Facebook.

Los atletas más activos en las redes sociales

¿Crees que será el inalcanzable Usain Bolt? ¿Alguno de los héroes de la belleza como Carol Kluft despertará más pasiones en las RSS? ¿De cual de tus ídolos tienes más posibilidad de recibir un retweet?

Es inevitable curiosear. Un tweet como el siguiente puede tener cientos de miles de implicaciones:

Usain Bolt tiene más de dos millones y medio de cuentas de twitter pendientes de qué cuenta, qué foto cuelga o donde y cómo expresa sus pensamientos. Y es que las redes sociales se han convertido en el mejor exponente del fenómeno fan en la sociedad hiperconectada.

Estos son algunos de los más seguidos y más activos en el mundo del atletismo y del running en general.

Mo Farah; el atleta británico tiene 837.000 followers. A lo largo de los mil seiscientos mensajes de 140 caracteres ha opinado sobre un poco de todo. Casi a diario podrás seguir sus asuntos más informales. Sigue a muchos más atletas, en reciprocidad, que Bolt (que, salvo Asafa Powell o Sanya Richards, está más centrado en deportistas globales tipo Fernando Alonso o Rio Ferdinand). De menos producción, de largo, es la casi congelada cuenta de Kenenisa Bekele, David Rudisha u otras sorprendentemente frías estrellas del circo atlético.

Haile, el gran Gebreselasie, tiene unos sesenta mil seguidores. Pero apenas doscientos tweets. Todo lo contrario que un chico de las nuevas generaciones. Ryan Hall, el tremendo fondista estadounidense, para los mismos sesenta mil arroja un balance de más de 2.500 tweets. Cuida a diario de su cuenta y siempre deja caer algún mensaje reenviado o contestado.

De esta generación de atletas que mantienen con esmero sus redes sociales podemos destacar a Paula Radcliffe. Paula y sus cien mil seguidores mantienen un goteo diario. Bernard Lagat, el mediofondista duro como el diamante, sobrepasa los 2.500 tweets. Destaca el campeón olímpico del salto de longitud Greg Rutherford, con 131.000 followers y once mil tweets. Humor, asuntos personales, nimiedades, Greg el volador es un filón.

 

 

¿Y tus ídolos más cercanos?

En el panorama hispanoparlante tenemos gente muy activa. Quizá uno de los más habladores, por su papel también en la Asociación de Atletas Españoles, sea Pablo Villalobos. No tantos fieles como Radcliffe pero ¡casi veintidos mil mensajes a día de hoy!

Chema Martínez (29.000 f / 4.000 t) tuitea casi tanto como corre (y piensa). El torpedo de las pistas Angel David Rodriguez está por encima de los 17.000 twets, con ráfagas de interesante pensamiento crítico casi a diario. Es imprescindible mencionar el movidísimo mundo del trail, con exponentes como Kilian Jornet (100.000 f / 4.500 t), Tófol Castanyer o Fernanda Maciel o ese crack de las redes llamado Zigor Iturrieta (abonado a Facebook donde despliega sus mejores momentos).

Luis Alberto Marco, de la armada del 800 masculino, el velocista Diego Alonso, el maratoniano Jaume Leiva, el veterano obstaculista Luismi Martín Berlanas o la maratoniana Alessandra Aguilar son muchas de las caras que puedes encontrar en las redes sociales.

¿Quién puede resistirse a gente con joyas como esta?

 

Y tú, ¿tienes tus favoritos marcados?

Detenerse en una carrera ¿Qué hacer cuando no puedes más?

Estamos acostumbrados a oir «Una retirada a tiempo ahorra tiempo» y aforismos parecidos.

¿Qué ocurre cuando la prueba es más dura de lo que teníamos pensado?

¿Parar en mitad de una carrera? ¿Y si nos retiramos o dejamos a medias un entrenamiento?

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Seguramente te has visto superado en alguna ocasión. Los factores son sencillos aunque el origen pueda ser variable. A veces la meteorología te castiga más de lo debido, y el calor o un viento implacable hacen que terminar el recorrido o tu prueba sea una tortura.

No es infrecuente que nos veamos superados por el perfil del recorrido. La propia irresponsabilidad (poniéndolo todo en términos muy relativos) nos lleva a fastidiarla con el ritmo de carrera. Vamos, lo que toda la vida se ha llamado «salir corriendo demasiado rápido y que nos fundan las cuestas». Primero está la decisión de caminar en mitad de la prueba. En contados momentos, viendo «las orejas al lobo», está la posibilidad de una eventual retirada.

