Un supermercado británico con su correspondiente (y engorroso) hilo musical, dos marcas de vino (francés y alemán) igualadas en situación, precio y calidad. El diseño experimental no puede ser más sencillo: ¿qué preferirá la gente, el vino francés o el alemán? ¿Y si cambiamos la música? El resultado es devastador para la autoestima de la humanidad toda: casi el 80% de los clientes opta por el vino francés si suena música francesa (acordeón), y por el vino alemán si suena música alemana (banda tirolesa). Lo peor del asunto es que casi el 100% de ellos no se dan cuenta del efecto de la música… sólo 1 de 44 encuestados mencionó la música como determinante de su decisión. Estamos teledirigidos, y no lo sabemos.
Qué fácil es jugar con nosotros
4 comentarios
Los comentarios están cerrados.
Es sabido que la raz
30 noviembre -0001 | 0:00
Otras cosas deben influir, pues en España, suene la música que suene, entre un vino francés y uno alemán, todos eligiríamos un vino francés.
14 febrero 2006 | 19:31
Me parece extraordinario que nos demos cuenta de que eso es así o, ¿Quizás que nos demos cuenta parcialmente del truco no es otra cosa que esconder otro truco mayor aun?
14 febrero 2006 | 20:18
En Microsiervos ví la recomendación sobre Blink, que habla sobre esto mismo. De como tomamos las decisiones esas de un segundo o dos. El libro es muy bueno por los ejemplos que da, y algunos son parecidos a este.El enlace a microsiervos donde comentan el libro:http://www.microsiervos.com/archivo/libros/blink.html
14 febrero 2006 | 20:30