Me llega un tweet del amigo Miquel Pucurull, institución en el mundo de las carreras de asfalto en Catalunya, diciendo que eche un vistazo a un enlace. La clásica Matagalls-Montserrat, prueba masiva y personalísima del calendario de la FEEC, decide estrenar también un formato de 101km. Así, es más ultratrail.
Corro, como si no tuviera otra cosa que hacer, a la web de 9cat donde asoma la noticia. Y me doy de morros con una foto donde se combinan, todos en traje, mierda, me piden ser abonado o no podré leerlo. Así que a la web del club excursionista Grácia. ¿Excursionista?
¿Pero no estamos hablando de transformar una marcha excursionista señera en un evento de 14h de tiempo límite y una distancia absurdamente exacta?
Leo: «La Mm Ultra serà una de les probes d’ultrafons més dures de tot el circuit mundial d’ultra trails i és fruit de l’adaptació de la clàssica Matagalls Montserrat. Aquesta prova és d’una elevada exigència física, a part dels 101 km de distancia, acumula un desnivell de 8.000 metres i c…» Tengo que detenerme. Estoy agotado antes de terminar siquiera el artículo. La Matagalls siempre ha tenido un recorrido. Muchos hemos llegado a conocerla porque su nombre nos remite a una travesía. Como la Lieja-Bastogne-Lieja, como la Paris-Roubaix, o la Madrid-Segovia, hasta el Gran Trail de Peñalara o la Maratoimitja de Penyagolosa.
¿He dicho Marato i Mitja?
¡Ja! Asoma la Castelló Penyagolosa 115. ¿Y eso? Nada, que el calendario necesita de más tortura, más ultra. Es, imagino, uno de los efectos de la expansión brutal del fenómeno Ultra Trail del Mont Blanc. Que, si no se ha dado cuenta nadie, pretende dar la vuelta a un macizo montañoso. No exige que las pruebas sean como ella. Bueno, quizá sí.
No me convence. El paisaje está lleno de excusas para organizar rutas con simbología, donde la distancia no sea el parámetro. Pero todo es un parámetro, una etiqueta. UT Guara, UT Montsant, UT Granada, UT Andorra, asombrosamente uniformes. Parece que hubiera una censura autoimpuesta; no menos de 100km, no menos de 6000m D+, no menos de… Que de acuerdo. Que en la libre elección de los organizadores está en tirar por ahí.
Pero si yo tuviera un equipo de cincuenta personas, organizaría cosas como la travesía del peregrino en invierno, el Duratón a cholón, la transoriana o la trashumante del mercado de churras. Medirían lo que midiesen. Lo mismo me estrellaba. Ya me conocéis.
Yo soy como sabes un recién llegado a esto de las ultras, pero estoy fascinado del aspecto estético. Estético, en una doble acepción, por un lado en el aspecto del equipamiento -eso que en otros deportes se llama «configuración»- que es curiosamente reaccionario frente al atletismo «de asfalto». Aquí se trata de sentirse diferente y no ser uno más haciendo temblar el puente de Brooklyn.
El segundo aspecto es mucho más curioso y frenopático: cuanto más dura y despiadada sea la carrera, tanta más demanda. No queremos carreras que transcurran por bellos parajes sino carreras que pongan los pelos de punta, o incluso que tengan lugar en sitios comúnmente considerados hostiles para la vida humana, como los desiertos, los hielos polares, junglas llenas de serpientes (kit anti veneno obligatorio)…
Recuerdo en mi última carrera adelantar a varios corredores incapaces de andar y casi convulsionantes; a uno de ellos le llegué a preguntar si quería que llamase a emergencias. Pero allí estaban, “disfrutando”. Y es que en este tarado deporte, no sólo es la distancia sino la garantía de sufrimiento lo que atrae a muchos corredores.
No es raro que alguna carrera sea rebautizada a IMPOSIBLE 2012 o DESERT INFERN. Incluso me planteo la conveniencia de que los organizadores entreguen las camisetas no antes sino después de la carrera, estampadas con alguna leyenda del tipo “Yo sobreviví a las 100 MILLAS DE LOS TABANOS”.
Los organizadores comercialmente hábiles deben explotar el poder de convocatoria que tiene el dolor y los usuarios de tan delicados servicios, deberíamos comenzar a planificar nuestras carreras corriendo sin ropa de abrigo (cuando sea necesaria), saltando uno de cada dos puestos de avituallamiento o cargando nuestra mochila con piedras. Todo en fin lo que contribuya a aumentar el delicioso sufrimiento, hambre y sed.
Y si crees que bromeo, tiempo al tiempo.
16 diciembre 2011 | 10:57
Pues mira que este año me tiraron los tejos para hacer la MM pero no me animé. Siendo una carrera en la que hay leches por coger el dorsal, ¿no pueden inventarse otra carrera para los «ultras»? Ya sólo queda que inventen la «ultraRetiro», 25 vueltas por la tapia hasta que te marees y no sepas ni dónde estás.
Ay bendito…
16 diciembre 2011 | 11:06
¿Bromeas?
Te quedas corto.
http://www.junglemarathon.com/
http://www.badwater.com
Y esta de 1600 millas.
http://ultrarunning.uk.com/relentless/
16 diciembre 2011 | 11:13
Juan, pero ¿cuál es el problema?
¿Abren una nueva distancia para ampliar la oferta?
Si es así, ¿por qué no sacan más dorsales, simplemente?
Si es que quieren atraer a una nueva superélite, y resulta que los corredores ahora nos dividimos por estrellas como los generales, me bajo de esto.
16 diciembre 2011 | 11:18
si me dieran 50 dice :-DDD
aplanao questás aplanao (de arriba del casquete, digo)
bss a la prole
16 diciembre 2011 | 14:13
Esperemos que la marató y mitja la dejen como está, qué locura de distancias, non plus ultra ¿o esto era de otra cosa?
16 diciembre 2011 | 19:16
Y llegarán las de 100 millas, y entonces ya no será válido lo de los 101km…
16 diciembre 2011 | 23:30
Retarded, ya hay algun corredor con un espiritu en línea con lo que tu comentas: «…deberíamos comenzar a planificar nuestras carreras corriendo sin ropa de abrigo (cuando sea necesaria), saltando uno de cada dos puestos de avituallamiento o cargando nuestra mochila con piedras…» Busca retosjuanes en el foro eltatleta.com 😀 😀
En lo demás, muy de acuerdo con Luis. Me parece que este marketing de #contramasduromejor se ha salido de madre y nos podemos estar perdiendo bellísimos recorridos a cambio de cencerradas sin historia ni chispa.
Por ejemplo: Cualquier organizador de ultras USA se volvería loco si tuviera una red de una decena de Cañadas reales con más de 500 años de historia y un cuajo de leyendas a sus espaldas. Ahí se puede correr desde 100k (como la Madrid Segovia) hasta el infinito, pero siempre hay una historia detrás.
En fin, pasará el tiempo y quedarán las buenas carreras, espero. En esto como en todo 🙂
17 diciembre 2011 | 12:59
Ejemplo de una preciosidad en esa linea: Cañada real de los Roncaleses. 117k con toda la historia y belleza de paisajes que uno pueda querer. Balizada a la perfección como GR y con topoguía completa. Realizable del tirón o en 2-3-4 etapas con base en pueblos.
http://www.spain.info/es/disfruta/con_el_deporte/senderos/navarra/gr_13_canada_real_de_los_roncaleses.html
Y como esta, en España, a patadas….
17 diciembre 2011 | 13:02
¡Andá! Erronkari trail!!
17 diciembre 2011 | 23:43