La gente de Rosy Runrún La gente de Rosy Runrún

Corazón, corazón; corazón pinturero.

Los Thyssen… la familia feliz

El tiempo todo lo pone en su sitio. Cinco años han tenido que pasar para que viéramos la imagen de la baronesa Thyssen posando felizmente junto a su hijo Borja y a su nuera Blanca. Yo tengo que reconocer que me emocioné y todo. Ha sido en una ocasión muy especial: en su museo y durante la presentación de las memorias del barón.

Borja y Blanca Cuesta llegaron al acto diez minutos antes de que terminase, vamos… 45 minutos tarde. La baronesa, que estaba en ese momento hablando, paró su discurso y muy sonriente les dió la bienvenida y dijo este «muy feliz de tenerlos allí».

En ese momento, todos los compañeros fotógrafos se pusieron a hacer fotos como locos… Era un momento histórico. ¡Qué exagerada me pongo!

Y cambiando de tema radicalmente y hablando de exageraciones, la noche del jueves me topé en Chueca con Mario Casas y su nueva chica, la también actriz Berta Vázquez. Al principio, no los reconocí. Me detuve en ellos por la belleza exótica de ella. Era una pareja más dándose achuchones y, permítanme, metiéndose mano de manera exagerada. Y pensé: ¡Qué pasión, qué maravilla! Al adelantarlos por la calle Barquillo me di cuenta de que era Mario Casas. ¡Bravo! Ya no necesito que le saquen fotos, ni que me cuenten nada, porque lo he visto con mis propios ojos. Había poca gente porque eran las dos de la madrugada, pero ellos seguían besándose como si estuvieran solos. Ellos siguieron hasta el final de la calle donde Mario tenía el coche aparcado. Se montaron y se fueron. Y digo yo: pareciéndome este idilio estupendamente… ¡Qué pronto se recuperan los famosos de las rupturas! Y más los hombres.

La que no piensa en ruptura es Carmen Lomana. La maravillosa Carmen se ha ido este fin de semana a Marbella a encontrarse con su novio francés. Lo que parecía un romance de verano, parece que sobrevive al otoño. ¡Me encanta Carnen! ¡Disfruta todo lo que puedas!

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FOTO: GTRES

1 comentario

  1. Dice ser Jara

    Pues el vestido de la nuera es ideal para ir a la Casa de Campo a la una de la mañana. Qué elegansia y fisnura, hoyga :_D

    14 octubre 2014 | 01:18

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