Tiempos de cambios, pues. Abandono la calle que me ha tenido ocupado y que fue también una de las excusas de arranque de este blog. Dejaré de ver aquellas miradas marfileñas y esas afiladas garras empresariales. Los periodistas sin mácula aparente y los policías nacionales de culo plano, canas y mirada vidriosa. El polideportivo Pradillo dejará de ser punto de encuentro entre triatletas y guerreros de los caminos, mientras que seguiremos viendo las colas del Registro Civil en las que se apelmazan culturas, culos y formularios. En conclusión a dos años:
Aceras nobles, arroz y pétalos, asilo, el puto azul marino. Buena gente, barbaridades escritas y blog. Cuenta atrás de la siguiente canción en un CD. De Deep Purple. En cualquier caso, tardes echadas metiendo datos en un ordenador. Fitness, firmeza de pechos operados, labios feos. Gordos metidos en trajes de vigilancia de seguridad que acechan con su mirada y walkies los atemorizados cuerpos de las africanas. Horror, hedor e histeria (la miserable cafetería, sus temperaturas extremas y los bollos de repostería industrial). Igual cuando lleve dos años fuera de Pradillo me acordaré de los mendigos de los soportales, de momento ya no, desde que los veo tirar comida y bebida a la acera. Jodida falta de necesidad. Kilos de necesidad separados por apenas 500 metros. Luis, la luz; apágala antes de salir de casa con los críos.
Mendigos, de nuevo, pero éstos mendicantes de la orden de los no registrados. No creas, se arremolinan y la cola llega hasta confundirse con otros mendicantes, los invitados a las bodas civiles. Novias. Odio reconocerlo pero me encanta su olor. Pradillo, el 54, futuro lugar de culto cuando este blog sea famoso y podáis rastrear en google mis hístóricos posts. Que no lo serán tanto si los supera el tiempo, nuevos inventos de la comunicación transversal y democrática de la Red. Red de Redes. Redes Rotas.
Según Sergio, sobran siempre los últimos 15km. Terrible travesía la suya contra el aburrimiento de tantos maratones. Una vez intenté convencerle y le lié para 50km. ¿Ves?. Viajeros en el tiempo, caminantes y trotamontañas. No hace falta preocuparse más sobre vientos, valles o virajes raros en ese puñetero gps del que ahora penden las vidas de miles de corredores. Waar, ecth waar (‘totalmente cierto’, en neerlandés, me hacía falta una excusa para completar el abecedario). X, Y y Z quedan para el día que se establezca el omega de este blog. El día de su cierre extremo. Final.
De momento sólo cambio de trabajo. Se echará de menos esta bendita calle.
Deja recado en algún sitio, o a alguien, por si nos da por ir al maratón de Amsterdam, a darnos una vuelta en bici por Volendam o a ver qué se cuece por el barrio rojo.Buen viaje.
23 mayo 2007 | 10:39
Pepe, estaré unicamente dos o tres semanas. Juré no regresar a los pantanos salvo necesario y urgente motivo. Para el maratón de Amsterdam estaré tan lejos yo como tu. Saludos. Spanjaard.
23 mayo 2007 | 11:20
Suerte en donde quiera que te metas, siento la cancelación de los Castillos 2007 pero me parece una postura coherente.
23 mayo 2007 | 13:30
Hola.Me gusta tu blog, con estilo y con otras cosas que contar. Lo que cuentas de los homeless o mendigos, me recuerda algo que me pasó en CORK, en Irlanda, donde una vez corriendo vi una especie de Rey Pescador, absolutamente bebido, riéndose, admirándose del trote inútil.Un saludo
23 mayo 2007 | 14:53
Pedregosa, la estampa del miserable riéndose del idiota que corre es digna de las obras completas de Sócrates. Es el dilema de nuestro entretenimiento inútil. Ya ves. saludos.
23 mayo 2007 | 14:58
Lo más importante es que te haga feliz el cambio…El echar de menos, al igual que el tiempo, también pasa…y a veces hasta es dulce disfrutar de ello.Besitos.Ahora sí te he linkeao, que soy un auténtico desastre.Ah!…y también siento lo de los castillos, que era una de las anotadas en mi calendario de carreras bonitas pendientes.
23 mayo 2007 | 17:03