Como dice el Juanma, es que uno está ya muy mayor. Aquí va el paso por el centro de Leiden, al final de la primera vuelta, con toda la banda animando (lo que cambió la cosa en la segunda media, coño). A mi lado viene la angustia viviente de Koen, uno que bajó de 1h52 a 1h46 gracias a los oficios de este viejo perro que no levanta los pies más de lo necesario, como se puede comprobar en la grácil estampa. Hay más fotos, por cierto, pero en las otras me arrastro aún más.
Por cierto, era de los canijos. En esta ciénaga, los anuros y diversos peces de fango suelen pasar de 1m90. Véase el gachó de amarillo detrás mio. O detrás mía, como diría mi madre. Más por cierto, los que no lo conocen, nada, pero con el tiempo tengo el mismo estilo que mi padre. Corriendo, digo. Echo los pies igual, zarpaleo, que dice él. Los brazos los uso para lo mismo (no caernos) y las piernas van cogiendo el mismo modelado.
Lo que se hace a veces para rellenar este espacio en blanco que quedaría, si no, a la izquierda de la fotografía….
Pon unas fotos más hombre…Fdo.otro que usa los bazos poco
13 junio 2007 | 20:26
jajaja…¡Y que zarpeleemos muchos años amigo!Un saludo. 😉 :-)P.D. Un día de estos me grabo en vídeo, porque hasta mi hija me dice que «corro raro». Miedo me da… 😛 😀
14 junio 2007 | 06:51
Mucha descripción de tu porte correril, pero yo sigo sin saber cual eres…Por eliminación digo yo que serás el de las gafas de sol, no?No te quejes que tú aún parece que corres, que yo siempre parece que voy andando.besitos.
14 junio 2007 | 08:42
Coña, tienes razón Sylv. Soy el moreno canijo de fácil trote cochinero. Si es que, claro, teneis una idea divinizada de uno y os creeis que soy alto, rubio y macizón.Spanj.
14 junio 2007 | 09:37