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Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

Camino de Santiago a lo burro

Parrafada intro.

Nuevo proyecto. Sin siglas, sin compostela (ya nos ganamos mi esposa y yo la misma hará tiempo) y posiblemente sin parangón. Urdiendo, una tarde de verano retomé los ardores caminantes y recordé qué fresquito se está en otras latitudes. Es lo que tiene vivir en el páramo continental matritense y, asociando a otros proyectos donde estamos colaborando, encaminados también al Camino de Santiago de Madrid hasta Segovia, pensé si sería atractivo hacer un gran tramo en versión destripaterrones.

Planteamiento.

No había demasiadas opciones dado que la idea inicial era coger el coche y apechugar en modo solitario los kilómetros hasta la entrada de Galicia. Existen opciones para volver de Santiago a varios lugares en autobús, así que empecé a modelar un punto de arranque. El Bierzo es bonito. Dicen por ahí que Vega de Valcarce te permite hacer toda la subida (bellísima) a O Cebreiro. Pero sería ponernos en casi 190km y tan duro no soy. Digamos que mi límite de discapacidad está sobre los 150km.

Desde O Cebreiro hasta el Obradoiro santiagués hay 156km. ¿Opción salvaje? Salir el viernes y embutirme unas 35 horas de ruta en autosuficiencia y tirando de los pueblos y restauración local. Hablándolo con uno de los permanentes conspiradores del cuarteto de los botellines, Bandoneón, sacó de la manga un plan de ataque que dió un giro rápido hacia la posibilidad certera: «vos querés hacer todo el camino de Galicia, yo te llevo a la salida y dejo el coche en Santiago, regreso a un punto intermedio y dormimos para que podás hacer dos etapas».

Desarrollo.

Dado este sensato plan, que descartaba automáticamente al anterior por tener que correr durante una noche de otoño de más de 12 horas y perderme los paisajes de ensueño de la Galicia interior, todo era poner fecha. Noviembre está suficientemente lejos de mi estado comatoso actual y viene bien a la agenda de la familia. El resto de la cuadrilla, una vez notificados, acuerdan que el 12-13 puede ser interesante. Así las cosas, ya tenemos a Guille y a Bandoneón embarcados, con altas posibilidades de que Edu también se embarque en la salida del viernes por la noche camino de Piedrafita do Cebreiro.

Haremos dos etapas. La primera, desde O Cebreiro, en la madrugada del sabado, bajando a Triacastela, Sarría, Portomarín y hasta las afueras de Palas de Rei, unos kilómetros antes. Serán aproximadamente 85km. La segunda, desde Lestedo (suponemos) por Palas, Melide, Arzúa y hasta Santiago por la directa, otros 70km.

Andrés se reserva para la logística y la segunda etapa. Edu, Guille y yo, en principio, haríamos todo el pack si bien el Camino permite flexibilizar alguna posible baja.

Autosuficiencia con monedas de curso legal para los autoservicios y tiendas locales o bares, mochila al hombro y con lo justo. Calculo que serán dos tiradas de unas 12 o 13 horas cada día, más en el primero que el segundo, pero también abiertos a que nos caiga la del pulpo en forma de lluvia y que el avance sea más penoso que otra cosa. Ya iremos contando las novedades del proyecto.

Fotomontaje cortesía de Pedro 'Canillas'

2 comentarios

  1. Dice ser Solidamente

    Suerte con esta nueva «zurra» que os proponéis :). Especialmente lo que dices, que el noviembre en Galicia sea algo atípico y no le dé por llover demasiado.

    15 septiembre 2010 | 20:50

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