El actor recuperó el contacto con el público mostrando su lado más cercano en La Térmica, en su Málaga natal, charlando de sus proyectos, de las luces y las sombras de la fama, ante una sala abarrotada (mucha gente se quedó sin entrar) en la que había una invitada de excepción: su novia.
Y es que Clara Lago no se lo pensó dos veces y no sólo acudió a Málaga con su pareja, sino que también acudió a la charla con los fans y seguidores. Y mientras él hablaba sobre su pasado y su futuro, se la veía en la butaca feliz y sonriente, ajena a las polémicas que han generado en los últimos tiempos. La pareja de actores parece dispuesta a olvidar los malos rollos y a enfocar con positividad su hasta ahora muy ascendente popularidad.
Rovira reconoció que fue un “error” aquel tuit que escribió en el que afirmaba que se arrepentía, ante tanta crítica, de haber presentado la última gala de los Premios Goya. “Asomarme a esa ventana fue el error que cometí”, contó, como ha recogido La opinión de Málaga.
Sobre el tema de la fama dijo que ha «vivido más luces que sombras, pero las sombras dan miedo”, y añadió: “Salgo cada día a la calle con un escudo para no perder mi intimidad”.
Las críticas gratuitas le han llegado a producir una “tristeza muy grande”, la misma que a su novia, que como recordaréis salió en su defensa como una fiera a través de las páginas de El País. Hay que reconocerlo: yo hubiera hecho lo mismo.
“Comencé a escribir este texto queriendo denunciar algo que me generaba mucha rabia: el linchamiento a Dani Rovira por su presentación en la última gala de los Goya… Estoy hablando de los haters u ‘odiadores’ en las redes sociales… Las redes sociales… Qué cosa tan demencial. Hace apenas cinco años no existían y hoy parece que el friki es quien no tiene al menos dos. Pero, desgraciadamente, nadie nos ha enseñado a usarlas”, escribió Clara en aquella ocasión.
Tienen parte de razón. Pero no pueden olvidar (y sé que no olvidan) el privilegio tan grande del que gozan como actores. Muchos darían lo que fuera por estar en el lugar en el que están ellos, críticas de Twitter incluidas. En cualquier caso, me cuentan que en La Térmica se mostró dicharachero, cercano con el público y muy feliz. Nada esquivo. Majísimo. Y eso merece unas felicitaciones. Felicidades también por sus dos nuevas películas, El futuro ya no es lo que era y 100 metros, en las que cambia de registro (y de aspecto) radicalmente.