Ciencia, tecnología, dibujos animados ¿Acaso se puede pedir más?

Apasionada ciencia extrema

Cuando pensamos en héroes, pensamos en Gary Cooper solo ante el peligro, o en John Wayne frente a los indios o los japos, o en Arnold Schwarzenegger haciendo de comando o de robot. Si pensamos en héroes reales, nos vienen a la mente bomberos, montañeros de rescate, soldados, pilotos o buzos de salvamento. Si evocamos pasión en el trabajo pensamos en poetas, activistas políticos, trabajadores de ONGs o monjas de misiones. En cambio, si pensamos en científicos nos imaginamos batas blancas, torres de marfil, laboratorios y bibliotecas. Pero la ciencia es una actividad humana, demasiado humana, y por tanto tiene también su cuota de apasionados creyentes dispuestos a cometer las más increíbles heroicidades para demostrar sus teorías. Y como es bien sabido, el desmedido heroísmo linda con la más absoluta estupidez. Hablando de cosas que dejan convertidas en infantiles tonterías las más cafres hazañas de Jackass y sus descendientes

¿O qué decir de esta lista de Cracked con los 6 experimentos más macarras, extremos y recios de la historia? Hablamos de gente que no sólo descubrió la molécula y las propiedades alucinógenas del LSD (Albert Hoffman), sino que experimentó con grandes cantidades para descubrir sus efectos (y a pesar de ello vivió hasta los 102 años de edad). O de gente que se propulsó a velocidades supersónicas y frenó de golpe para comprobar los destrozos de la aceleración en el cuerpo humano (John Paul Stapp). O que se bebieron deliberadamente un cultivo de bacterias para demostrar que son las causantes de las úlceras estomacales (doctores Warren y Mashall). Gente capaz de introducirse un catéter en su propio corazón, para después ir andando hasta la sala de rayos X para que pudieran comprobarlo (Werner Forssmann). O gente que disparó un láser a un misil cargado para demostrar su exquisito control sobre la profundidad de corte de su herramienta (los técnicos del High Explosives Applications Facility). Hablamos de gente capaz de jugarse su propia vida para demostrar la veracidad de una teoría; capaz de colocar su pellejo donde estaba su boca. Verdaderos tipos duros,

Aunque mi favorito de esta particular lista quizá sea Stubbins Ffirth, un estudiante de medicina que llevó a cabo todo tipo de increíbles agresiones a su cuerpo para demostrar una teoría que resultó ser falsa: que la Fiebre Amarilla no es contagiosa. Ffirth estaba tan convencido de ello que llevó a cabo toda una serie de intentos de infección verdaderamente repugnantes: se colocó todo tipo de fluidos de enfermos terminales en cada orificio del cuerpo, se los puso bajo la piel e ingirió cosas increíbles y presuntamente contaminadas, sin contagiarse de la temible enfermedad (para la que por entonces no había cura ninguna). Lo mejor de todo es que la Fiebre Amarilla sí que se contagia, pero sólo por contacto sanguíneo, y los enfermos terminales apenas tienen capacidad de contagio; por eso se salvó Ffirth, que por supuesto desconocía todo esto. Pero ¿acaso hay algo más humano que un tipo capaz de poner en riesgo su vida, en las condiciones más repugnantes, para demostrar una teoría equivocada? Nada está más lejos de la torre de marfil y sus remotos habitantes enfundados en batas blancas que esto: gente llevando a cabo verdaderos prodigios de valor por su inmensa pasión en beneficiar a la humanidad.

8 comentarios

  1. Dice ser Heli

    Por no hablar de los pioneros de la aviación. Había gente que parecía no haber ensayado demasiado con sus artefactos «voladores» (en realidad parecía que no habían ensayado nada), ni prototipos ni gaitas. Es decir que los construían, llamaban al público y directamente se montaban en ellos. En el mejor de los casos el artilugio no volaba, en el peor pegaba un brinco más o menos considerable y se daban la castaña. Este proceder de algunos técnicos de entonces, que parece más místico que científico, me tiene intrigado.

    31 mayo 2008 | 5:37

  2. Si los de la ciencia y sus experimentos en propias carnes tambien son heroes.y menos mal que hay, para que otros mortales no tan valientes vivamos mejor.Más actualmente sin pensamos en heroes me vienen a la cabeza Spiderman o Batman.je.

