Estoy dando forma a una pequeña barbaridad, nada fuera de lo común en estos pagos, ciertamente. Y estaba a punto de escribir a un amigo un correo presentándosela. Éste, también cofrade de las distancias sin control, respondería «ya, pero las prefiero a solas». Y me ha dado por pensar, mientras meto pedidos en el programa de la oficina.
Un ejemplo de unos 150km sirve para este pensamiento de relumbrón. ¿Soy más cafre si lo intentase por mi cuenta? ¿Es incorrecto para la puridad ultrafondista por embarcar a mi trio de los botellines de cerveza? ¿Perderé mi lugar en el olimpo de los radikal kañeros por trocear una tunda gigantesca en dos etapas de 87 y 70km, durmiendo si dios quiere en blando?
Y es que veo los hilos abiertos en los foros habituales y a veces me asusto. Raro es el fin de semana en que un exmaratoniano se empuja un gran trail de cien millas, se topa con la barrera mental de la segunda noche en marcha o desayuna subido en un risco de 2,900 metros mientras se prepara para los siguientes 47km. Quizá sea el momento de dar un giro a esto, al menos de mi parte. Prefiero ser menos inmortal y poder trocear las aventuras en unidades más manejables que, tiene huevos, aún son carreras de 50, 70 u 90km.
Ya sé que argumentaréis que ambos son compatibles. Que una inmensidad como el GTP se puede hacer en grupo, que los cien de la Madrid-Segovia son perfectamente un evento social. Asímismo la preparación, la compra de material, la exposición en interminables emails que detallan listados y objetivos… cierto. A medias. Se corre charlando o se va solo. Cuando uno da tumbos después de 21 horas en marcha no se corre con los colegas. No estoy seguro si estoy mezclando conceptos o amalgamándolos. Por un lado creo que correr sin límite es bueno, sano, estamos preparados para ello, y es incluso necesario. Pero correr solo pierde sentido para mí. De estar solo, prefiero leer un libro o dormir. Correr solo es un coñazo. Degustar una comida solo es una mierda. Follar solo no es follar, es ver porno en la red.
Y creo que seré más feliz si propongo bestialidades de medio calado a mis amigos. A éstas quizá se apunten. Pero si les digo que quiero atravesar el globo de tirón, me quedaré con los laureles del más sonado de la tropa pero, indefectiblemente, solo.
Estimado diarreico, comparto sólo en parte sus disertaciones. Correr solo, a diario, por «obligación» es, en demasiadas ocasiones, un coñazo; sobre todo el acto de salir, en mi caso, siempre pegándome a mí mismo patadas en el culo para empujarme (metafóricamente hablando, por supuesto, porque de flexibilidad no tengo ni la efe).
A lo que iba, que es entrar en este blog y se me licua el cerebro. Que sí, que puede ser un coñazo, pero que si lo que haces es interesante, no te aburres ni bostezas, seguro. Pongo ejemplo. Unir dos recorridos por tu zona de 30km para hacer el megaentreno de 60 puede ser deporte y tontuna al mismo tiempo; sólo reto deportivo, me refiero. Irte a un sitio del que lo desconoces todo excepto ortofotos y una serpenteante línea que debes seguir, puede convertirse en la madre de todas las motivaciones sean 70, 110 o 200km. Tiene su riesgo claro, no de matarte, sino de cagarla, de perderte, de encontrarte una valla que no se veía en nuestro fiel amigo Earth, de tener que vadear ríos y mojarte las cosininas que nos cuelgan… pero, coño, si no fuera por esos momentos, todo el deporte que haríamos sería la Wii de los cojones.
Atentamente,
s
07 septiembre 2010 | 15:08
S13, la clave de mis insomnios es si no sería más feliz saliendo a correr con los colegas durante 50 y no sólo durante 110.
Sobre tu deyecto escrito, estoy de acuerdo contigo. De salir solo, que sea por un sitio atractivo. Eso añade aventura, qué duda cabe.
Pero debe ser que me explico peor que corro.
07 septiembre 2010 | 15:12
No. No serias mas feliz.
Ya podes dormir en paz.
