Ciencia, tecnología, dibujos animados ¿Acaso se puede pedir más?

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Especial varones: la motonevera

¿A qué ser vivo inteligente en cualquier rincón del universo se le podría ocurrir la idea de añadir ruedas, un motor y un manillar a una nevera portátil? Exacto: a un varón de la especie humana. Y no es que quepa dudar de la utilidad del invento: con una capacidad de 24 latas (de cerveza, claro) y 3,5 kilos de hielo, una velocidad máxima de 24 kilómetros por hora, una autonomía de 25 kilómetros y capaz de acarrear a un sujeto (masculino, claro) de 113 kilos, el Cruzin Cooler es el adminículo perfecto para quien desee recorrer su urbanización cargado de cervezas. Y es económico, además: entre 270 y 390 euros, según sea el motor eléctrico o de dos o cuatro tiempos. Si es usted un varón de sexo masculino tal vez lo anhele para estos tiempos de Mundial que se avecinan. También hay una versión remolque. ¿Tardará mucho en haber carreras?

Gracias, Dave Barry

Descárguese una cámara

Lamentablemente, aún estamos lejos de poder descargarnos de Internet las instrucciones para construir, en impresoras de materia domésticas, objetos tridimensionales. Aunque todo llegará. De momento hemos de conformarnos con triquiñuelas, como la ingeniosa cámara fotográfica de papel que la galería de arte Linetree ofrece para gozo del respetable. Un juego completo de planos [pdf] permite construir una cámara fotográfica recortable que, con ayuda de un clip para montar el disparador y un alfiler para taladrar el objetivo, y contando con instrucciones detalladas en animaciones flash, nos permitirá usar cualquier carrete de 35 milímetros. Funciona, y se construye a partir de simple cartulina. Más barato y sencillo no se puede.

Gracias, Strange New Products. Corregido el 22/5/2006 por un enlace erróneo.

El mayor bocata, de mundo

Está bien claro: la razón de todos los problemas que tenemos es que jamás se ha construido un bocadillo de mundo. Ejem. Expliquémonos: un bocadillo de mundo consiste en dos rebanadas de pan con el planeta Tierra en medio. Sencillo, ¿verdad? Pero claro, colocar las dos rebanadas de pan una exactamente enfrente de la otra es complicado. No preocuparse: con Google Maps y un poquitín de ‘hacking’ encontrar la rebanada opuesta es un paseo. De momento, alguien en Oviedo busca rebanada al norte de Auckland, Nueva Zelanda, y alguien en Mar del Plata busca otra en alguna parte de China. Para participar hace falta una rebanada de pan, obviamente, una cámara digital y las coordenadas geográficas del lugar donde se coloca. Cuando la gente puede utilizar recursos de la Red para crear, la diversión no tiene límites. Ni lógica ninguna.

Vocaciones en el mar

O en la sala de fotografía, la cocina, el teatro, el rancho… La idea de esta empresa es de una simplicidad genial. Confesémoslo: todos tenemos un temperamento artístico y un especial talento; todos hemos soñado alguna o muchas veces con trabajar en algo diferente de nuestra aburrida profesión actual. Tal vez con ser fotógrafo, o actriz, o diseñadora de jardines, o cowboy, o chef, o coreógrafa. De vez en cuando uno le da vueltas en la cabeza, pero luego las realidades del día a día nos hacen seguir tirando, acarreando nuestro sueño a cuestas. Pero es que tirarse a la piscina sin saber si hay agua… ¿Y si uno lo deja todo y luego descubre que las realidades del trabajo soñado no son como uno espera?

Porque claro, la afición es una cosa, y el curro muy otra. Si al menos los estilos alternativos de vida se compraran a cata y cala, como los melones… Entra Vocation Vacations (vacaciones vocacionales), una agencia de viajes muy particular que vende lo más parecido a los ‘Egotrips’ de Desafío Total que encontrará a este lado de la pantalla. Por un (no muy módico) precio, puede usted poner a prueba su vocación durante sus vacaciones, en condiciones reales y en compañía de un mentor. Unos días, o semanas, en su trabajo soñado de la mano de un profesional y trabajando de verdad, para comprobar en directo si es lo suyo. Y sin quemar nave alguna. Luego, si la cosa funciona, ya es cosa suya. De momento, eso sí, Gran Bretaña y Estados Unidos.

