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Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

Uniformidad

Andan condecorando a militares que ariesgaron sus carreras uniéndose en aquello de la Unión Militar Democrática. Al tiempo galopa sobre nuestros colegios el debate de uniformar los niños y en los foros y grupitos de corredores la necesidad de comprar unas camisetas identificativas, o las ventajas o inquietud porque, en algunas carreras, el dorsal ya es una camiseta y unos abogan por la identidad del runner (que desde lejos, por monte o parque, se te vea que ‘perteneces a’) y otros no. Quizá contra la identidad de la carrera pero, inevitablemente, uniformados por las marcas deportivas. En cualquier caso, un marasmo uniformístico.

Entre todo ello, siento que vago como un trozo de madera sin peso ni opinión en cualquier oleaje playero. La generación de la transición con seltz me queda lejana y encima con la desgracia de tener padres de la montonera y sin motivación de nada. La cosa militar siempre me vino grande y lo más a lo que nos atrevimos muchos fue a escurrir el bulto dejando que el movimiento de insumisión se terminase de despenalizar. Así las cosas, ni mili hicimos, solo una objeción de conciencia en pañales, salvado ya el culo sin acabar en Carabanchel ni en el cuartel de Artillería de Fuencarral.

Los uniformes que pertenecen a mi generación son ya el chandal azul con raya blanca y como mucho el de cocinero o el de pintor, coincidentes estos en ser como un agujero negro que es blanco y que se traga misteriosamente dos substancias asesinas; la grasa y el gotelé. Bueno, hasta que aparecieron el naranja kalenji y el negro nike.

Irónicamente, con los años, estoy coincidiendo con militares de todos -y altísimos- rangos en el mundo del deporte. Os recuerdo los 101 de la Legión, muchos de mis compañeros de club, etc. Los veo y analizo, sin ir más lejos en reuniones de trabajo y, hombre, vaya, tienen sus dejes pero son gente curiosa. Posiblemente los militares actuales estén adaptándose a mil cosas. Pregúntenles si tienen uno a mano. Por aquí no nos queda.

1 comentario

  1. Dice ser Dragonkik55

    Es verdad¡¡, nosotros desde que nos agrupamos en el GGM, siempre estamos haciendo camisetas iguales para reconocernos como grupo, como para dotarnos de identidad?

    24 febrero 2010 | 08:54

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