Runstorming Runstorming

Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

Unadeterror

– ¿En qué te quedarías tu sin cordones?, ¿eh?.

Matías terminó pronto de recoger la cena y se puso a alinear calcetines, la camiseta de fino tejido con cuatro imperdibles y uno colgando, en previsión de perder otro, un pantalón casi ridículo para la segunda semana de Enero, guantecitos como de japonés empujagordos o de alférez provisional y gorra psicológica, de las que no hacen falta pero le daban seguridad a Matías, genial expresión de corredor meticuloso y embebido. La cita de la media maratón de Getafe, figurante de lujo en el reparto de los circulillos rojos (10k) y azules (medias) en el calendario del banco que colgaba tras la puerta de la cocina, entre cumpleaños, reuniones y comidas familiares. Era la noche anterior a la carrera más rápida del calendario madrileño y las sensaciones, mientras colocaba el altarcito de ropa, gafillas, compeeds y vaselinas, inmejorables. Su plan de carrera, su ritmo, su grupo y sus amigos, su vida.

– Que digo que si te escondo los cordones de todas las zapatillas, ¿en qué te ibas a correr tu mañana? – martillearon en su corazón. No sería capaz.

«Vamos a ver, repasamos. Calcetines kalenj… esto, no, centrémonos, ¿a qué viene esto de esconderme los cordones? He recogido la cena, colaboro con las tareas del crío, de la casa, ¿a qué viene ESTO?. Pero ¿se cree que estamos en El Padrino? ¡Mis cordones!. Joder, podría usar otros de otra zapatilla, aunque las zapatillas voladoras… no sé, ¿se resentirían si tuviera que poner unos, qué se yo, de los zapatos de vestir, de las botas de mont…? ¡Qué idioteces estoy pensando!  Tengo la conciencia tranquila, siempre me manifiesto a favor la conciliación familiar, ¡debo tener la puta conciencia tranquila porque mañana quiero intentar el sub 1h31 y no estoy para bromas!»

– O si te escondiera la zapatilla izquierda de todos los pares que tienes….

«Esto es demasiado. No puedo estar oyendo estas cosas» – las sienes ardiendo y el golpeteo de los latidos en la carcasa afeitada, como Chema Martinez. Matías, tienes cara de tísico, ella qué va a saber. Mis compañeras de trabajo qué sabrán, que una está solterona y la otra con ese culo vive con un barrigón que en su vida habrá corrido diez, ¡qué digo diez!, ¡ni dos kilómetros!. Pues que no me caliente, ¡que no me ande! O sea yo haciendo una vida saludable, que no gasto en hospitales, que no ando con el 4×4 por ahí jodiéndolo todo, mira su hermano, a ese no le va a quitar los cordones, el cabrón, lleva gastadas más horas de UCI que yo de entrenamientos. Me voy a la cama, no entraré al trapo, no te fastidia ahora con el cachondeo. Menuda manera de descansar antes de una carrera importante. Por que ESTO es importante para mí. Coño. Hala, ya estoy cabreado con los putos nervios. Siempre me pasa algo parecido».

Un día, allá por sus tiempos de novato, por 2006 -cuánto ha pasado ya- quiso ir a su primer medio maratón y se quedó dormido. Se levantó una hora y pico después. Juró que no volvería a sucederle nunca más y, con el tiempo, se le ha ido la mano con los métodos para estar medio en vilo toda la noche. A Matías, soltero, psicótico y runner se le ocurrió que colocar post its hirientes en la cocina sería una idea cojonuda.

Créditos:
UNADETERROR (2009)
Guión: Mi santa esposa
Realización: Spanjaard
Subvencionado por la SGAE. Spanjaard Guarrindongos Autors Enterprise
Distribuye: wp

3 comentarios

  1. Dice ser Commedia

    También él tenía «Una pesadilla en mi armario». Parece muy real para tratarse sólo del guión de una peli de terror. Enhorabuena a la autora.

    ¡Qué difícil es conciliar la vida familiar y correril!

    26 mayo 2009 | 09:16

  2. Dice ser Carlos

    Jajajaja… ¡Buenísimo!. Mis felicitaciones a la autora. 😉

    26 mayo 2009 | 12:12

  3. spanjaard

    Eeeeeeeeso, ¡dadle correa! Luego se crecennnn….

    26 mayo 2009 | 14:13

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