Felipe Juan Froilán celebra en la disco su 18 cumpleaños

Dicen que es el nieto favorito de la Reina Sofía y el que siempre le arranca una sonrisa, quizá porque su rebeldía y sus travesuras generan una mezcla de ternura y enfado que no pasa desapercibida. Como no lo ha hecho tampoco su 18 cumpleaños que celebró, a lo grande y en su sala favorita de la capital, El Teatro Barceló, antigua Pachá. Porque Pipe, para los amigos, tiene ya la edad legal para beber y cambiar la sesión de tarde de la disco, de la que antaño repartía flyers con careta de Annonymous, por la de noche. Froilán ya puede ir también a Kapital (una macro sala de fiestas madrileña) a la que intentó entrar sin éxito otras veces cuando aún era menor.

Interior de la sala Barceló, un día de fiesta

El cumple del nieto mayor de los reyes eméritos empezó con una cena en el restaurante japonés Fox, que desde la calle José Abascal se ha convertido en punto de encuentro de futbolistas y vecinos del Barrio de Salamanca y que a su vez ofrece un menú económico, ronda los 30 euros.

La prensa esperaba a Froilán a las puertas del local y él, como buena celebritie que ya toma sus decisiones con autonomía, pactó un posado a cambio de que los reporteros no le persiguiesen el resto de la noche.

Sobre las 2.00 am el joven y su comitiva de amigos, entre la que se encontraba su novia desde hace algunos meses, Marta, se fueron al Teatro Barceló. Allí, y con actitud semi vigilante, se unió al grupo Jaime de Marichalar, amigo de Pedro Trapote, dueño del local.

Froilán ha dejado atrás su estilo más deportivo y opta por blazers y camisas

Desde un reservado (los precios oscilan entre los 150 euros y los 1.500, el de 12 personas) Froilán dio rienda suelta a sus nuevas posibilidades y procuró que no faltasen botellas de licores (a 150 euros cada una) ni de Möet para sus colegas.
Entre bailes, copas y chupitos de Jagüer llegó el actor Mario Casas y se unió, para sorpresa de muchos, a la celebración; lo hizo casi cuando el padre del cumpleañero se retiró para dejar a rienda suelta a Froilán, que celebró hasta el cierre, a las 6.00 am, que ya es totalmente responsable de sus actos.

Con o sin resaca, al día siguiente, a Pipe le esperaba primero una comida con su padre y su hermana, para seguir soplando las velas a la noche con su madre, en alguno de los restaurantes favoritos de la Infanta Helena.

Quién sabe si por medio alternó alguna otra celebración con su novia Marta, experta en selfies, y la joven pareja brindó de nuevo por esa mayoría de edad, que de momento, el sobrino de Felipe VI sólo puede disfrutar en España. En Whasington, donde estudia, le quedan aún tres años para llegar a los 21 y convertirse en el rey de la pista y de los reservados.

**Fotos: Sala Barceló y Gtres

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