La pregunta es ¿cómo sentirse ante una decisión así?

Estoy harto de recomendar sensatez a mis conocidos o gente que me pregunta sobre ello. En principio, caminar como pausa durante una carrera no tiene que ser ni indigno ni signo de una derrota deportiva. Este fin de semana ha tocado corroborarlo en varios frentes. Mi amigo Jorge ha tenido problemas estomacales en el maratón de Zegama y ha optado por no seguir sufriendo en ascensos y descensos con el organismo totalmente vacío. Primero parar, calmarnos para ver si la cosa mejora, luego abandonar. Yo he parado después de medio maratón en el Anochecer 42+1 de S.S. Reyes notando que algunas de las microrroturas musculares en mis cuádriceps (las famosas agujetas) podían derivar en roturas.

En ambos casos, tanto Jorge como yo (espero) hemos tirado de experiencia previa. Él conoce sus problemas de asimilación de alimentos durante las larguísimas distancias. Yo sé que mi tiempo de recuperación es aproximadamente una semana y media, más, probablemente, derivado de haber corrido durante siete horas el sábado pasado. En estos casos, apliquemos la máxima siguiente: «esto es un hobby».

Sí, un apasionante y tremendamente atractivo hobby que nos llena de adrenalina, nos saca de la rutina diaria, que nos lleva a conocer sitios apasionantes. Correr es fabuloso. Entonces ¿por qué arriesgar con nuestro organismo y lesionarnos o dañarnos, y que no podamos disfrutar del correr durante décadas?

¿Has pasado por un trance similar? ¿Qué significa para ti la retirada en una carrera?

Kilian Jornet y Emelie Forsberg se llevan la victoria en Zegama

Considerada una de las tres o cuatro mejores carreras de montaña del mundo, por elenco, animación y nivel de exigencia, la localidad vasca de Zegama acoge el Maratón Zegama-Aizkorri. A disputar sobre las vertientes de la sierra del Aizkorri en un circuito de 42km y 5400 metros de desnivel acumulado.

Y uno de los pocos idonos deportivos, lugares donde surgen fotografías que dan la vuelta al mundo como las de Jordi Saragossa.


Foto: Jordi Saragossa.


Foto: Jordi Saragossa.

Y uno de los paisajes deportivos más personales de Europa y donde más apasionadamente se viven las montañas. La prueba deportiva se ha convertido en una especie de Campeonato de Europa de carreras de montaña con apenas una decena de años de celebración. Con la particularidad que, en el viejo continente habitan actualmente los mejores trailrunners del planeta. Es comparable a una especie de Ryder Cup pero que asciende sin tanto lujo a crestas calizas, baja por praderas y sendas entre hayas. Actualmente el dominio europeo es abrumador y hoy no ha sido excepción. El catalán Kilian Jornet, considerado el mejor corredor de montaña del mundo, se ha impuesto por sexta vez en la prueba. La sueca Emelie Forsberg, reciente vencedora de la Transvulcania, se ha impuesto con holgura entre las mujeres, estrenando su palmarés y completando una ‘primavera española’ de ensueño.

Esta vez no ha existido rastro de los norteamericanos. Ni Sage Canaday ni Tim Olson, top 5 en la reciente Transvulcania, o competidores equivalentes. Del evento guipuzcoano de este año se caían otros miembros del equipo Salomon como el francés Michael Lanne, cuarto en 2012, o el británico Tom Owens, tercero. Quedaba por ver cómo recuperarían Jornet y Hernando de los más de setenta kilómetros de una semana atrás sobre las rocas volcánicas canarias. El resultado ha sido 3h40 en meta para el catalán y apenas unos segundos para Hernando. Uno de los tiempos más rápidos jamás conseguidos sobre el paraíso verde.

 

El italiano Marco de Gasperi, uno de los más radicales escaladores del mundo trail, borró todo rastro de duda sobre su forma física y tomó la salida, en contra de lo que él mismo anunciaba. Tomó rápidamente una ventaja en el ascenso a Aratz sobre Luis Alberto Hernando, Kilian Jornet y los sorprendentes Pivk (ITA) y el cordobés Zaid Ait, el chico que cruzó de Tánger a España bajo las ruedas de un camión. Pero en los descensos del macizo del Aizkorri se gana tanto o más que ascendiendo. Jornet recuperaría dos minutos a De Gasperi que abandonaría.

