Nada más llegar, era evidente el estado de deterioro del edificio. El IVIMA (Instituto de Vivienda de Madrid) tenía previsto desde el año 91 el realojo. Pasados los años, los soñados pisos ya están construidos, y ahora faltan los permisos.

La comunidad de vecinos no deja de ser como la de todos… un particular aquí no hay quien viva donde “Miguel El Bueno”, “el conquistador de mujeres de gachí por ingle” nos recibe en primer lugar. Después hablaríamos con Ana, luego con Lola…

El edificio se conoce como el “sube y baja” de San Blas, ya que tiene dos alturas y dos plantas por vivienda. Los inquilinos del primer nivel bajan al baño y habitaciones, y los del segundo nivel, suben al baño y habitaciones…

El caso es que las humedades, grietas y desconchones han anegado la vida de estos vecinos, mientras ven desde sus ventanas su nuevo edificio totalmente acabado, pendiente de entregar.

Un régimen de alquiler que cambiará con su nuevos pisos y su nueva vida, ya que ahora pagan 1.5 euros mensuales, y el nuevo edificio conllevará más gastos…

Aún así, el dinero invertido merecerá la pena, ya que las escaleras del sube y baja son un obstáculo evidente para muchos de los vecinos del 31 de Amposta…