Ha muerto una hermama de una persona que, accidentalmente, termina en la familia real de aquí. Si, vale. La hermana menor de las Ortiz Rocasolano. También han muerto hoy 35.000 niños de hambre (según las cifras de la FAO). La verdad es que ésto me parece más importante que lo de la señorita esta de buena posición social. Si tiene una hija y sigue viva y rodeada de comodidades, le harán olvidar la amargura. Lo malo son los hijos que mueren en brazos de las madres. Pero el país se apenado por las circunstancias extremas del caso. Madre, divorciada, ¿adicta?. ¡Qué mas da!.
Y esto me lleva a pensar que es fantástico como ejemplo de nuestra moral católica. Nos mostramos compungidísimos porque podemos sentir pena de manera excepcional, simbólica. Nos la suda pero podemos estar dolosos y comentar lo injusto que es, lo mal que tiene que estar una cabeza para llegar a ese extremo.
A cambio, pensamos que sería demencial estar todos los días pensando en los extremos a los que llegan en otros sitios en los que se venden menores, se asesinan hermanos, se deja morir desesperadamente pero en silencio por falta de alimentos, se abandonan familias en paises en guerra y expuestas a la muerte segura.
Insisto, el catolicismo posee unos mecanismo cojonudos de autodefensa mental. Es que son cojonudos pero cojonudísimos. Es capaz de sentir necesarias pequeñas dosis de moralina. Son inherentes a ese sufrimiento suyo tan mediterráneo y monoteísta. De hecho son casi obligatorias. Pero para que duela de verdad esa soberana soplapollas suicidada y sintamos cristianamente su dolo, tenemos que vaciar de horror el resto del análisis. Comparativamente, claro, si nos planteáramos a diario miles de muertes por hambre, miseria, guerras y desequilibrios económicos, que se muriera una miembro lejano y tardío de una familia bien pasaría desapercibido. Y eso no puede ser.
Pero, por Dios. Todo el día no. Eso sería … ¡agotador!. Mejor miramos a otro lado. A Asturias.
Foto: Es la segunda vez que el cuadro de Saturno devorando a sus Hijos acompaña un comentario en mi blog. Acabará siendo un signo de identidad del planeta.
Bueno, Spanjaard, te comento una cosilla.Cuando esta tarde me enteré de la noticia y comenzé a darme cuenta de la que se nos viene encima, escribí un post para el blog que venía a decir en esencia casi lo mismo que dices tú.Estaba por publicarlo cuando me dije «al carallo con él, coño!»»LA» noticia del día es lo de Otegui, no la defunción de una señora (mis condolencias a su familia y mis respetos a ella como ciudadana que era), famosa de rebote por braguetazo por parte de hermana.Y no lo publiqué.Me ha gustado tu post, me identifico con lo que dices, y cómo lo dices.Gracias, aplauso, y saludos.
07 febrero 2007 | 20:00
Bueno, Spanjaard, échale la culpa a los periodistas…
07 febrero 2007 | 21:31
Lynn, que si se la echa tamos jodios todos.Spanjaard, lo cierto es que cada vez muere más gente. Y como no son ni fotogénicos, ni tienen nombres compuestos y títulos nobiliarios.. pues son uno más en la morgue o en el nicho.
08 febrero 2007 | 06:26
Hay que cambiarle la dieta a Cronos,,eso no puede seguir así..Que coma primos lejanos no? De esos que llegan a casa sin avisar mejor ;)Me encanta el cuadro!Besotes.
08 febrero 2007 | 06:28
Mar, Lynn, no creo que la culpa caiga sobre los periodistas, meros instrumentos ejecutores de sus dueños editoriales. La culpa se la echo yo a los adoquines que pusieron y que sucesivas reformas han olvidado de quitar.Spanjaard
08 febrero 2007 | 08:53
Tienes toda la razón Luis, pero no coincido contigo en la forma de expresarte, en mi opinión sobra crítica destructiva y falta, porque siempre falta por mucho que lo intentemos, crítica constructiva. De todas formas como el estilo literario es una cosa accesoria y muy personal, que no desvirtúa ni lo más mínimo la esencia de tu mensaje, pues firmo.Un saludo.
08 febrero 2007 | 09:15
Carlos, nadie tiene que firmar opiniones ajenas contrarias a la de uno mismo. Coincidir en una de cada cinco ya es agradable. Forzar una segunda u obligarse a una tercera no me parece sano.Yo escribo, y ahí lo dejo. Tiene menos connotaciones morales de lo que parece. Y, menos, dogmáticas. Saludos, rubio.
08 febrero 2007 | 10:40
Tranquilo Luis, que si no estuviera de acuerdo contigo, así lo habría escrito como he hecho en alguna otra ocasión, y la forma de expresarse cada cual es algo personal, un mero envoltorio a lo que importa.Lo dicho, firmo tu opinión, (al menos esta)Un saludo.
08 febrero 2007 | 12:13
Luis:suscribo lo escrito, creo que es patente el tipo de sociedad o cultura (no se si es la palabra adecuada) en la que nos ha tocado vivir…siempre será mejor la justicia que la caridad cristiana.un saludo
08 febrero 2007 | 21:52