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Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

Boqueron Man

No me voy a Málaga. Y fijaos que me atrae como ciudad, es una mezcla de locura, urbe grande, calima y recuerdos de viajes adolescentes. Boqueron (sin tilde, léase llana) Man es un superhéroe creado ayer, que se levantó a las 6.30am a limpiar 3/4 de boquerones y a freirlos. Como dice mi santa, de cocinar a deshoras y para tuppers y dias siguientes «los vecinos pensarán que cenamos cocido y desayunamos boquerones».

La cosa es que ayer venía escuchando el Séptimo Vicio (Radio 3, RNE) y entrevistaban a un catedrático de literatura medieval al hilo de unas jornadas sobre Igualdad en las que había destripado el discurso medieval que aún colea en el lenguaje. Su ponencia repasaba desde la misoginia aristotélica que luego ha derivado en los códigos medievales como las Siete Partidas, hasta el discurso de Jimenez Losantos sobre Soraya Sáez de Santamaría. Sí, lo de «no es el PP que yo voté, el de Camps, el de la Niña de Rajoy, Soraya y tal».

Luego cenaba con una amiga a la que le pueden los nervios y la situación de su hogar. Me parecía injusto que su chico, mucho mejor persona que yo, sufriera de pitido de oidos constante «es que ayuda mucho pero en casa nada», «es que anoche hice la cena para cinco porque se quedó sobado leyendo un cuento a los nanos». Lo malo que Boqueron Man es un antagonista de héroe. No llega ni a antihéroe; por un lado le daría mis poderes, por otro le daría el título de Boqueron Man a él porque tiene casi trillizos y 30 dosis más de paciencia que yo. Hasta le mandaría los boquerones para que se los diera de cena a la troupe. Me falta iniciativa, o mejor, la que me sobra para algunas cosas me falta para otras.

Una muestra más. Al tonto la bolsa (llevo con la bolsa de deporte a cuestas intentando buscar un hueco para correr desde el Domingo) se le han adelantado de nuevo. Boqueron Woman – esta sí que sí- me regala la tarde para que me desfogue por los caminos y cañadas de la sierra de Moralzarzal, Cerceda, Manzanares el Real. Cierre de ciclo y cierre de párrafo sintéticos. Tres días intentando salir, uno de trote. Tres párrafos intentando contar que uno vale lo que vale, sin más, y una redondilla bloguera para mostrar cuán difícil es conciliar.

2 comentarios

  1. Dice ser sylvie

    Cada uno vale lo que vale y es como es…lo bueno o lo malo, es que cambiar, no se cambia.

    besitos.

    09 julio 2008 | 14:43

  2. Dice ser Cientounero

    ¡Conciliar! ufff. Y con tres niños……! buuuuffff. Intento que el trotar no altere la vida de mi familia. Así me va; madrugones y sueño, días (muchos) que no salgo a pesar de querer, carreras a las que no voy por no sacrificar el fin de semana de la familia o las vacaciones de la familia.

    Un saludo y buenas carreras.

    09 julio 2008 | 15:32

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