María Teresa Campos no querría saber nada de Sálvame

La ‘defensora de la audiencia’ lleva semanas sin pisar el plató de Sálvame donde trabaja los miércoles. Todo se debe a que no está contenta con como enfocan su relación con Edmundo. A la periodista no le habría gustado nada que invitasen a la amiga especial de su novio al Deluxe y que aireen las supuestas infidelidades de su pareja, tampoco los comentarios de los tertulianos acerca del docu-reality que deja al descubierto sus aventuras y desventuras familiares, y ella es una mujer de ideas fijas.

María Teresa está acostumbrada a que la traten como una reina allá adonde va y no está dispuesta a transigir. La que fue también ‘reina’ de las mañanas suele llegar a los estudios de Telecinco en un coche que, al contrario del resto de los presentadores de la cadena, la deja en la puerta misma de la redacción de Sálvame. Hasta hace no muchos años tanto ella como su hija Terelu tenían una apuesta secretaria que las acompañaba y seguía sus pasos por los pasillos de la cadena de dónde trabajasen procurándoles cualquier cosa que necesitaran, bien fuera una botella de agua, bien un cenicero cuando todavía estaba permitido fumar en interiores.

Pero el cabreo de la Campos no parece importar mucho a los directores de ‘la fabrica de la tele’, que producen también su reality y que ya estarían buscando sustituta. Barajan la posibilidad de que sea Mercedes Milá, otra mujer con mucho carácter a la que no sé yo si le apatecerá, ahora que habla de libros en su programa ‘convénzeme’, volver al mundo del corazón. Si finalmente lo hiciera seguro que pocos echarían de menos a María Teresa y casi seguro que la audiencia apremiaba esta decisión. Ver a Milá desplegar su humor ácido y compartir plató con su sustituto, Jorge Javier, al frente de ‘gran hermano’ es morbo asegurado y los directores de Sálvame saben y muy bien qué es lo que el público quiere. ¿Dará su brazo a torcer María Teresa Campos o quizá es ya demasiado tarde?

**Fotos: Telecinco.es

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