La gente de Rosy Runrún La gente de Rosy Runrún

Corazón, corazón; corazón pinturero.

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Cristina Pedroche, cóctel de famosos y otras sorpresas en el regreso de Rosy Runrún

Desperté de un largo sueño. Abrí los ojos después de más de un mes en otro mundo y vi las pupilas de mi madre, que me dijo llorando: “Rosy, estás viva, no sabes lo que me has hecho sufrir”. Mi madre siempre tan considerada. Luego me presentó a un chico con gafas de pasta y cara de bueno que llevaba en la mano El mundo azul ama tu caos, de Albert Espinosa. “Él es tu coach y te va a ayudar”, me dijo. Y ahora estoy en esta fría habitación tecleando en mi portátil para cumplir con el periódico, rodeada de las mal llamadas revistas del corazón, de susto en susto y tiro porque me toca, poniéndome al día de lo sucedido en este tiempo en el que he estado “desaparecida”.

Y es que no me dirán que no: lo del colorín se ha convertido en un sin vivir. El primer gran susto después de mi “vuelta a la vida” fue cuando puse la tele y vi a Belén Esteban llorando. Siempre había sabido que según qué programas son autodestructivos, pero la viva imagen de Belén, desencajada y enferma, gritando, mamá, mamá, mamá, en un plató entre hipos, fue más allá de lo que una pudo calcular. Suspirando, tuve que apagar el televisor. Hacía años que no veía una imagen tan tremenda en el proceloso mundo de los reality shows.

Ya no hay tanta gente que la llame Princesa del Pueblo. Menos mal. Mi coach me ha dicho que no juzgue y eso intento, pero de momento en mi bonita mollera no cabe la idea de que una persona que manipula, miente e insulta con toda tranquilidad pueda ser ejemplo de nada, mucho menos nuestra princesa. Lo siento: no lo acepto. El caso es que la de San Blas ganó el concurso, confirmándose nuestros peores pronósticos: Mediaset continúa apostando por ella, lo cual contribuye a engordar las arcas de la cadena, pero no creo que mejore la calidad de vida de la ínclita colaboradora (ya sabéis que una fama mal llevada, no como la que yo tendría, es altamente peligrosa, y que del embrujo de los cheques millonarios es muy difícil escapar), que seguirá desperdiciando su vida, ni a nosotros, el pueblo llano que se entretiene y evade con los famosos, que merecemos nuevas alegrías después de tantos años.

David Muñoz sorprendió a Cristina Pedroche en el programa Zapping. Foto: IG ©crispedroche

David Muñoz sorprendió a Cristina Pedroche en el programa Zapeando. Foto: IG ©crispedroche

El pueblo llano quiere princesas del pueblo nuevas. Yo propongo a una que me gusta: Cristina Pedroche, por ejemplo, y eso que aún estoy digiriendo su exclusiva en el Hola de hace unas semanas posando cual Carolina de Mónaco. El otro día la agregué a su Facebook privado y no me ha aceptado: no se acuerda de mí. Quién me iba a decir que esa chica a la que hasta hace poco veía en los estrenos con la alcachofa en la mano iba a llegar a famosa antes que yo. La miro y pienso: Muero de glamour. Vale, esto es una bromilla. No es que la envidie precisamente por su estilo. Pero sí por su novio-bombón, David Muñoz, ese chico sin complejos y con un diablillo en la espalda que se nota que está loquito por ella y que no sólo está en forma, tiene la cabeza muy bien amueblada y cocina como los ángeles: me da a mí que hay otra cosa que hace muy pero que muy bien. Ejem.

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¡Vivan los novios! IG @cristipedroche

¡Vivan los novios! IG @cristipedroche

Bueno, a lo que iba: un parejón. Los dos jóvenes, guapos, atrevidos y sin tomarse las cosas demasiado en serio. Yo creo que son ese tipo de famosos que saben reírse de sí mismos: seguro que si leen este post se les dibuja una sonrisilla. Cuando hace poco el chico la sorprendió en el programa Zapeando lo pensé: Algunas tienen tanta suerte… Creo que en cuanto me recupere, me den el alta y regrese a Madrid (¡eso será muy pronto!) lo primero que voy a hacer es ir a su restaurante a pedir croquetas. Con un poco de suerte consigo verle y le pongo ojitos. Y Cristi, tú no te enfades: en el fondo sé que no tengo nada que hacer. Y veré Pekin Express: palabra.

Prosigamos. En esta cama de hospital (no me pidan que cuente los motivos por los que estoy aquí, por favor) continué con la torre de revistas que me trajo mi madre y me tropecé, inevitablemente, con el escándalo de Dolce & Gabanna. Me quedé muerta. Ojo, una es muy defensora de la libertad de expresión, pero, ¿se puede tolerar la intolerancia?, ¿cómo vamos a tener un hijo si no las personas como yo, entonces, a las que los novios no nos duran ni medio telediario? Somos un grupo considerable y muy a tener en cuenta, Domenico. Y a nadie le gusta que llamen a su niño “hijo de la química”.

madonna

Claro que lo de Anna Allen, comparado con lo de D & G, es un juego de niños. Esta historia me ha parecido algo turbia. El escarnio resultó excesivo. No estoy muy segura de si algunas de las personas que se han ensañado con ella son conscientes de que la chica debe estar asustada. Anna, si lees esta nota, tranquila: todo pasa y nada queda. En el Siglo XXI todo va tan rápido que tenemos memoria de pez. Y yo sé lo que pasó: tú simplemente querías dar el gran salto, triunfar tanto como Blanca Suárez. Sólo que se te fue un poco la mano. Te equivocaste considerablemente con la manera.

El fotomontaje más retuiteado de la historia

El fotomontaje más retuiteado de la historia

En este asunto (ahora me pongo más seria) creo que hubo un trasfondo de falta de amor, algo que no digo sólo yo. Suscribo palabra por palabra lo que escribió en su día en su Facebook Rubén Ochandiano, uno de los actores más sabios de nuestro momento histórico.

opinion ruben ochandiano

Qué más, qué más… Maria Pineda. Qué pena. La vi hace unos meses en una entrega de premios. Habló con todos los periodistas. Fue amable como siempre. Sonreía, pero se notaba que estaba muy malita. Dijo que se quería casar. Dijo que la procesión iba por dentro. Nos dio una lección enorme. Una lección de vida. No es justo: sólo tenía cincuenta y cuatro años.

© Gtres

© Gtres

Y ahora la que ha vuelto a la vida soy yo. He sufrido una transformación que ni la de Belén Esteban cuando pasó por el quirófano. Soy una mujer nueva y ahora estoy aquí, sobre esta cama que sube y baja como la del dentista, comenzando nueva etapa en la que pienso cumplir todos mis sueños. De momento, escribo en mi nueva moleskine fucsia lo que voy aprendiendo sobre los famosos para luego compartirlo con vosotros.

el-regreso

© Rosy

 

El coach que me trajo mi madre es un iluso de cuidado y vive entre nubes pero me cae bien. Me dice: “Rosy, lo vas a conseguir”. Y yo a veces me lo creo. Seré tonta. Bueno, a lo que iba, que estaré aquí todos los días hablando de famosos y que la vida irá diciendo.

Gracias a todos los que leáis este artículo, supergracias a los que pongáis el blog en favoritos y requetegracias a quienes dejéis un comentario amable.

Hasta mañana, con todo el cariño

Rosy