Runstorming Runstorming

Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

¿Y cómo llamamos a esto?

Tildes o no tildes en el titular (a devanarse, que me han tenido dudando unos minutos), vamos a lo que interesa: a cenar. No. A hablar del orgullo… gordo. Dicen que la sociedad americana (obesogénica, según los expertos) está al puntito de la quiebra sanitaria. Hoy mismo dice el diario global del español que empiezan a aparecer los gordos orgullosos. Con dos cojones y dos arrobas de morcón.

¿Por qué tengo tanta manía a los gordos?, me dice mi mujer (por no callar). A lo que tengo manía es al azul marino y a los jubilados al volante. Por mí los gordos como si se quieren juntar con los musulmanes o los adoradores de San Telmo. Son libres de serlo. De agruparse, de pedir derechos, si así lo desean. Pero (ah, los putos peros) su orgullo desencadena varios setbacks en mi tiempo, espacio y dinero. Y mi tiempo, espacio y dinero son bienes sagrados por escasos. Como el foie bueno. Marilyn Wann, con sus 129 kilos, ha escrito un superventas, Fat! So? Cómo que ¿y qué? 

Sus ‘diabetes, enfermedades cardiovasculares, dolencias cardíacas, cáncer, artritis, enfermedades hepáticas, infertilidad’ (Oficina de Investigación sobre la Obesidad del Instituto Nacional de Salud de EE UU) entre otros, son falta de recursos y de atención sanitaria para los demás. O, a lo sumo, tan malos y necesitados de atención como los de los demás. ¡Pues está bueno el país de las hamburguesas, como para una nueva epidemia social!

Y la tendrán. Es una epidemia socioeconómica, por mucho que la alegre y combativa escritora lo diga. Por cierto, es blanca. Y en 2009 los porcentajes de obesos en la población blanca son bastante menores (23%) que entre hispanos (28%) o negros (35%). Una enfermedad directamente relacionada con las brutales consecuencias de un sistema económico injusto y la distribución de renta en el país. Estados de la Unión donde lo negro abruma, malvive, se le caen las casas y las subprime, como Missisipi (32%) o West Virginia o Alabama (31% de población obesa), contra estados donde hay simplemente menos miseria como el estricto y soleado Colorado (18%) o los blanquísimos Massachussets o Rhode Island (21%).

Y no me quejaré si hago cola porque hay dos urgencias y un tercer caso de una persona de renta limitada que necesitan pasar delante de mí en el médico. Pero empezaré a mosquearme si me suprimen las prestaciones en atención cardiovascular general porque medio millón de obesos, de filthy lard, de la basura sedentaria de traje y de 4×4 y de comilonas, copan los recursos sanitarios. Todos pagamos impuestos, sí. Claro. Todos menos los que se atascan de solysombras mientras cobran paro y chapucean para levantarse 3.000 al mes. Iros a tomar por culo.

10 comentarios

  1. Dice ser macario

    Sin tilde.

    Respecto a lo otro, pues nada que no sepas; mucha gente prefiere el sofá+TV a salir a hacer cualquier cosa. Tengo un amiguete a régimen estricto, por prescripción médica (120 kgs para 170 cms). Y le comento de salir a andar, patear monte, rodar en bici… y, simplemente, ni se lo plantea.

    01 diciembre 2009 | 08:09

  2. spanjaard

    Y me parece muy bien que haga lo que le sale de los cojones. Pero de ahí a presumir de su lifestyle… que también se oye por ahi, eso de «los del coñá y el puro sí que vivimos bien».

    Y ‘eso, esto y aquello’ van siempre sin tilde.

    01 diciembre 2009 | 08:15

  3. Dice ser celemin

    Te veo enfadao, Luis. Tranqui o tendrás que ir a las colas de las urgencias coronarias.
    Por llevar razón, la llevas más que un sato. ¡Santo Barón!

    01 diciembre 2009 | 12:21

  4. Dice ser pechicos

    A las güenas. Yo me he puesto gordo y no estoy contento y por supuestísimo que no me regodeo de mi opulencia. Ahora bien, ¡cuanta razón tienes, sponjas!.

    01 diciembre 2009 | 19:07

  5. Dice ser blus

    el tema es más jodío de lo que parece, ¿qué hacemos con los fumadores?, ¿bebedores habituales?, ¿conductores quasisuicidas?, ¿ejecutivillos workahcólicos?, ¿cocainómanos?, osea, que hacemos con todos aquellos que hacen con su vida y con su salud lo que les sale de ahí mismo, ¿los fusilamos?, ¿ponemos en la SS un baremo para que paguen de acuerdo con lo que comen, corren, esnifan, ven (TV), etc…?, ¿quien dice que a mi, corredor paquete habitual, no me va a dar un yuyu mañana mismo por mi manía de ir en mallas por el parque?, yo no tengo la respuesta. Digerido el mosqueo (legítimo) no me veo diciendo a nadie como tiene que vivir.. no se…

    01 diciembre 2009 | 20:54

  6. spanjaard

    No vamos a pedir nada de los brillantes cerebros de los que diseñan las políticas sectoriales, visto como se está toreando el mayor hostión económico del siglo.
    En cualquier caso habría escalas del gordo-fumeur-workahólico-integrista:

    1. víctima
    2. inconsciente
    3. que se deja llevar
    4. tendente al pitorreo
    5. combativo y orgulloso

    El 1 o 2 podrían ser objeto de ayuda. El 3 necesita un repaso moral de su entorno. El 4 mejor no tenerlo cerca, se le podría dar un toque. El 5, talión.

    02 diciembre 2009 | 07:10

  7. Dice ser Yoku

    Tío, me estás copiando el estilo. Y el final, directamente fusilado.

    Por cierto, estás emgordando.

    02 diciembre 2009 | 18:19

  8. spanjaard

    Sierto. Salvo un dia que perdí 6kg hasta que aparecieron por la noche en la báscula, estoy engordando. Y te daré de collejas subiendo el Reventón con un tupper de patatas revolconas.

    02 diciembre 2009 | 20:02

  9. Dice ser Clark Gable

    Por esa misma regla de tres, ¿qué hacemos con los que colapsan las consultas médicas con tendinitis, sobrecargas, roturas fibrilares, problemas cardíacos derivados del sobreesfuerzo, etc.? Nunca llueve a gusto de todos y conviene mejor no articular demagógicamente un discurso en temas de salud porque cada uno puede salir perdiendo.

    02 enero 2010 | 19:54

  10. spanjaard

    C.Gable, si lees detenidamente verás que estoy igualmente en contra de que se saturen por esas razones que argumentas. Si me lees con frecuencia verás que, de hecho, reniego de los corredores que hacen del sobreesfuerzo un modo de vida deportiva.
    Saludos.

    02 enero 2010 | 20:05

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