    31 mayo 2008 | 18:56

  3. Dice ser Mancha/Man!

    Pero amigo Pepe, que todavia no se respeta la ciencia como se merece!.De solo pensar en la Madame Curie …..Que aqui en Incalaterra ( London) se esta preparando un homenaje total al padre/creador la la ciencia-religion : Charles Darwin.Es que los cientificos aqui se sienten en la necesidad de juntarse para pelear contra la «superticion» de los creyentes creacionistas, cosa que me parece bien, casi excelente.Para marcar el doble aniversario( No se si de su muerte o de que) del susodicho,(C.D.) los defensores del profeta evolucionista estan dispuestos a pelear – con ideas claro!- a los creyentes superticiosos en el «Disenio Inteligente» en su propio terreno.Por tal razon an invitado a sus propios creyentes en las Europas y sus universidades para «demostrar» la evolucion del caracol a otro …….. caracol, pasa a paso.Por una razon que no entiendo bien, no hay franceses invitados a cocinar sus opiniones en la materia …..Saludos os dice Mancha/Man!

    02 junio 2008 | 21:38

  4. Dice ser A.C.A.

    solamente que se necesita expander mas sobre el tema

    02 junio 2008 | 22:37

  5. Dice ser El Curro Espartano

    Bravo! que retorne el blog con el Mancha, bienvenido amigo de la guerra, y algun tema polemico!Que si entran los Franchutes no queda teoria que valga.Tiremos el guante y veamos.

    03 junio 2008 | 7:44

  6. Dice ser ddaa

    Independientemente de que el tono del artículo sea humorístico, comparar a Hofmann con los mentecatos de Jackass es un tanto hiperbólico, y las repercusiones de su descubrimiento van mucho más allá de los tópicos de rigor.Hofmann siempre fue partidario de un uso muy restrictivo del LSD (demasiado restrictivo para mi gusto) y cuando lo probó no hizo más que seguir los pasos de muchos ilustres predecesores (Heffter con la mescalina, por ejemplo). Eran unos tiempos en los que los químicos probaban personalmente sus hallazgos en lugar de utilizar a niños africanos como conejillos de Indias, camino seguido por la industria farmacéutica actual.La dosis de LSD ingerida por Hofmann, de haber sido ésta una sustancia normal, habría sido inactiva, pues no existe otra molécula psicoactiva tan potente. Hoy sabemos que era demasiado gracias a él.Según confesión propia, el suizo probó el LSD en algunas docenas de ocasiones, algo que, dada su longevidad, se puede calificar como un consumo muy moderado.No se puede decir que sobreviviera «a pesar» de este uso, dado que sólo hay un caso en la literatura médica de sobredosis letal por LSD, en concreto de un señor que lo confundió con speed y se administró por vía intravenosa en torno a 3.200 dosis.En cuanto a las consecuencias menos conocidas de la psicodelia, artículos como Valley Of The Nerds o libros como What The Dormouse Said apuntan a que son bastante más importantes y positivas de lo que se suele creer, especialmente para los usuarios de ordenadores e Internet.

    06 junio 2008 | 15:49

  7. Dice ser Retiario

    Estimado ddaa:No pretendo ser un experto en la vida del recién fallecido descubridor del LSD, aunque tengo entendido que además de con este producto experimentó en propias carnes con otros alucinógenos como los ‘Hongos Mágicos’ y hasta la Salvia Divinorum. Por lo que he podido leer, su interés era sobre todo por el uso médico y psiquiátrico de estas drogas, y el uso digamos recreativo (pilotado por gente como Timothy Leary) y la reacción prohibicionista que alentó le desilusionó sobremanera. La cita sobre su avanzada edad ‘a pesar’ del uso de esas sustancias pretendía ser irónica: las drogas han sido demonizadas a tal escala que más parecieran venenos que otra cosa.Conozco bien la íntima relación de los inicios de Internet y el ordenador personal con la era psicodélica; la Red es en muchos aspectos la mayor herencia de la época hippie, y todavía se nota mucho.Muchas gracias por su atención e interés, y un saludo.PP Cervera

    06 junio 2008 | 22:10

  8. Dice ser ddaa

    No había pillado la ironía de la frase, PP.En cuanto a lo de Leary, siempre me extrañó mucho que Hofmann arremetiera contra el uso lúdico -más propio de Kesey que de Leary- y no tanto contra el uso más perverso del LSD: el que hizo el gobierno de estadounidense durante más de 20 años en el marco del plan MK Ultra, un catálogo de aberraciones y crímenes comparables -cualitativamente- a los experimentos de los nazis y los japoneses en los campos de la muerte y en Manchuria, respectivamente. Pero tampoco la prensa suele hablar de esta faceta negra de la psicodelia y prefiere centrarse en los cuatro tópicos de siempre, incluidos los «cerebros destruidos por el ácido», casos extremos convertidos en norma.Por lo demás, me alegro de que coincidamos en lo esencial y de que nuestras discrepancias sean más aparentes que reales.

    08 junio 2008 | 19:26

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