The Friolers (2009, CD)

Traigo a colación, que se dice en los bares, un sentir y un comecome. Anteanoche, a la que me encontraba con los compañeros de las cinco y media, me sorprendí de ver al personal aún con mallas largas, doble sudadera y guantes, alguno. Yo, entre tanto, sudaba como un gorrino a pesar de pantalón corto y sencillo chubasquero. Eran las 5.40am, sí, pero los termómetros de la calle ya marcaban 8 y 9º, dependiendo de la orientación y viento dominante. Y me vino a la cabeza que el español es un friolero quejumbroso. Si, además, cumple ya los 50, se convierte en una lasaña de capas textiles imposible de desmadejar.

Pongamos el ejemplo de mi progenitor. Aún marcado,  creo que de por vida, por haber nacido en diciembre de 1941 con un metro de nieve en las calles, se embute en la famosa cuádruple capa: camiseta interior de tirantes, camiseta cuello perkins o vuelto de algodón, jersey de pico o chaqueta de punto y trenka o sariana o chaqueta sindicalista. Según la temporada. Pero es que la temporada le dura de Septiembre a Junio.

Y luego hablamos de las dry fit y de los cortavientos y los buffs. Señores, tarde o temprano esa legión de frioleros nacidos bajo pasaporte español pedirá consejo sobre cómo afrontar el correr en invierno (esta herejía de apenas 5 semanas que tenemos con tal nombre) o se meterá contigo por salir en pantalón corto. Lo que en realidad pide es consejo sobre la cuarta capa, la vaselina para proteger su cutis de oficinista o las vitaminas para afrontar el desgaste del invierno (si queréis buceo en la red y os muestro dónde se preguntaba tal cosa).

Ahora que las térmicas van tomando posición entre valles y cerros de la península, ¿cuenta servidora con el permiso de vuecencias, The Almighty Friolers, para abandonar las mallas, las dobles mangas y los guantes que se descosen? Si ven que tal, que todavía es época de salir con una manguita de más, gorrillo cual estibador de Felixtowe, me lo dicen. Siempre podemos ponernos de acuerdo.

Huy dios, qué viento y qué cielo más gris. Preparemos las cadenas para el coche.

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