– Y tu hermana y tu padre, ¿siguen corriendo?
– Si, salen un par de días, incluso juntos
– ¿Tu estás ahora en algún club, en el CAP?
– No, ya me muevo por libre, en internet y demás
Al paso de los participantes en la Media Maratón de Madrid, mientras aplaudía al paso de conocidos y desconocidos, topé con un viejo conocido, Vicente. Otro con el que hemos compartido décadas de trotes y kilómetros. Yubero es poco mayor que yo y ahora anda comulgando con reposo, pádel y gimnasio. Los abductores, que le tiran. ¿Se acordará de las tundas que se daba, mes sí mes también, en aquellos gloriosos días de los treintaypico años?. Nada perdona, me pensaba yo cuando cogía el metro camino de mi encuentro con las chicas de titanio…
La cosa es que veía yo esta mañana que estoy atrapado en un dilema inconsistente. Contradicción pura y puta. Le comenté someramente a mi conocido que ahora voy por libre. Piadosa y generosa autocomplaciente mentira. Voy por libre porque no me queda otra. La Red, este blog, son vías de escape que justificamos como espacio de libertad porque ‘ya no nos gustan las carreras de asfalto, preferimos correr horas y horas por el campo’. Terrible agonía esta. No somos libres.
Incluso en la libertad anti-clubes de foros y blogs hay disciplina y esclavitud. Estamos si cabe más enganchados al correr y a contarlo. No solamente es trotar sino que, además, la legión de seguidores que arrastran nuestras charlas nos exigen actualizar este espacio de queja. O sea, nos hemos convertido en críticos esclavizados que seguimos criticando la esclavitud del deporte. Es una enorme contradicción. Tras años amargados por que el grupo o el club de atletismo iba y venía por sendas que no nos terminaban de convencer, tras décadas escapándonos a entrenar y gruñendo cada momento en que el calendario anunciaba ‘provincial de fondo en carretera’, ‘cross de la FAM’ o ‘media maratón de Coslada’, hay una veteranía escondida que desemboca en la soflama anónima de Internet. A pesar de ello, estamos deseando hacer un grupo para poder tomarnos una caña tras salir a correr, que se funde por fin ese club informal taylor-made, hecho a nuestra medida y que nos satisfaga porque, mal que nos pese, somos animales políticos.
La resolución del nudo acabará siempre en nuestra contra. Esto es un escaparate de autocomplacencia. Punto.
Simplemente copio y pego una frase con cuya filosofía comulgo totalmente, a ver si te suena:»Como contrapartida, practico una versión más antropoide: trotar más lejos y más despacio».Yo soy feliz trotando un poco menos lejos que el autor de la susodicha y aún más despacio.Un saludo campeón y gracias por estar ahí ayer.
02 abril 2007 | 10:45
Estábais todos ayer muy monos con vuestro dorsal, jajja. Advierto que yo habría hecho lo mismo si hubiera sido la carrera a las 9, pero no me daba tiempo de haber terminado al menos 15km a las 10.30. Nos vemos en los bares para el maratón. Si venís.Span.
02 abril 2007 | 11:42
Yubero…que gan atleta y gran persona, tengo el honor de haber compartido bastantes entrenos antaño yalgún «pique» en alguna carrera. No obstante la edad y las lesiones no perdonan y la ilusión, que mantenerla también a veceses difícil. Yubero y Nogueras fueron mis padrinos en este gran lío que es el «correr»…Dale recuerdos de su tocayo.
04 abril 2007 | 08:18