 

Forsberg recuperaría el tiempo que la norteamericana Stevie Kremer en cabeza de la carrera femenina. Kortazar, en cambio, no tenía su mejor día y se retiró pasado el descenso de Sancti-Spíritu.

Subiendo y bajando sin final.

Oihana Kortazar y Nuria Picas, las dos puntales de la representación local, estaban un escalón por debajo y tendrían que conformarse con regular ante las duras subidas al Aizkorri y el Andraitz. Picas lograría remotar hasta el segundo puesto del podio gracias a un descenso brutal. La superioridad de la sueca de los salomones era patente ya después de coronar Aizkorri, donde cientos de senderistas han ascendido a primera hora y componen una de las estampas deportivas más conocidas y fotografiadas del mundo.

De casi tres mil solicitudes de inscripción, la asignación y sorteo de dorsales establecen una línea de salida con únicamente cuatrocientos cincuenta afortunados. Unos exigentes tiempos de control no han impedido que este domingo de Mayo quedaran por el camino apenas trece retirados. El cierre de control se sitúa en ocho horas pero por delante las velocidades son de vértigo, ascendiendo casi a gatas y volando por las crestas.

La soleada climatología del domingo no impidió que algunas de las más técnicas zonas fueran determinantes. El barro y la roca caliza humedecida marcaron los nombres más fuertes y, de nuevo, los descensos radicales dieron las diferencias. Hernando no pudo sostener el ritmo de Jornet y llegaría a la meta zegamarra con apenas doce segundos de desventaja. El corredor burgalés de Adidas fue segundo por cuatro minutos en 2012 y este año, después de ser plata en la Transvulcania, ha demostrado que está en la élite para quedarse.

¿Quieres echar un vistazo?

El fotógrafo deportivo Jordi Saragossa tiene un album impresionante en su facebook.

Resultados completos.
Web de la prueba.

Un día sin GPS para tu deporte favorito

¿Cómo sería un día sin tu GPS? No me refiero a usar en el coche (es un debate tan cerrado que no pienso participar), sino al deportivo.

¿Aceptarías una especie de «día mundial sin GPS»?

Huelga decir que es una exageración sin sentido. Por supuesto sabríamos montar en BTT o correr por el campo sin él. Pero quiero reflexionar un momento sobre ello.

Y es que corredores, bikers y caminantes, en general, son los tres segmentos en los que la furia del sistema de posicionamiento geográfico  ha calado más hondo. Las marcas lo saben y nuestros conocidos han desarrollado no solamente el posicionamiento sino la cantidad de aplicaciones derivadas al análisis del rendimiento (recomiendo repaso de link adjunto, del blog imprescindible de Ser13gio). Y es que velocidades (medias, máximas), desnivel y tiempo calculado neto son las tres o cuatro patas del ejercicio de larga duración.

Confieso que no uso GPS. Debo ser de los doce o trece que no lo hacen. No es tanto que me cueste presupuestar equis euros al año para posicionamiento, sino que realmente me manejo con otras herramientas.

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El 80% de los días salgo a correr por rutas de una distancia evidentemente corta, abarcable por un entrenamiento normal. No me perdería  por mucho opio que hubiera desayunado. Sé que mi ritmo está entre los 9 y los 12km/h. La experiencia me dice aproximadamente la distancia que cubro en un entrenamiento de una hora o dos. Añadamos que me da un poco igual haber hecho un kilómetro más o menos. Y, si quiero medirlo con exactitud, tengo la horrible capacidad de memorizar por dónde he ido y lo paso manualmente a aplicaciones como Wikiloc.

¿Seríais capaces de correr un día simplemente intuyendo la ruta y el resultado del entrenamiento? Guiarse apenas por el reloj y la orientación por el campo es una posibilidad.

Una maldad; corroborádmelo, por favor.

Curiosamente, he visto que los deportistas outdoor que más usan GPS suelen ser los más duros, con más capacidad de aguantar horas y quienes… no se perderían. O, de perderse, tendrían fondo suficiente y conocimiento del terreno como para reorientarse y regresar en menos de media hora al trazado original.

Si estamos ante un extremo de pasión por el dato, de la obsesión por la exactitud de nuestra variable deportiva, será bueno saberlo.