Gracias, SpringWise

Barribotellón

Últimamente en los campos de fútbol, los cines, las tiendas, los museos o las iglesias se han puesto tan intolerantes que no te dejan entrar con una simple cervecita en la mano. O peor aún, te cobran por ella una fortuna. Por no citar la reciente tendencia a requisar el alcohol callejero. Así no hay manera de obtener una de esas elegantes y ‘sexies’ barrigas cerveceras. Claro que la industria, en especial la estadounidense, se regocija en resolver este tipo de problemas. De ahí el éxito de este útil invento llamado, como no, ‘BeerBelly‘ (barriga cervecera), que consiste en un depósito de plástico con un tubo acoplado y un hermoso arnés para colgarlo, todo ello de tal modo realizado que una vez cubierto con la ropa tan sólo se ve… una hermosa barriga. O un embarazo, según sexo.

Mas lejos de ello; lo que hay son hasta 2,36 litros de su bebida favorita, aislada del calor corporal con un separador de neopreno, mantenida fría con un adminículo especial y lista para degustar en cualquier lugar. Por mucho que ‘ellos’ (dependientes, policías, sacerdotes, ministros) no se lo quieran permitir. Los verdaderos profesionales del alcoholismo recreativo añaden recomendaciones sobre cómo salir de apuros en caso de registro físico. Y el sistema completo es suyo por tan sólo 40,3 euros: un chollo. Enloquecido, pero un chollo. Apuesto a que pronto lo verá en las plazas de su ciudad.

Hordas de robots asesinos

Sí, suena a Terminator y el ataque de Skynet, pero no es broma, sino la última tendencia de la industria militar. Y algunos ya están en los campo de batalla. Muchos países prefieren enviar a la guerra robots, relativamente baratos y sin necesidad de funerales cuando explotan, en lugar de soldados que cada vez son más caros de entrenar y cuya muerte crea problemas políticos. Y pueden ser condenadamente efectivos; al fin y al cabo un misil de crucero o un torpedo autoguiado no son más que robots programados para matar. El nuevo paso que se está dando consiste en agrupar las máquinas asesinas en hordas coordinadas que se apoyen entre sí.

Un ejemplo que ya equipa a varios ejércitos (China, India, Turquía, Corea del Sur) es el misil israelí contrarradar Harpy, en la imagen. Parece un aeromodelo, con sus dos metros de envergadura, pero es capaz de acechar durante varias horas, volando una ruta preprogramada hasta que detecta un radar antiaéreo, momento en el que se lanza en picado a destruirlo. Harpy es especialmente útil cuando actúa en grupo, para lo cual su camión lanzador tiene una capacidad de 18 ejemplares; pero la unidad básica son tres camiones, 54 Harpys. Y su principal ventaja consiste en que una vez lanzados, no hace falta intervención humana alguna; si se los derriba… nadie llora. No es extraño que otros países estén ya instalando sistemas de control fronterizo sin tripulación. El futuro de la guerra incluye manadas de robots matando gente. Qué bonita idea.

