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Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

Carlitos y el Kanchenjunga

Al desvencijado aeropuerto internacional de Katmandu llegan los vuelos de Ghuazou, Amsterdam o Delhi con el objetivo de aproximarse al Kanchenjunga, el pico de más de 8.500 metros que significa en nepalí «los tres tesoros de las nieves», por su triple cima. Al Kanchenjunga y sus expediciones no se unirá Carlitos en su puta vida, pero esta mañana iba por el barrio como si tuviera hasta patrocinadores.

Qué tío. Cómo relucían las gafas de nieve, el gorro calado lanoso, los trango y las salomon trail pro 2 rojas. Lo malo es que … bueno, lo malo, lo malo. Relativamente, pensar que malo y ridículo es abrigarse así por la periferia nueva de Madrid con 10ºC y ventarrón NW. Uno piensa que es relativamente imbécil y que nos lleva a una dependencia definitiva de los cacharritos y que subsume al ser humano en inutilidad parcial para la vida. Uno aduce que con los fríos, en fin, medio extremos, como aquellos de los primeros 90, en los que uno pasaba las navidades y los Eneros, con -12º por el páramo de Avila… y llevabamos zapatillas sin control de pronación.

Y salíamos con resaca. Y unos guantecillos de algodón y pantalón de chandal. Aún no había mallas.

Pero me contestan que si las batallas de Stalingrado y que si corríamos tras el enemigo. Pero el cosmorunner cierra el círculo y las referencias a correr con frío apuntan a una aclimatación tecnológica y bioquímica cuasi marciana. Créanme. Uno lee «unas mallas termicas, un termico ciclista, guantes y gorro, y lo sobrellevaba bien […] un protector labial, y al llegar a casa antes de estirar, la ducha. Tampoco está de más , tomar vitamina B12, para prevenir» o «alguna crema calentadora para las piernas 15 minutos antes de salir», o mismamente «con -5º he salido, con Buff, gorro, guantes, buenas mallas de invierno, y arriba 3 capas, la última cortavientos. Obviamente todo transpirable». ¡Para salir una hora por el campo en invierno a 40º de latitud N, con windchill effect similar al de una escarchada fuerte con la cara y las manos al aire y poco más! Porque, según mis escasos 30 años de atletismo, con 3 capas y doble boinilla térmica, a partir de los 10 km de trote y someramente abrigado el retailrunner empezará a sentir un ahogo mortal y deseará un ayuda de cámara para dejarle la mitad.

Así que esta mañana, mientras desfilaban mozuelos y canijos participantes en la XX Milla Escolar de Alcobendas, ahí iba el Carlitos con su aspecto de expirenaico con amplio fondo de armario. Qué cabroncete. El Carlitos.

retailrunner

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