Si el 80% corréis sin que os preocupe esto, también deberíamos saberlo.

No todo va a ser correr (Los Diez Mil del Soplao)

Aviso. Esto es una crónica personal. Posiblemente se hable de todo menos de correr. Incita a la ‘otra’ buena vida.

Aviso segundo. Aficionados al deporte con un enfoque demasiado purista pueden sentirse molestos. Pero esto es un blog, no es obligatorio leerlo. Obligatorio es que hagáis la declaración de las rentas del capital y del trabajo. Y ni así.

Va.

La expedición son cuatrocientos kilómetros de carretera, en mi caso, para comprobar que en muchos sitios se vive mejor que en la ciudad de uno. Sí. Los madrileños corroboramos una y otra vez que nos han engañado y que seguimos picando. A pesar de saber de antemano todo esto, o quizá por ello,  conduje durante casi cuatro horas dejando un peso atrás. Me dirigía a participar en un mito de los deportes de montaña. Los 10.000 del Soplao, sobre los que tanto se habla cada año y que aquí detallé hace unos días.

No es una carrera de 10.000 metros. No es que se asciendan o desciendan 10.000 metros de desnivel, lo que en sí mismo sería una barbaridad, aunque posible. El asunto es que se pretende llegar a los diez mil participantes en las dos modalidades campestres más divertidas, sanas y naturales: corriendo o montado en bicicleta de montaña. Por las primeras estribaciones de las montañas de Cantabria.

Escogí la distancia de 45km por una razón evidente y múltiple, interconetada: es una distancia para la que no tengo que entrenar mucho, máxime cuando hace dos semanas corrí el atónito RNR Maratón de Madrid y en otra semana correría los 43km campestres del Anochecer.

Debo confesar que hay otra. Si termino en siete u ocho horas, tengo la tarde libre para darme un garbeo por la hostelería santanderina. El presupuesto no me da para explorar los michelines de San Vicente (Annua) o del entorno capitalino (El Cenador de Amós, El Nuevo Molino). Además prefiero dejarlos para una excursión con mi familia amada.

Solamente así puedo sintetizar lo que me mueve a correr. Y es el lema de mi vida deportiva: el running me permite comer y beber sin medida, con la garantía que el ejercicio se ocupará de quemar todo exceso.

Ya dije que a muchos deportistas esta perspectiva no les parecería bien. Ni sana. Ni deportiva, puestos a asumir.

Con estas, después de dejarme los cuádriceps descendiendo por la pista de cemento hacia Mazcuerras, con curvones peraltados al 24%, sodomizar mi resistencia mental mirando hacia arriba en el Toral, un ascenso de escasamente mil metros de longitud pero doscientos metros de desnivel, después de pisar barro y caer, tirarme arrastrando el culo por lodazales en la ruta de los Puentes, disfrutar como un bellaco (así lo muestra la Foto de Jairo Niebla) en un descenso homicida, riendo por primera vez en mi vida mientras  caíamos por un cortafuegos deslizante, después de todo eso, pude aparcar el coche, contento, feliz por haber terminado en un honorable puesto 234º de casi 400 llegados a meta, tras siete horas y cuarto de batalla.

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Luego me costó más tiempo encontrarlo. Llovía y me perdí un poco (algo hay que decir).

Entre medias, pude conocer el nuevo sitio de vinos y tapas llamado Las Hijas de Florencio, en el nobilísimo Paseo de Pereda, justo frente a los barquitos de juguete de la real clase aristocrática del país de juguete. Me costó acomodarme en un taburete de la barra (debo recordar que venía de correr cuarenta y cinco kilómetros por la montaña) así que tiré de anticoagulantes naturales. Probé un fresco verdejo Palacio de Bornos, que me sirvieron con una tapita de un queso aparmiggianado. Ideal.

A la media hora me dolían los cuádriceps. Le eché la culpa al taburete pero, en realidad, la culpa la tenía un tramo de barro que tuvimos que ascender después del avituallamiento de la campa de Ucieda. También que me empeñé en bajar al galope del Toral y debí agitar las fibras musculares más de lo debido.

