Mañana, 92km: material

Por encima. O puede que nos coman los lobos o terminemos bebiendo vino a morro en las cuevas de El Molar. En todo caso, La Napoleonienne, como hemos bautizado a la megatirada entre Somosierra y Madrid, dará que hablar y nos reiremos bastante; nos juntamos de lo más irreverente de la blogosfera.

Y ¿con qué material encaro el asunto? Iremos en autosuficiencia con lo que todo debe ir colocado en la mochila Diosaz de mis entretelas. Autosuficiencia pero con multitud de opciones de parar en pueblos y gasolineras. Por ello, no seamos borricos y asumamos que hay sitio y posibilidades de correr cómodos.

¿Wave Fortis, Kayano o Wave Ascend 3?
Mis 74 kilos de partida más el par de ellos que añadiré en la mochila me obligan a escoger entre comodidad o sujección. Estos conceptos suelen sudármela para menos de 12 o 15km pero estamos hablando de tirarnos desde las 7am hasta, probablemente, la entrada de la noche. Catorce o quince horas, aún por buen firme, son muchas horas. Tengo mis Kayano con pocos kilómetros y pueden ser una opción por mantener casi intacto su sistema de talón y amortiguación. Cuando corro muy despacio, cargado y camino tramos diversos suelo fijarme que más que pronación el mecanismo de mi pisada es ‘deslizamiento’. Más que pendular es un trotecillo horizontal.
Cuando crucé de Albacete a Denia cometí el error de llevar unas zapas de trail a lo largo de demasiados km de asfalto. Ahora cuento con unas más cómodas Wave Ascend (amén de unas Cascadia de Brooks todavía más duras) y mañana tendremos más km de tierra, pero aún bastante ruta. En tercer lugar están las Wave Fortis, que ya cumplen un añito pero que han ido alternando sus funciones con las mizuno de batalla. En estos momentos son las más cómodas y probadas, y con ellas he hecho mis dos últimos dias largos (2h35 y 2h50), sobre mucho asfalto y más agua aún. Para despreocuparme de los pies tendré que consultarlo con la almohada esta noche y ver qué me pide el cuerpo. Sobre todo, no hacer el imbécil ni dejarme guiar por conceptos absurdos cuando ni somos ligeros ni sabemos impulsarnos al correr. Una zapatilla cómoda y que nos ame.

¿De corto o de largo?
Salida sobre los -6ºC, pronóstico de viento de espaldas, y paradas frecuentes en las que nos quedaremos fríos. Deberíais leer los correos de adolescentes locas que nos enviamos. ¿Qué me pongo?, ¿tia que llevarás?. Dice uno que las piernas lo que tienen que hacer es joderse y echar a correr, que de ellas no hay que preocuparse. El otro día escribí sobre pantalón corto Kalenji y ayer sobre los baggies de Kalenji. Demasiadas coincidencias, ¿no? La época del ahorro y la vuelta a lo sencillo. Este año estoy estrenando piernas nuevas sin pelos y cada día me da más rabia tener que pelearme con las mallas largas: se me caen o se me bajan de entrepierna o …
Si tuviera que dar un consejo sobre cómo correr durante 15 horas, dos cosas básicas. Que nada te estorbe. Lleves piratas, pantalón corto o malla inverniza de anciana, las piernas son una zona por la que no se pierde mucho calor -menos que por la cabeza o brazos. Vigila que nada te haga rozadura y que no tenga bolsillos donde meter cosas. Déjalo para la riñonera o mochila, o cargarás innecesariamente el textil, se moverá, etc.
Pero, ¿qué corredor que es capaz de hacer 90km aceptaria consejos?

Una capa, dos capas, tres capas.
Sudor, frío, sudor, de nuevo frío… correr es una de esas cosas sucias y dolorosas que el ser humano moderno ha desarrollado para moldear su personalidad. Llevado a las ultradistancias es una patología para unos, y una liberación para otros. Se ve correr a gente en USA sin camiseta, en Europa algunos son auténticos devotos de la ropa técnica, otros parecen salidos de una película de comandos.
Mi opinión para mañana sábado, dia de invierno: una capa pegada al cuerpo y la mochila en la espalda nos cubren lo suficiente los riñones y el torso. Una segunda capa debería ser muy transpirable. Cortavientos, forros gordos, tejidos raros… todo esto será un estorbo que nos acumulará la humedad contra el cuerpo. Más útil serán unos guantes que una manga larga excesiva. Pienso llevar alguna camiseta interior de odioso tejido transpirable (técnico, como gusta decir), ligera y que mande para fuera el sudor. Encima, un viejo forro con el que habré hecho mil kilómetros, ligero, muy transpirable y reliquia de los inicios de decathlon en España.

Mientras me topo con otros materiales o marcas, esto es lo que hay. Una lectura de las viejas costumbres con materiales nuevos.

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