Al pobre Bisbal no termina de cuajarle nada en su vida personal. El almeriense y la modelo sevillana Raquel Jiménez han roto. Lo sé de muy buena tinta, no solo por una amiga muy cercana de la modelo, sino también por una persona muy cercana al cantante. Como él siempre ha acusado a su ex de poco discreta, indico que tengo confirmación por las dos partes para que vea que, por muy discreto que seas, todo termina sabiéndose.
David tiene un poco el síndrome Miguel Ángel Silvestre, Javier Bardem, Penélope Cruz… Ese que afecta a determinadas estrellas que empiezan a agobiarse con su popularidad y con tanto secretismo crean un fenómeno justamente contrario y empiezan a ser más perseguidos que antes. Esto está más que estudiado, cuanto más ocultes, más te sacan.
Pero bueno, no es ese el tema del que quiero hablaros hoy. ¿Qué ha pasado entre David y Raquel? Al igual que cuando rompieron en mayo, la obsesión del cantante por no salir en los medios y los problemas de agenda han sido los responsables. A esto hay que añadirle que a David le daba mucho coraje que a su chica le saliera tanto trabajo. Es modelo y, lógicamente, desde que se supo que era la novia de ricitos de oro se puso de moda. Esto a él parece que le sentaba como una patada en el estómago y prefería que la joven se quedase en casa cruzada de brazos frente a la tele. ¿Un poco egoistón el de Almería no?
Los problemas de agenda no vienen solo por el mucho trabajo que ambos tienen, a eso hay que sumarle que cada uno de ellos tiene un hijo con sus parejas anteriores. ¡Me agobio solo de pensarlo! Barcelona, Madrid, Sevilla, Miami… Muchas ciudades en una misma ecuación.
Los rumores apuntan también (esto no me lo ha confirmado ninguna de mis dos fuentes) que la modelo y la familia del cantante no tenían ya la buena relación que sí existió en un principio. Y claro, si las circunstancias no acompañan y encima te llevas mal con la suegra… Demasiadas papeletas estabas comprando querida Raquel.
Nunca hay dos sin tres, por eso mismo yo espero y confío que se den una nueva oportunidad y que la tercera sea la vencida. Digo esto porque me caen muy bien los dos y creo que hacían una pareja estupenda. ¡Dios dirá!