Todo esto son excusas para decir que de segundas paré en la franquicia de tapas Al Punto, en Hernán Cortés con Gándara. La cosa es que tenía bastante tiempo hasta la hora de cenar y me seguía informando de opciones de moda. Ante el momento, un rioja me hidrató y probé si la lista de precios era un gancho o realmente la diferencia de precios con Madrid se mantenía compensada con calidad. Así las cosas, me apreté una de minihamburguesa (sic) con queso y otra de morcilla de Sotopalacios con pimientos de piquillo. Recientes de la plancha.

Cada vez me dolían menos las piernas. Habían desaparecido los espasmos involuntarios de los gemelos que me dieron rematando los dos kilómetros de asfalto que conducen a la abarrotada línea de meta de Cabezón de la Sal y ni me acordaba, vaya, de una rigidez en las cervicales que me da en el trabajo.


Foto: Facebook El Rochi

Haciendo tiempo para cenar, paré en el Rochi (c/Florida). Es un conocido restaurante cercano a la zona del Ayuntamiento y que tiene un ala gemela con el formato de bar de pinchos. Se nota cierta cercanía a la costumbre vasca del pintxo en la barra. Me gustó y entré para leer un poco la prensa y conversar con su camarera. Resultó que transmitían el Festival de Eurovisión en la televisión de casi todos los españoles (exceptuando quienes defraudan fiscalmente, cuyo dinero no va a financiar la televisión pública, obviamente). Por tanto, mientras fuera llovía lo que no había llovido durante la celebración del Soplao, me sirvieron una copa del tempranillo 828 y dos pinchos. Uno era un pudin de cabracho y el otro un pincho de tortilla con verduras y salmón.

Si espiritualmente ya estaba recuperado de los cuarenta y cinco kilómetros a pie, físicamente empezaba a sentirme en paz con el cosmos. Evidentemente, era el vino.

Por recomendaciones, cené en La Vinoteca. En calle Floranes, al lado de la plaza Numancia. Ojo al lugar, regentado y atendido por Koldo y Luis, amén de su joven y atento equipo de sala.


Foto: sobremesa.es

A ver si sé contarlo. Tienen un Menu gastronómico (sub 30€). Eliges tres platos de carta y un postre. Con una copa de Pitaccum, esa mencía tan chula de 2008 y que estmamos disfrutando de la producción  berciana, me dejé recomendar y llevar. Total, llevaba así todo el sábado, dejándome llevar por las indicaciones de cántabros con sentido común.

Una terrina de conejo y foie con guisantes frescos y un poco de cebollino. Su punto de pimienta y de -quizá- comino.
Canelón con falso relleno de cigala. Salsa blanca de vino. Amabilísima.
Un interesante rabo de cerdo ibérico, deshuesado, también presentado como terrina. Con sumo gusto y con un puré cremoso y sabroso.

Postre, crema de limón sobre migas de bizcocho y helado de nata y una fresa y una hojita de menta.

Todo excelente. Por un momento llegué a pensar que me estaban tratando demasiado bien. Quizá creyeron que era un crítico gastronómico. Pero deduje que la cosa es como es. La calidez de La Vinoteca.

Debo decir que, en ese momento, pensé en pedir un certificado de empadronamiento en Cantabria. Pero habría sido injusto para mi familia, habría sido innoble para esa urbe que tanto amamos, Madrid.

Además, se habría terminado la posibilidad de viajar a sitios de los que solamente has leído, oído. Se habría esfumado la aventura.

Y no saldrían posts tan jugosos ni inocentes como este. Aunque a algunos les parezca que lo que cuento es indigno, que fomenta el alcoholismo y que está en contra del espíritu del corredor de las cumbres.

Tus cinco paraísos para correr

Seguro que has corrido por un lugar salvaje, encantador, delicadamente cuidado o que evoca lo mejor de tus pensamientos.

¿Nos lo cuentas?

Vayan los míos.

Ladera sur de la Sierra de Lagunilla (Salamanca-Cáceres).

Hay una caída entre mesetas por donde discurren el GR10, sendas de herradura, huertos y sosprendentes castañares y robles. Es imprescindible visitarlo aunque sea sin correr. Un poco más allá de los famosos cerezos en flor.

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Rive de L’Erdre (Nantes, FRA).

Saliendo de Nantes centro, en el valle del Loira, un afluente de este «rio de los Reyes» tiene un sendero lujuriante, marcado para el odio y el deporte. Aparentemente sin final. Como todo en Francia.

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De Ribadesella hacia el oeste.

