Fresnedillas de la Oliva es un lugar que no aparece mucho en las conversaciones. Es un tranquilo pueblo con un entorno fabuloso al que no había ido hasta hará un año. Sí, la estación de la NASA y la película española sobre los astronautas. Pero nada más. Todo comenzó cuando conocí al argentino de las pelotas, a Andrés. Pensándolo bien, os voy a ahorrar la parte más rosa del asado.
Trillando caminos y hablando fuimos descubriendo que nos une, junto con otra minoría de seres humanos, un saber disfrutar de la vida. Hombre, disfrutar de un chuletón o de un tocino de cielo es fácil, se te apuntan millones de humanos, incluso primates, carnívoros, todo dependa de los tamaños de las raciones. La cosa es descubrir que al tal Bandoneón y a mí nos gusta cierto cariz en las carreras a las que vamos. No son tantas, ojo. El otro día disfrutamos de los imprescindibles y poco más que nos ofrecieron en el raid (whatever) Sierra Oeste en Robledo de Chavela. También gustamos de los mismos placeres por lo añejo, por la vivisección de ternera para la barbacoa, la lucha de clases, el alcohol y los lugares del buen comer en Bilbao, si bien sobre esto se podrían escribir volúmenes y volúmenes.
Y hará un tiempo nos preguntamos si se podría organizar una prueba de larga duración que reuniese todo lo que siempre hemos deseado o lo que hemos experimentado en otras carreras pedestres.
Pues bien. Hoy hacemos oficial que seremos el cogollo responsable de la Iª Edición de las 6 horas de Fresnedillas de la Oliva. Tan rotunda denominación terminará llamándose como quiera el común, ‘las 6 de Fresnedillas’ o qué se yo. Lo importante es que el 27 deMarzo (sábado), a las 13h, sale al mercado otro evento que intentará meter la cabeza en un segmento deportivo que parece mirar solo hacia un par de sitios.
Caminando, corriendo o alternando ambos, ven a disfrutar de un pueblo entero.
