En estos días andamos consternados porque un amigo montañero y corredor de las praderas se está apagando. El condenado cáncer lo tiene sedado, deshidratado, la agresiva quimioterapia lo ha dejado inerme, la falta de apetito de su estado terminal está peleándose con él y cada vez es menos él.
La enfermedad del siglo XX, la que se ha desvelado como la más flexible entre la epidemiología, se lleva por delante a alguien que ni fumaba, ni era sedentario, ni tenía vicios conocidos salvo moverse, moverse y moverse. ¿Qué hacer cuando las previsiones de diagnóstico son que uno de cada tres hombres y una de cada cinco mujeres sufriremos cáncer a lo largo de nuestra vida? Se supone que las estadísticas dejan de ser brutales cuando las interpretamos o sesgamos a nuestro favor. Esto, en el caso que podamos hacerlo. En casa hemos tenido también otro caso de cáncer y parece que los cuerpos resistentes se oponen de una manera suficiente como para detenerlo… junto con la medicina. Diagnóstico veloz, eficaz, tratamiento agresivo… son señales de identidad injustas, demasiado costosas y tremendamente duras como para que nuestra podrida especie humana pueda atajarlo.
Algo nos han hecho. La alimentación, los tejidos, la química, la contaminación ambiental, algo hay en los últimos 40 años en nuestras vidas que está llevando a las células a volverse locas. Se dividen innecesariamente, se suicidan (para ver el ciclo explicativo del cancer, hacer click aquí) y la sangre las reparte por todo el órgano, sistema o cuerpo.
Y, mientras, el luchador guerrillero e imperturbable gruñón, ha decidido dejar de luchar y pide que esto termine de una vez. El mundo gira, una vez más, demasiado deprisa. Buen viaje.
Se que no sirve de mucho pero …MUCHAS FUERZAS Y ANIMOS en estos momentos !! Un abrazo
03 enero 2007 | 12:08
Seguro que ha luchado todo lo que ha podido antes de dejarse llevar.
03 enero 2007 | 16:47
Gracias, querido Luis, por tus palabras.Opino que la crueldad de esta enfermedad está más en su «nocturnidad y alevosía» que en sí misma. O quizás es todo uno.Independientemente de los «humores» están los hechos. Y sobre éstos, Hiper, en cuanto al espacio en común de las actividades deportivas, fué (creo que ya no hay retorno) único.Sólamente otro que yo sé que ha emprendido una saga por lo Castillos de Ávila, tiene una actitud emprendedora similar.Un abrazo,
03 enero 2007 | 17:28
Sinceramente, siento mucho lo que está por ocurrir. Es difícil expresar algo tras leer este post y sospechar que alguien (amén de sus allegados) sufre y se apaga por algo tan terrible.
03 enero 2007 | 21:36
Siento leer estas palabras Luis. Un abrazo.
03 enero 2007 | 23:06
Animo y un abrazo.
04 enero 2007 | 07:00
Luisillo, por favor no dejes de tenerme puntualmente informado de cualquier novedad. Especialmente si fuesen buenas, como deseo, pero de las otras también.EL CORAZÓN ES TODA LA VIDA.
04 enero 2007 | 14:50
Mientras los Gobiernos del mundo prefieran invertir en F-18, misiles de largo alcance, minas antipersona y demás antes que en investigación sanitaria pues vamos a seguir sufriendo esta lacra.En fin, que no deje de luchar. Ánimo a todos los que le acompañáis.
04 enero 2007 | 15:55
La consternación y la congoja nos invade. El guerrillero gruñón se ha cansado de luchar y nos deja….Un triste y desolado saludo.Salud y ANARQUÍA amigo Hiper.
04 enero 2007 | 21:34