Camino de Santiago o simple excursión. Desde la terminación de la playa de Ribadesella, una de las villas marineras más bonitas del país, en dirección al finisterrae. Se pasa por Tereñes, carreteritas y se desemboca en el desfiladero de Entrepeñes. De ahí, a la playa de Vega. Un paraíso.

Camino de Santiago: Triacastela

Bajar desde O Cebreiro hacia el entorno de Triacastela es una barbaridad para los sentidos. El descenso se enroca en sendas, arbolado y aldeas escondidas.

 

 

Por el South Bank, Támesis, (Londres, UK)

Cruza el río hacia la parte sur. De ahí surge el Thames Path. Un GR de decenas de kilómetros que trastea detrás de edificios históricos, los famosos puentes de Londres, etc. Y lleno de runners.

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Fotos: AngelPilger.net, DiscoverLondonBridge.co.uk, Spanjaard, Wikipedia.

Podcast para corredores. Más música (V)

Llega el diecinueve.

 

TEMAZO 1. Podcast del 19/May/1. Capsula es un grupo de Bilbao con un cantante argentino. Cada bilbaíno decide nacer donde quiere así que pongamos que este trío guitarrero norteño/porteño nos sirve para encabezar la lista de hoy. Leña. Hit’n Miss les expandió por los circuitos de radio. Expandámoslos por los circuitos de correr. Dios mío, parezco un maldito DJ radiofónico…

TEMAZO 2. Podcast del 19/May/2. The Verve son capaces de convertir tu despertar, odioso, lleno de dolores, fascitis plantares, tendinosis varias, en una mañana perfecta. No hay pereza si tienes en tu playlist Bitter Sweet Symphony. Runner, levántate y anda, como dijo el otro.

TEMAZO 3. Podcast del 19/May/3. El 4 de Agosto de 1964 The Kinks sacudían Gran Bretaña con You Relly Got Me. Y es que 1964 era un año catastrófico para intentar sacar algo aunque el caldo de ultivo del pop estuviera más que preparado. Y es que durante Abril de 1964, los Beatles coparon doce posiciones del top100 del Billboard Hot 100 en categoría singles. Incluyendo los primeros ¡cinco temas!. Pero la banda de los Davies explotaban con su riff guitarrero y, por esa sencilla razón, están en el Podcast de Mayo. ¡A correr!

TEMAZO 4. Podcast del 19/May/4. Rosendo podría ser un equivalente a los ACDC con un -quizá- deje de caña y tapa de patatas de bravas. Este Agradecido sacó del retiro al veterano cantante del grupo de rock urbano Leño (1978-1983). En 1985 paseó por el país entero esta clásica guitarra guerrera. Si esto no te hace acelerar (mira por donde vas, cuidado con la música de alto potencial y los cruces), no lo hará nada.

TEMAZO 5. Podcast del 19/May/5. ¿No te gusta? ¿No te motiva al menos a correr? Tu no tienes sangre, ¿verdad? The Pogues reencarnan la bulla irlandesa, los pastos alegres, bosques, sendas o barro o la madre del cordero de las fiestas cerveceras. Aplicado al correr, debería ser el himno que sonase en todas las salidas de las pruebas de trail running. Sit Down by the Fire es un necesario complemento en tu playlist.

Los Diez Mil del Soplao. El Infierno Cántabro

Corría 2007 cuando se organizaba por primera vez una prueba de bicicleta de montaña en los alrededores montañosos de Cabezón de la Sal. Ciento sesenta de los cuatrocientos inscritos completaban los más de ciento cincuenta kilómetros en bicicleta de montaña. La prueba asomaba al calendario en un lluvioso Mayo cántabro y dejaba imágenes y leyenda de dureza, barro y puro monte. Había nacido el Infierno CántabroLos Diez Mil del Soplao.

Hoy viernes por la noche arrancan los primeros participantes de seis mil deportistas de largo aliento. El Infierno se ha convertido en un evento múltiple con versiones de ciclismo de carretera, montaña, marcha a pie y trail en varias distancias.  Los Diez Mil del Soplao organizan un quintal de rutas para que miles de aficionados a las largas distancias puedan saborear más barro, pradera y kilómetros. Porque la aventura en campo abierto gana adeptos.

A las 23h de hoy los primeros participantes comienzan con la fabulosa salida en Cabezón. En mitad de una noche marcada por la lluvia y los vientos del norte cantábricos, 150 ultramaratonianos tirarán hacia un bucle de 123 kilómetros que recorre la Reserva de Saja. Amanecerán castigados por correr y caminar de noche y su primer alivio será comprobar que Bárcena Mayor, la joya rehabilitada de la zona, les ofrece un avituallamiento majestuoso.

