El domingo salímos mi amigo Guille y yo a correr por la sierra de Madrid. Nada anormal, digo, dos horas y algo por las faldas de la Fuenfría serrana. Son 9 kilómetros que trepan enrevesadamente entre miradores de poetas y curvones sombreados por el pinar. En algunos escondites asoman arroyos y fontanitas, sendas de montañeros centenarios y más curvones. Es un zigzag montado por ingenieros y que pasados casi 90 años se convierte cada fin de semana en un parque de ocio. No está mal la zona, que acumula una calzada romana (Titvltia – Segovia) casi perdida, un camino carretero reparado en el S.XVII que se confunde hoy día con la anterior, y esta pista de tierra entre petriles y tajos en la piedra, diseñada en los tiempos de la República española pero que, milagro, quedó a salvo del asfalto.
Guille es, además, parte de la historia madrileña. Su tatarabuelo tiene hoy día una parada de metro. Es un tipo bueno. Sí, por encima de todo es bueno. En esto está mi mujer de acuerdo y eso es ley. Corre y camina exudando bonhomía y, en cierto modo, le debía una entrada en este diario. Nada, eso, que charlamos y sudamos y nos asomamos a los casi 1900 metros del collado Ventoso, tajo entre el penúltimo y el inexistente último de los Siete Picos. Nadie sufrió una rodada, ni se fastidió un tobillo. Así, con estas salidas, seguimos preparando esos 100km en 24h que organiza la gente de Arthax, Corricolari y Aire Libre. Si no te has enterado aún de qué van, pincha en este enlace.
Además esta madrugada ha nacido el hijo de un amigo. Buenos tiempos.
Muy buen día, si señor. Gracias por los comentarios, no menos tengo yo sobre vosotros y también buenos. Hasta ahora no había leido tu blog, hoy me escaqueo algo del curre y me conecto al internés. Muy de acuerdo en muchas cosas que dices. Desde mi punto de vista de corredor con poca experiencia busco seguir disfrutando, mirar, aprender y mantenerme años en esto; observo simplemente que la gente cambia, nos adaptamos, difícil mantenerse en la misma posición durante años, hay que conseguir una buena base que te fije al suelo, y por arriba ya que te de el aire, no se si me explico. Un abrazo Luis.Guille
30 mayo 2006 | 09:51
Parece que hicisteis el mismo camino que hice yo ayer, poética forma de preparar los 100/24, sin pasar esos calores que asolan la meseta.Guille ¡cuanto tiempo! ¿cómo os va?, supongo que coincidiremos pronto en alguna parte.¡Saludos para todos!
31 mayo 2006 | 11:52