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Corazón, corazón; corazón pinturero.

De Larry a Lana Wachowsky, el camino a la felicidad de uno de los directores de ‘The Matrix’

lanaHoy quiero contaros la bella historia que transformó a Larry Wachowski en Lana. Me refiero a uno de los dos hermanos y directores de The Matrix. Todos tenemos en la mente la imagen de los dos hermanos, el grande risueño y el pequeñito con gafas y muy tímido. Pues bien, me refiero a éste último.

Larry fue un chico extraño desde pequeño, ahora reconoce públicamente que porque siempre se sintió chica pese a haber nacido chico. En su día optó por hacerse la vida más sencilla, o eso creyó él, y casarse como tocaba en 1994 con Thea Bloom. Cinco años más tarde su vida cambia tras el éxito de The Matrix y al contrario de lo que pudiese haber pensado, entra en una profunda depresión y su verdadera identidad empieza a quitarle el sueño. Fue entonces, ayudado por su psicóloga, cuando decide separarse y empezar a plantearse una transformación de sexo. Pero no es una cosa sencilla y no lo tiene claro. A él le gustaban las chicas pero a su vez se sentía chica.

Pero como en todas las historias con final feliz, el amor le cambió la vida. Cuando estaba terminando la última película de la saga The Matrix conoció a una chica lesbiana de la que se enamoró. ¡Había encontrado la horma de su zapato! Ella sentía cosas por él pero no quería seguir adelante porque a ella le gustaban las chicas. Fue entonces cuando se armó de valor y decidió enfrentarse a todos sus miedos y coger al toro por los cuernos. Se cambió de sexo. El amor la hizo ser más ella que nunca y la armó de valor para que transformara su exterior y diese coherencia a lo que siempre se había sentido: una mujer.

¿No os parece fantástico? La historia de amor no se cómo habrá terminado, pero Lana es una persona nueva y feliz y eso es lo que importa. Antes solo lo veíamos con el ceño fruncido y sin ganas de mirar a nadie. Ahora solo hay que hacer una búsqueda en Google pare ver que Lana no tiene fotografía en la que no esté sonriente.

¡Fascinada me tiene!

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