Hace años acudí a tomar el te en el histórico Hotel Claridge’s de Londres. Fue un regalo a mi santa. Ya sé, saliváis, vosotras las lectoras esclavas de runners que os sacan, máximo, a la media maratón de Coslada o al maratón de Sevilla. Por una cantidad similar a la que te gastarías en una tarde de cine y dos bocadillos de chistorra y palomitas, el Foyer (foto) del hotel surte a quien lo quiera reservar el siguiente surtido: surtido de 30 tés, [sic] a delicious array of finger sandwiches, pastitas dulces, y -todos en pie- raisin and apple scones with tea-infused jam and Devonshire clotted cream.
Hoy he reconstruido una parte. Anoche ya me tiraron una puntada desde el sofá. Amor, me apetece algo de picar…
Absolutamente pasado de vueltas por la ingesta masiva de los principios de Ferrán Adriá, actué. Sin duda alterado por haber visionado en hilera de todos los capítulos de El Bulli, Historia de un Sueño, que tenéis en la web de rtve.
Mi interpretación se basa en utilizar cosas facilitas. En una casa normal hay alguna lata de butter cookies, mermelada de frambuesa -la Vieja Fábrica- y queso cremoso de untar sobre unos picos de pan o tostaditas. Como comer no es cosa de un sólo sentido, un poco de hierbabuena para ir oliéndolo todo al mismo tiempo.
Después de esto, qué mujer se puede negar a nada.
Hah, hah, hah.
Sardonic laugh.
Good post man! Como ud es un caballero creo que aplaudirá en silencio el regalo que un servidor hizo a su pareja el pasado viernes (por su 46): cena a base de apertivos en el 41º de Barcelona. He de añadir que los gloriosos snacks de Adrià’s brothers no asientan bien el estomago y el alcohol afecta más. Lo pasemos bien que diría aquel.
11 septiembre 2011 | 13:07
¡Qué decir, entonces! Regalar es la base de convivir.
11 septiembre 2011 | 15:04
Sentidos….,mejor insensibilizarse.
11 septiembre 2011 | 21:03
Pues creo que mejor será que la próxima vez lo sirvas en otro sito… La tabla está un poco cochambrosa y sucia.
14 septiembre 2011 | 00:32
El contrapunto ideal.
14 septiembre 2011 | 06:24