Algunos de los que leéis habitualmente los blogs y foros de correores ya pensáis que lo que hacemos algunos tiene un mérito especial. No dejan de aparecer los comentarios cachondos de compañeros de trote, especialmente a las cinco y media de la madrugada, con que si el método Arribas y que si mejor las carreras de 100 o las de 120 kilómetros. Además hay un trillón de runners ocasionales y participantes en pruebas que desconocen a qué barbaridades nos dedicamos un par de veces al año. Mentarles que estuvimos veinticinco horas por la montaña o que nuestras carreras se cuentan por cientos les parecería descabellado. Posiblemente estén más cargados de razón que de calcio en los huesos.
Pero todo es una espiral. Hace dos domingos salian un par de centenares de corredores desde Courmayeur para recorrer un bucle de 330 kilómetros y varias decenas de miles de metros de desnivel. Además contaban con 7 días de tiempo límite. Allá que se lanzaron amigos varios de la blogosfera del corredor: Anaime, los hermanos Teres, Abel, Txeroky, incluso la elite con Salva Calvo (que finalizó segundo con 86 horas de trote para recorrer la distancia entre Madrid y Zaragoza). Se llame Tor des Gèants o Marathon des Sables, Badwater o 4Deserts project, seguimos aumentando el cargamento de pienso para la bestia. Pero es que ¿tanto nos llama la cosa de la aventura?
El vade retro es, pues, preciso. Apártate, no me contamines. «Abreviad en la crónica o la próxima tenemos a todos los del foro inscribiéndonos», es un párrafo que encontramos tema tras tema, gran trail tras gran trail (tres tristes tigres…). Escribe, frente a la locura y la admiración, el buen amigo Atalanta que «Siempre reconozco que tienen parte de razón pero quizá haya otra explicación. Tal vez nos negamos a crecer por completo, tal vez a veces nos guste seguir jugando igual que cuando éramos críos. No debe ser tan malo este tipo de locuras si te suministran tan buenos momentos». Lo mismo es que nos negamos a crecer evolutivamente, a dar un paso más. Estamos muy bien dedicándonos a los últimos retazos de lo que se dedicaban nuestros antepasados hace cincuenta mil años. No queremos pasar al pozo del homo tecnologicus.
Al final, levantarse a las 5.15am para salir a despejar la mente será un suave ejercicio de jubilado del ultramaratón. Anda patrás tuuuuuso.
La única diferencia entre un hombre y un niño es el precio de sus juguetes, digo de sus ludotecas.
Un abrazo, golfo. Algún año de estos nos veremos en la MDS.
22 septiembre 2010 | 23:24
Si te refieres a la Muy Descontextualizada Sansilvestre, seguro. A la otra, buff.
23 septiembre 2010 | 06:35
¿Cual es el limite que separa la locura de la cordura? ¿Por que 100K de Madrid a Segovia esta bien porque son solo 100K de Madrid a Segovia y el UTMB es una locura? ¿por que La Napolienne es una locurita y el GTP es criminal? ¿Y la San Silvestre es de cuerdos o de locos?
23 septiembre 2010 | 07:14
Más sobre la espiral. Si estos bestias del Tor des Géants son inalcanzables, cómo calificar a esos 2 franceses que terminaron ese «paseo» y quince dias antes habían hecho la Petite Trote a Leon (245 km, 19.000 m desnivel +).
Más info en http://loracodelcucut.blogspot.com/2010/09/una-parella-dinhumans.html
Así que me rio yo de nuestras locuras. Benditas ellas.
Elage
23 septiembre 2010 | 07:33
Yo creo que cien kilómetros son una distancia que se parece algo a las distancias entre ciudades próximas, que se recorrían a pie o a caballo o bicicleta en un par o tres de jornadas. Mi padre contaba el otro día cómo los ganaderos del pueblo tenían que ir con alguna frecuencia pastoreando desde Avila a la ladera este de la Sierra de Madrid, cosa que los acercaba a los 50 o 60 kilómetros. La transhumancia, la caza más primitiva, todo eso está entre el medio día y los cuatro o cinco días de desplazamiento.
Ahora, no es tan cafre hacer 330km por la montaña como tener que hacerlos con apenas una hora de sueño por noche. Como siempre, el problema es la velocidad, no la distancia.
23 septiembre 2010 | 07:38
Ojo que la Tor des Geants no es una prueba cualquiera, estamos hablando de 300 Kilometros por Alta Montaña con pasos a casi 3.000 mts de altura. Entiendo que es una prueba reservada a gente con mucha experiencia en Ultras de montaña y a mas en montaña pura y dura, algunos de los finishers son ochomilistas. Solo hace falta escuchar a Salva cuando dice que el UTMB es un paseo al lado de esta mega carrera. Los retos estan bien pero debemos asumir nuestros limites y nuestras capacidades. Hay pruebas que poco a poco, al tran-tran estan al alcance de mucha gente pero esta tiene poco margen para ir al tran-tran.
Que conste que aunque me parezca una pasada no descarto presentarme algun año en la linea de salida pero de momento lo veo un poco lejano, no me dejo arrastrar por la epica de los que terminaron porque se que detras de esa epica hay mucho sufrimiento quizas demasiado
23 septiembre 2010 | 08:43