Regreso al futuro. 1980 y… lo que sigue.

Esta madrugada hemos quedado Paco, Fernando y yo a las 6 de la madrugada (de la noche, que ahora los días no madrugan tanto como dentro de un par de meses) para hacer el imbécil tan contentos los tres. Hemos sacado a desempolvar los frontales, las riñoneras de las largas distancias y nos hemos metido por el encinar hacia la boca del lobo. Desde los altos de Tres Cantos se veían los cuatro rascacielos en construcción de la salida norte de Madrid, a pesar de tener que ir mirando al suelo para no darnos una hostia. Y a pesar de las 3h y media que teníamos por delante y de las otras 3h y media que había dormido yo (Cosas de la vida social).

A lo que iba. Rescaté anteayer del trastero la pila de revistas del gremio. Hice una limpia, puesto que mi familia quiere meter mano y recuperar las suyas (las históricas Jogging mi padre y, mi hermana la flaca, las de atletismo argentino que compró en su exilio). Y entre tanta joya, algunos ejemplares de la revista Atletismo Español con Moracho, Llopart en portada, pero también esas incipientes publicaciones que enseñaban a los ibéricos pata negra cómo afrontar la compra de calzado, la alimentación, los estiramientos, los kilometrajes…

Me parece que voy a explotar más que mucho ese material. Es bonito bucear entre los consejos editoriales de las Jogging, Crono Atlético, Sprint, Maratón, Corricolari, Correr en Madrid, Correr Andar y Pedalear… ver a los S. Fernández Infiesta, a Paloma Fernández, a casi alevines Alex Calabuig y Albertito ranersguol, pero también los trabajos de Odriozola, Gale, las comparativas de García Navarrete, Mauricio Blanco y sus reportajes, Silván o Gavela. Dos cosas. Una, la casi total ausencia de publicidad. Páginas enteras de texto y texto y charla. La otra, que tras 25 años los consejos que seguimos obviando son los mismos.

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