Foto: IG @bradfalchuk
Vale, no es Chris Martin, ni va luciendo bíceps por las calles mientras canta ese “a sky full of stars” que me vuelve loca (os alegrará el día), pero hay que reconocer que el chico no está nada mal. Desde luego Brad Falchuk, que así se llama el afortunado, es un hombre guapo y de éxito, uno de esos productores que la gente persigue y ante los que los actores caen rendidos a sus pies: detrás de él están series célebres como Glee. Y precisamente ha sido en la presentación de su nueva serie, ‘Scream Queens’, cuando ha dicho: ¿a qué escondernos si es una de las mujeres más deseadas del planeta?, ¿por qué no presumir ante el mundo de esto que me está sucediendo si, además, va a promocionar mi serie más que otra cosa en el mundo? Y ha colgado una foto con su amor en Instagram (sin faltarle la etiqueta de su nueva serie, of course)
Ella es generosa (algo que sabemos quienes seguimos su blog) y, por supuesto, también ha contribuido como la que no quiere la cosa a la promoción de la serie: colgó una fotillo de la fiesta del estreno para que la vieran sus 1.2 millones de seguidores.
Pero contemos más cosas sobre él: tiene 44 años, es adicto al trabajo (no sólo produce, también escribe y dirige, así que ya me diréis), hace ejercicio diariamente, le gustan mucho las gambas y le encantan las series de las que yo huyo, es decir, de horror y sustos, como esta última, Scream Queens, que va del típico asesino que aparece en la universidad donde las jóvenes estudiantes (Emma Roberts es una de ellas) están tan tranquilas hasta que…
El buen hombre estaba casado y vivía feliz con su mujer, también productora y de nombre Suzanne Bukinik (podéis cotillear sobre ella aquí), y sus dos hijos, pero todo cambia en cualquier momento y se dice, se comenta, se rumorea, que cuando vio a Gwyneth Paltrow (la providencia quiso que ella fuera a rodar un capítulo de Glee) y sobre todo la trató en las distancias cortas pues se quedó prendado de aquella gracia que él no había visto nunca y que le hizo replanteárselo todo.
Se separó, se lió con la dulce Gwyneth y fueron cazados por los paparazzis románticamente por Italia: habían empezado un romance secreto del que todo el mundo sabía y que dejó de ser secreto el otro día, en el momento en que entendió que su serie estaba en juego. Al fin y al cabo, no tenían nada que esconder: Susaze ya lo había aceptado todo y el guaperas de Chris Martin lleva meses exhibiéndose con otra belleza. Entonces fue cuando escribió esa frase incomprensible: “Mi cita y yo”, y Hollywood entero declaró merced a esa frase que la pareja hacía oficial su relación.
Hacen buena pareja, eso hay que reconocerlo, ¿no os parece?