Runstorming Runstorming

Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

After all these calculations…

Acabo de tomar unas notas manuales. Delante de mí, en la pantalla, la web de la prueba que unirá Madrid y Segovia dentro de un mes. A mi lado, más notas referidas a la trotada seria que haré mañana por la noche. Con todo esto y con las últimas variables manejadas con mi cuerpo y entrenamiento, del cual hablarán los resultados de aquí a treinta días, ha salido una foto.

Han salido varias, cierto.

En esta se atisba un esquinazo con resultados, quién sabe si parciales o finales, con números y horas y minutos y cálculos de calorías y – quienes me conocéis – sabéis que parte de la frase anterior es un anzuelo y es irremediablemente mentira.

Con la otra fotografía (o webcamgrafía) me quedo para mirarla, sufrir, que me caigan sudores fríos pensando en qué baremos tengo que moverme. También para mirar al cielo cada dos horas cuando se avecine la fecha de mitad de Septiembre, cada día cuando cambie la previsión de la AEMET para las localidades de salida y llegada (actualmente inmersas en un efecto cocedero muy agradable). Esta otra imagen es privada. Me da hasta reparo mostrarla. Contiene una tabla completa de parciales, de totales en tiempo y en kilómetros. La enseñaré cuando me dé cuenta de su irrealidad, o de cuanto se puede progresar quitando peso al – viejo – cuerpo.

Las ‘calculations‘ se van a tiempos totales que mejoran mi tope en trails de cien kilómetros. Con ocho años menos corrí en la Serranía de Ronda 101 kilómetros. Con catorce menos estuve por primera vez inmerso en los fogones de los 100km en 24h de  Corricolari. Con experiencia suficiente repetí esta última prueba. Pues bien. Estos tres parámetros me tienen que dar paso a una nueva mejor marca personal.

Veremos. Dijo un ciego.

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