Será a las 8:00 del sábado cuando tres mil bikers y más de dos mil marchadores y corredores repitan el ritual de la salida. Al tronar de «Thunderstruck» la población norteña aplaudirá el comienzo de las pruebas de BTT (165km y 10.000m de desnivel acumulado), caminata y maratón (45km y 4.000m de desnivel acumulado). Además existen retos más particulares como la prueba combinada o la ruta cicloturista, a celebrar el próximo 1 de Junio.

Una primavera cambiante

El despliegue de medios y voluntarios ha ido creciendo paralelo a las diversas ediciones. En una época del año con meteorología cambiante, donde se han dado ediciones con calor infernal y con lluvia y bajada de temperaturas, el cariño de los habitantes de la zona y la preparación de los deportistas es lo poco que se puede anteponer a un Soplao que exige lo mejor de cada uno.

«El que no quiera mojarse que se dedique al pádel o al fútbol sala. Ahí no hay barro», afirma un participante. Los participantes han aprendido de las ediciones pasadas que el sobrenombre infierno no es épica gratuita. En la edición de 2011 el sol pegó sobre las espaldas de los bikers. En 2012 el barro y el frío determinaron cambios de urgencia a los que muchos se refieren estas horas previas. Los recorridos largos se cortaron y hubo tensión entre corredores y organización.

Las predicciones del tiempo para este fin de semana acompañan a la locura primaveral. «No es nuevo», aseguran participantes locales, «esto es el norte y no podemos asegurar sol y treinta grados». El facebook de la prueba revienta de las atmósferas a las que está sometido.

La organización ha optado por remitir a los participantes a las experiencias previas y no mantiene más correspondencia con participantes que piden cambios, anulaciones, o la garantía de que el viaje y la inversión monetaria no sean en balde. Al fin y al cabo la bicicleta de montaña o el trail running son deportes de aventura.

Imágenes: BikeZonaTV

Juez árbitro descalifica 82 participantes por correr con mp3

Estos han sido los argumentos del Juez árbitro de la Federación Gallega de atletismo presente en una prueba pedestre. En la Media Maratón de Vigo se ha descalificado a ochenta y dos participantes por correr con mp3.

¿Es una medida excesiva?

Así se desprende de los comentarios de los participantes en el foro de CorrerenGalicia.org. La entidad organizadora de la prueba, la Agrupación Deportiva Media Maratón de Vigo y 10k Praia de Samil, ha emitido un comunicado mostrando su disconformidad con la descalificación en masa.

Señalar que la prueba se celebraba con la dirección técnica de la Federación, de común acuerdo con la Agrupación Deportiva. Pero los términos de «dirección técnica» distaban de estar consensuados de antemano. O se había supuesto que el reglamento de la prueba daría interpretación a estos asuntos no escritos. Ante la polémica, la organización declara que

la mínima recompensa que se merecen estos 82 atletas es verse en una clasificación, después de haber corrido una media maratón como cualquier otro atleta.

Del mismo modo se sitúa del lado del deportista afirmando que «apoya y defiende al atleta popular, y actuaciones así se alejan de la realidad del atletismo de calle». Pero la «realidad del atletismo de calle» es un concepto indeterminado y la descalificación siguiendo las normas IAAF ha sido un hecho.

¿Correr con mp3 por la ciudad es peligroso?

Es cierto que se impide oir si una ambulancia o un vehículo viene pidiendo paso. Correr escuchando música es una delicia si vas por el campo o si estás en el gimnasio. En este blog colgamos pistas para que puedas tener más y más entretenida música guardada en tu dispositivo. Pero eso no quita que piense en lo peligroso que es no oir mientras corres por la calle. Vivimos en un entorno de movilidad exagerada y los conductores no están siempre pendientes de todas las variables que cruzan por su ruta.

Y los reglamentos de las pruebas están para leerlos. Con antelación, no buscando resquicios para la queja posterior o la denuncia en los juzgados.

¿Lees el reglamento de las carreras en las que participas?

¿Impugnarías algún reglamento? ¿Contactarías con un organizador exigiendo modificaciones o explicaciones, para después tomar una decisión sobre tu participación?