07 septiembre 2010 | 15:23
correr lo dejo para mi ,es mi esfuerzo ,voy solo ,animo a los que me pasan,no me gusta el publico,ni los brazos en alto en la meta,el verdadero amigo del corredor es el dolor,no lo olvideis nunca,es un deporte individualista,nadie te va a subir a cuchos,para subir el picu benzua,nadie entrena por ti,tus lesiones son tus lesiones,seamos sinceros correr con compañia esta bien para hacer miles farlek y echar una parrafada despues y irse a tomar un te ,pero en una carrera,que es una carrera,no un evento-coloquio- se va a demostrar-te de lo que eres capaz corriendo,no teniendo relaciones insulsas,para eso ya esta facebook no?
07 septiembre 2010 | 17:08
Como de ultradistancias no tengo ni pajolera idea, me voy a permitir opinar solo de los temas que domino:
– Efectivamente, follar solo no es follar, aunque hoy en dia el porno no se disfruta solo en la red.
– A nachotrota: después de correr, nada de té, prueba una cerveza con limón (después de correr, de montar en bici, de comprar el pan, etc…)
Y ahora medio en serio, yo diferencio los dias en los que me creo corredor, en los que me flipo, me pongo música motivante en plan BSO de películas y me voy a darme palizas. Estos los quiero para mí solo. Y luego (los más), días en los que me la suda la distancia, el ritmo, si me duele aquí o allí, y me limito a correr por el placer de correr.
Y como todos los placeres, mejor acompañado.
07 septiembre 2010 | 17:39
No somos más duros por hacer burradas, ndc. Somos burros persé y éso da para hacernos los duros. Contrimasduromejor: NO. Contrimassolomejor: NO. Contrimasburromejor: NO.
La motivación va más por el sendero que marca Ser13gio, incluso la que marcamos a lápiz de la CruzaEspaña que se quedó en tu cruzaCLM+Levante y mi CruzaCL+Galicia. Se es feliz saliendo a trotar, a mi no me cabe duda, luego está juntar los tiempos de los colegas con los de uno mismo. Qué te voy a contar que no sepas. Por mis partes, miro el calendario y veo 60ks, 70ks, 45ks, 120ks, 200ks, sin carreras, sin dorsales y acabo viendo gentes trotando a mi lado llegando a unos vehículos después de un palizón del copón con una caña en la mano y maldiciendo del que no llego a cargar la ruta en el gps, o al que se le olvidó traer el mapa por confiar en el del gps. Por supuesto sonriendo, porque si no voy a sonreir, prefiero ir solo.
07 septiembre 2010 | 19:11
En mi caso son las circunstancias las que mandan, si encuentro compañeros de viaje bienvenidos sean pero si al final no encuentro compañia(Teide 2008 y 2009) y no hay posibilidad de aplazamiento pues a hacerse el duro, sobre todo en los tramos nocturnos. Otra cosa es en las carreras, normalmente me gusta afrontarlas en solitario sobre todo las de largo aliento porque es muy dificil acomodar los ritmos con alguien mas, o bien vas incomodo por ser mas lento al tuyo o lo que es peor vas incomodo porque te cuesta seguir el de tu compañero. Siempre hay excepciones y un buen equipo bien compenetrado consigue aunar fuerzas para alcanzar un mismo objetivo, primando el colectivo sobre el particular (Carros 2003). De todas maneras yo soy mas que duro cabezota y si hay algo que se me ha metido en la cabeza y no encuentro compañeros tampoco me gusta adaptar mis objetivos a los de otros, uno que es asi.
09 septiembre 2010 | 07:27
Parece que cada uno encuentra una forma distinta de motivación para darse las ultra-palizas: Unos el dolor compartido, otros el ver hasta donde soy capaz de , otros la ilusión de un lugar nuevo, o un reto mas dificil…
En mi caso, quizá por venir del monte antes que de la pista de tartán lo veo casi al 100% como Felipe: esto es, si un objetivo me enamora, ojalá pueda hacerlo encordado con unos compañeros del idéntico nivel al mío, que me den seguridad y buenos ratos compartidos.
Pero, si no hay cordada así, no pasa nada: Al monte en solo, y a pelearlo lo mejor que sepa.
Cada tipo de salida tiene un gusto propio, creo. Personalmente, me gusta poder hacer una de cal y otra de arena. Indeciso que es uno 🙂
12 septiembre 2010 | 08:52