Runstorming Runstorming

Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

Nada cuesta (Mundo Ultrafondo)

Dice mi mujer que deberían endurecer las pruebas. Todo esto a cuenta de que la reciente edición de los 101 de Ronda parece haber sido una escabechina. Que el calor, el recorrido más exigente, los 101 kilómetros que nadie menciona, y que algunos llevan más de 5 tiradas de 50 kilómetros o más en lo que va de primavera.

No nos privamos de nada. Nos están introduciendo en la catarsis del «todo es posible». Caro, si quieres, puedes. Te lo dicen hasta en el trabajo (para que te quedes unas horas más). El móvil ya tiene hasta Google. El Everest deja subir excursiones de japoneses. Nadie está acostumbrado a palmar (ni los críos saben ya contentarse con la frustración de no conseguir su capricho; nos han dicho que pedagógicamente es malo). El ultrafondo reune en la Serranía de Ronda más de mil (!) personas que se enfrentan durante casi 24 horas con una auténtica maravilla de suicidio. Y las crónicas, ay, las crónicas.

Manuelobe se para en el cuartel con los croquetas. El Mudo lleva acogotado hasta su Piolín. Yo me acuerdo que hace dos años Pepo cayó fulminado en la ‘Cuesta del Infierno’. Pero engancha. Vaya que si engancha. Se pierde el respeto a la distancia y a la resistencia del físico. Se empalma una aventura de 6 días por el desierto del Hoggar con una zurra de 15 horas por Setenil y Montejaque. Y año tras año, encima, pretendiendo bajar tiempos. Sois absurdos.

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