Yo iba a hablar de la retroalimentada crisis que está asomando por mi cabeza, ya sabes, lo de cumplir 40. Si me lo dicen hace un año me habría reido. Bueno, de hecho me reía. Ahora ando mirando de quitarme de aquí, de qué me falta y si mis espaldas, abdominales que sé que tengo aunque no sé donde los he puesto, preparar las articulaciones para afrontar las 100 millas del año que viene, cualquiera -calculo- que haya cumplido esos 40 podrá detallarme con más ahinco qué se siente y por qué sintomatología se transcurre.
Pero me paso al mundo porcino. Al de la programación de televisión. En plena cuesta abajo hacia la desaparición de la publicidad de las cadenas de televisión públicas, deben estar haciendo caja. Anoche metieron 3 cuchilladas consecutivas de ¡6 minutos! en horario de más de las 01.00am a la película Snatch. Hostia -me dije- sí que está cotizado el minuto de late night. La película gira entorno a los grupos mafiosos británicos, uno de los cuales usa cerdos hambrientos para hacer desaparecer los cadáveres. Justo como están intentando con el objeto televisivo: se programa un asesinato sobre un guión lleno de ritmo, se trocea y se da de comer a los hambrientos anunciantes que, lo juro, se repetían y se repetían. Cerrando el círculo de la deglución, visto que eran las 02.18am y no había manera de que terminase la película, deseé a los cerdos que tanto anuncio repetido les terminase produciendo ardores.
Joder, que susto. Cuando he leído el título creí que ibas a hablar de Camps, que está de rabiosa actualidad.
03 agosto 2009 | 12:07
Lo mejor de las crisis de los cuarenta es que, en el mejor de los casos, solo dura diez años, mientras no te de la pitopausia no habrá problema ni 100 millas que no puedas superar.
03 agosto 2009 | 12:46
Mamma mía, la pitopausia. Eso merecería un simposium completo por sí mismo.
03 agosto 2009 | 12:48
Los 40 son la liberacion. A los 40 ya triunfaste o fracasaste en la vida con lo que nadie se fija en como te va, Ademas sos lo suficientemente vital y emocionalmente maduro como para hacer cualquier cosa que te salga de la punta de la polla y tan respetable como para que nadie (familia, amigos, etc) se atreva a cuestionarlo. Ya nadie espera demasiado de uno. Ni siquiera uno espera nada de uno mismo y esa sensacion de libertad es impagable. A los 40 terminan los proyectos de caracter socio-familiar-laboral-economico y empieza la vida. Ni siquiera es una decada de deseo sexual desenfrenado sino de la placidez del «uno y dejame dormir en paz» que es una experiencia mucho mas gratificante que el conejero sexo de los 20. Ademas si estas en pareja desde hace algun tiempo ya te dejan hacer la siesta y hasta te miran con ternura cuando roncas. Los 40 son una etapa de maravillosa plenitud personal.
03 agosto 2009 | 13:16