¿El footsie sí y el football no?

Nos reíamos en el blog del sr Saco porque un capellán que tiene la bolsa de Londres había tenido una feliz ocurrencia, tipo Letra Escarlata, marcando homosexuales como los chotos y demás sandeces homófobas. El Financial Times Stock Exchange Index, para los amigos footsie (la zorrita de los mil brazos y los agujeros mirando hacia Islandia), tiene cura oficial. Saltaban unos y otros diciendo que de qué nos extrañamos,

que si el Ejército tiene capellanes y hasta un obispo, pues por qué no la Bolsa. Y ahora que lo pienso, los clubs de fútbol también los tienen.

Ahí le ha dado Joaquim. En todo el jepeto. Tenemos decenas de ejemplos en los que se ofrecen títulos futbolísticos a los santos locales y regionales (Moreneta, Pilar, la Almudena y su horrenda construcción de Chueca Goitia y decorada por Kiko Alcüello, etc.), equipos que reciben la bendición de las jerarquías antes de comenzar la liga, cuando llegan a importantes partidos, para que llueva y se moje el campo, se sacan rogativas y se frien los altillos, estantes y cómodas con estampitas para que un equipo gane o -más concretamente- que otro pierda, alfileres clavados en muñecos comprados en el chino con camisetas de Raul o del Kun o de Ronaldinho… ¿queréis dejar al pais sin folclore popular?

La RFEA debería hacer obligatorio presentar antes de cada partido actas con alineación inicial, suplentes, equipo técnico, capellán, organista o kapelmeister, monaguillos, coro de benedictinos y monjas de la orden de las Estultas.

Ateos de mierda.

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