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Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

Grisham o el autómata

Dice:

Leí a Faulkner siendo muy joven, porque en el colegio nos obligaban a leerlo. Disfruté moderadamente alguno de sus libros, pero lo normal era que me resultara imposible pasar de la página 10. La razón por la que colecciono sus primeras ediciones es porque son una magnífica inversión. Me gusta coleccionar relojes de pulsera y primeras ediciones.

y

Yo sé que lo que yo hago no es literatura. Para mí, el elemento esencial de la ficción es el argumento. Mi objetivo es conseguir que el lector se sienta impelido a pasar las páginas a toda velocidad. Si quiero lograr eso, no me puedo permitir el lujo de distraerlo. Tengo que mantenerlo en vilo, y la única manera de hacerlo es utilizando las armas del suspense. No hay más. Si me pongo a intentar entender las complejidades del alma humana, los defectos de carácter de la gente y cosas de ese tipo, el lector se distrae, y eso es un lujo que no me puedo permitir. Por supuesto que he leído literatura en el sentido clásico. Todos tenemos esa clase de libros en la biblioteca de casa. Me obligaron a leerlos en la escuela, y le confieso que no me gustaron demasiado. No entendía por qué decían que eran tan buenos.

Un autómata como el John Grisham que aparece en la entrevista de EPS este domingo pasado es una preocupación para la especie humana. Un personaje del engranaje editorial que empuja los demás títulos hacia estanterías apretujadas y donde se mezclan toneladas de papel que han costado lo suyo.

Yo quisiera que ninguno de mis conocidos fuera un autómata. Por supuesto, tener hijos y desviarles de estos raíles del «no preocupe a los demás y trabaje en lo suyo» es otra de las labores que me encomiendo con frecuencia. Además, estoy ahora escogiendo regalos para los citados canijos. Y veo de todo. Poco está encaminado a la creación por uno mismo, los famosos juguetes educativos merecen un libro aparte. Pero es que el diseño de autómatas sigue contando con la aceptación popular. Es tremendamente divertido hacer chistes sobre la capacidad de los voluntarios olímpicos chinos para obedecer al unísomo y crear estupendas coreografías, y al mismo tiempo someterse a la rutina veraniega de parque, pueblo y piscina. «No quiero ir a Torremolinos de vacaciones», le espetaba una niña a sus padres. La niña tiene seis años. Los autómatas de los padres, cuarenta. La niña come gusanitos en el parque o en la piscina municipal porque unos progenitores robotizados asumen que será por su propio bien por lo que la niña ordena. No se plantean pensar actividades aparte, estando Madrid como está llena de posibilidades culturales para no acordarse del puto Torremolinos. Grisham y los padres de la niña, y la hilera de asociados al perpetuum mobile que ayer regresaban (es-ca-lo-na-da-men-te, según un replicante que da las noticias en Antena 3). ¿Para qué?

El abogado que dejó la toga para escribir a sueldo y los padres de la niña que vive mejor entre envoltorios de gusanitos y diez mil corredores que han participado en un evento originalísimo en Madrid: la Nike automat race.

5 comentarios

  1. Dice ser Mondo Gitane

    Hagan algo para que deje de sufrir. El puto Grisham. Chema se leyó 5 del puto Grisham y nada de Behan. Chema tiene sonrisa de personaje de Grisham.

    01 septiembre 2008 | 19:13

  2. Dice ser lampuzo

    La cuestión es que la mente tiende a la automatización de tareas para «ahorrar» recursos. También, para el equlibrio diario, se necesita una «dosis» de rutinas que nos permiten optimizar tiempos…
    El problema surje cuando la automatización se generaliza, bien por problemas mentales, cretinismo ó por último, y el que mas nos debe preocupar: La claudicación , mediante presión inductiva diaria, y que está propiciado por la capas dominantes de la mierda de estructura social que tenemos . (Autómatas en el sometimiento)

    Espero que al recibo de la presente os encontréis bien de salud.., yo bien.., gracias a Dios…

    02 septiembre 2008 | 18:38

  3. spanjaard

    ‘Henry, Gráce a Dieu’, cuñao, era creo recordar uno de los veleros de combate más poderosos de la ‘grande armée’ del siglo XVI. Me suena de un libro que tuve yo por casa (ya es raro, comienzo a pensar) que se llamaba «Grandes Veleros».

    De la wk: http://en.wikipedia.org/wiki/Great_Harry

    03 septiembre 2008 | 08:15

  4. spanjaard

    Nota. Ojo, de la armada inglesa.

    ¡Qué!, ¿aburridos?

    03 septiembre 2008 | 08:17

  5. Dice ser Juanma

    Dios…. a ‘estirar goma’ enviaba a algunos, jejeje…

    03 septiembre 2008 | 08:57

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