Runstorming Runstorming

Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

I married a puppet

Que me casé con un teleñeco, me dice mi teleñeco. Los jueves por la tarde premenstruales la dejan ablandada como una pasa en vino dulce. Se ve sin autoridad, sin fuerza vital, qué horror los ciclos naturales de la bestia humana. Y, ¿qué le queda como refugio a mi teleñeco en momentos de flojera? El resto del Show. Anímate, Gonzo, que tienes la suerte de estar rodeada de una panda de monigotes de felpa y pelo que te quieren y valoran. Que somos animales gregarios y si nos falta una pieza, más si eres tú, cojeamos como la madre que nos parió.

Y es que somos animales sociales. Cuando uno tenía veintitantos años era de los de la cuña aristotélica. Una manera más de ser pedante y un enterado, cosas que uno tiene que serlo a los veinte, para pasar al extremismo y el combate, porque luego llegan los treinta y toca ser moderado y progresista, justo antes de tirarte en la mullida cama de agua de los cuarenta, donde el orden, la conservación y la queja empiezan a ser tu ideario básico.

Así que me tomo la libertad de pegar dos maneras de traducir y entender, una vez más pero en primicia en mi blog, ese fragmento de Aristóteles (Política, I).

Massachussets Institute of Technology (MIT) classics library.

And therefore, if the earlier forms of society are natural, so is the state, for it is the end of them, and the nature of a thing is its end. For what each thing is when fully developed, we call its nature, whether we are speaking of a man, a horse, or a family. Besides, the final cause and end of a thing is the best, and to be self-sufficing is the end and the best.
Hence it is evident that the state is a creation of nature, and that man is by nature a political animal. And he who by nature and not by mere accident is without a state, is either a bad man or above humanity; he is like the «Tribeless, lawless, hearthless one»

La traducción de Azcárate, en la Biblioteca Virtual cervantes.

Así el Estado procede siempre de la naturaleza, lo mismo que las primeras asociaciones, cuyo fin último es aquél; porque la naturaleza de una cosa es precisamente su fin, y lo que es cada uno de los seres cuando ha alcanzado su completo desenvolvimiento se dice que es su naturaleza propia, ya se trate de un hombre, de un caballo o de una familia. Puede añadirse que este destino y este fin de los seres es para los mismos el primero de los bienes, y bastarse a sí mismos es, a la vez, un fin y una felicidad.
De donde se concluye evidentemente que el Estado es un hecho natural, que el hombre es un ser naturalmente sociable, y que el que vive fuera de la sociedad por organización y no por efecto del azar es, ciertamente, o un ser degradado, o un ser superior a la especie humana; y a él pueden aplicarse aquellas palabras de Homero: «Sin familia, sin leyes, sin hogar…»

Cada uno que saque sus consecuencias. Una traducción moderna, sin miedo al término «animal político», ajena a los ringodangos de la cultura mediterránea. Otra, una españolísima y clásica del siglo XIX, católica y muerta. Ambas dicen lo mismo, que somos un teleñeco grupal. La sociedad de correr solo por los parques, la que no saluda, la del mp3, no se entera (y, lo que es peor, creen que han inventado la forma total de realización humana).

4 comentarios

  1. Dice ser Carlos

    Entiendo mejor lo de los teleñecos que la traducción del tal Azcárate, (al que no tengo el placer). Y sí, esta sociedad cada vez es más onanista.Suerte esta noche. 😉 🙂

    10 agosto 2007 | 10:58

  2. Dice ser Glo

    Observo, por lo leído en esta suculenta entrada, que Spanjaard es hombre capaz de comprender muchas cosas, entre las que quizá se encuentren también algunas ajenas. Y digo esto, porque de lo que yo puedo hablar es, exclusivamente, de mí y de mis experiencias.También supongo que su interpelación en el blog de Rafa es una especie de juego, algo así como el ajedrez o las damas, en el que no mover también es jugar, de modo que no hay escapatoria y además el tiempo corre en mi contra… Salvo que rompa la baraja (cosa que decidiré si hago sobre la marcha).

    10 agosto 2007 | 11:57

  3. Dice ser Glo

    Antes de nada, quiero disculparme: no voy a centrarme en el tema de la entrada, como se pide en la columna de la izquierda, sino que voy a tratar otro diferente. En realidad ésta es, como la anterior, una visita de cortesía sin previo aviso, como las que se hicieron mutuamente España y Estados Unidos, por medio de los acorazados Vizcaya y Maine, antes de la guerra de Cuba :)Al grano:Físicamente, los seres humanos, necesitamos muy poco: en cuanto a espacio, casi nada. A este respecto, basta recordar algunos caserones y pisazos, en los que la actividad se reduce a la cocina, a un cuarto próximo y a un aseo; el resto es un páramo desolado, que se utiliza en contadas ocasiones. Y si el clima es benigno, esa primera necesidad probablemente se pueda atender con una sencilla cubierta que estorbe el sol y no deje pasar la lluvia, y un espacio cerrado para las situaciones que requieran más intimidad. Así pues, una vez cubierta esta primera necesidad ¿Qué parte queda por cumplir de la “esencia última del oficio” de arquitecto? Supongo que la representación, que es para lo que sirve el resto de la casona o piso a los que me he referido antes. Socialmente, una vivienda suele ser un elemento importante de nuestra imagen: primero, porque cuesta una pasta, y segundo, porque su lenguaje habla también de nosotros… Pero antes de continuar, me gustaría saber la opinión de Spanjaard al respecto, porque igual me estoy yendo por los cerros de Úbeda. Pongamos unas bases claras para el diálogo.

    10 agosto 2007 | 18:44

  4. Dice ser Spanjaard

    Estimado Glo, la esencia última del arquitecto es precisamente ver la cáscara y no la transformación del hecho construido, la creación de un mercado aberrante utilizando la perversión jurídico-económica de la urbanización. Sí, la casa, el metro cuadrado, el uso, el entorno y los puntos de encuentro, los espacios de creación y los módulos postmodernos. Cuando se resuelva el soborno capitalista al comprador, trama tejida desde la delimitación de suelo, usos, volúmenes, infraestructuras, consumo energético de lo urbano y financiación hipotecada de la propiedad, ya podéis poneros con la cáscara. Saludos.

    12 agosto 2007 | 21:51

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