De 2009 a 2010

La transición de 2009 a 2010 lleva varios días gestándose. De hecho acabo de borrar un mecánico ‘2001’ porque los dedos anular derecho y meñique izquierdo todavía están desacostumbrados a este dígito recombinante cuarentón. El paso de década -los programas repasando los mejores de la misma, los que nos quedan de lo mejor de la tele, los zappings y revisiones blogueras- viene con olor de hielo y de más crisis. En 2009 he podido despejar algunas dudas. Por ejemplo, ¿qué se siente un invierno sin pelos en las piernas?, ¿es lo mismo raid que trail? Bueno, no. Esta última la tengo en plena cocción con el gran Goyo Ibort como contertulio. Prometo dar los resultados de tan intrincado debate.

En el último año de la década sin nombre he llegado a la 56ª maratón (o más largos pateos). He decidido empeñar diez minutos más en cada plato para trabajar la presentación en la mesa. He tomado las riendas de mis propios nervios. Sigo aborreciendo el mismo puñado de cosas. Se presenta la oportunidad de volver a organizar cosas, asunto que iremos desgranando en las próximas semanas y a la que espero que podáis acudir en masa para esta primavera. Es triste también comprobar que la gente sigue siendo tal y como lo dejaron hará medio millón de años. Básicamente, monos y monas. Mejor dicho, monas por un lado y marranos por otro.

Aun así, se puede comprobar que siguen triunfando determinados patrones. Lo mismo que lo que triunfa en NY termina poseyendo el planeta, y juro que acabo de ver un prenda que sale a cenar en Manhattan con su chubasquero de correr maratones verde fosforito. No estaba preparado, ha sido la cosmogonía de la tele. Podéis revisarlo cuando cuelguen el video en Españoles en el Mundo. La mezquindad en casa sigue campando y expandiéndose, la prensa se reboza en harina neofasista ya que un inmigrante africano ha sido el primer Campeón de Europa de Cross de pasaporte español. De la vieja Europa, pálida, obesa y conservadora. De la España que no habla idiomas y sigue programando niños bilingües en una balsa de incultura y clasismo de un país católico del XVIII.

En el pote celebrativo que será 2010 quizá acaben cayendo nuevos retos, alguna colaboración incipiente en el mundo digital, una gran melopea hacia el mes de Mayo y su eco de Agosto, y no se realmente qué más contar. Si quereis os coloco una foto de la cena de hoy. Os podría dar pistas de un par de ideas que tengo bulléndome y poder quedar para correr atravesando Madrid de noche en invierno, pero luego estas historias quedan en un grito marginal al vacío. Mejor si os ponéis a salivar con este vaso de brocheta de rape y crema de marisco.

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