Un avión gravitatorio

La idea parece absurda: un avión que no utiliza más combustible que la fuerza de la gravedad, que por tanto no contamina o hace ruido, tiene radio de acción ilimitado y es capaz de aterrizar y despegar en vertical haciendo innecesarios los aeropuertos. Y que podría, en teoría, funcionar sin violar ninguna ley de la Termodinámica. Aunque en teoría no debiera haber diferencias entre teoría y práctica, pero luego en la práctica…

El diseño de Robert D. Hunt consiste en un megaavión construido en materiales compuestos que en esencia une dos grandes alas en flecha variable a un dirigible catamarán. Los dos ‘cuerpos’ del aparato son dirigibles, como los antiguos ‘Zeppelin’, y su función es elevar el aparato en vertical hasta varios kilómetros de altura con su relleno de incombustible helio (ecos del Hindenburg). Desde allí el avión despliega sus alas, unas bombas comprimen el helio en tanques a presión, y empieza la caída; controlada y planeando, durante 650 a 950 kilómetros. Una vez abajo, se repite el proceso: liberación de helio, pliegue de alas, subida y caída, tantas veces como sea necesario para llegar a destino. No es un motor de movimiento perpetuo, porque las bombas que comprimen helio y mueven las alas están impulsadas por turbinas de aire durante el descenso. Toda la energía, pues, sale del impulso ascensional del helio y la gravedad terrestre. ¿Podría funcionar? La clave parece estar en la ligereza y resistencia de la estructura, además del rendimiento de las turbinas de aire. Muchos círculos por cuadrar, aunque tal vez con materiales muy, pero que muy avanzados algún día tengamos aviones así.

Gracias, Damn Interesting

El pimiento más picante del mundo

Ha sido localizado… en Dorset, en el sur de Inglaterra. No, en serio. Se llama Dorset Naga, y es la versión criada por una pareja local de una variedad de pimiento procedente de Bangladesh llamado Naga Morich. La capacidad destructiva en la lengua de un pimiento está relacionada con su contenido en capsaicina, y se mide en unidades Scoville (SHU). El actual récord del mundo lo tiene una variante de chile habanero llamada Red Savina, que alcanza 577.000 SHUs. La Dorset Naga alcanza nada menos que 937.000 SHUs; como comparación, un jalapeño no sobrepasa los 5.000 SHUs, y la capsaicina químicamente pura marca 16 millones de SHUs. Así que ya sabe: si quiere poner a prueba la resistencia de su paladar a la fundición, visite Dorset. O encárguelos por correo, si se atreve. Porque esa pareja de irresponsables los cultiva en su huertecito inglés… ¿estarán enterados los de bioterrorismo?

Gracias, Robot Wisdom. Corregido el 3-3-2006

Alguien tenía que hacerlo: Google Idol

Algunas ideas tienen la inevitabilidad, y el potencial destructivo, de un choque de trenes una vez pasado el último cambio de vías. Internet proporciona al ciudadano de a pie la audiencia potencial de un medio de comunicación, y servicios como Google Video trasladan esa revolucionaria democratización de la capacidad de emisión al mundo de la televisión. Y en televisión hay lo que hay. Así que no era más que cuestión de tiempo que a alguien, que no a Google, se le ocurriera unir en abominable matrimonio la capacidad democrática de Internet con el programa de televisión más seguido del planeta. Y así nació Google Idol: la versión cibernáutica de Operación Triunfo. Al fin y al cabo ‘playback’ sabe hacer todo el mundo, y ¿quién no tiene una ‘webcam’ hoy en día? Las votaciones son estrictamente populares y en régimen de eliminatorias. Y quien quede ganador… ¿quién sabe? A lo mejor The Back Dormitory Boys, en la imagen, acaban siendo tan conocidos como los BackStreet Boys. O a lo peor.

Gracias, SpringWise

La pareja que quiso dejar de morir

Hay dos formas de conseguir la inmortalidad: tener fe en una religión, y cumplir con sus preceptos; o bien conquistarla. Ésta era la vía por la que habían optado los Martinot, una pareja francesa pionera de la criogenia. Era su convicción que preservar su cuerpo a -60 grados e inyectado con anticoagulantes justo tras la muerte les proporcionaría una buena oportunidad de dejar de morir. Con una fe en el futuro conmovedora estaban convencidos de que el progreso de la medicina algún día podría devolverles la vida y la salud, y que podrían, en efecto, ser inmortales. Y en esto no son los únicos; hay quien piensa que la primera persona que llegará a cumplir 1.000 años ya ha nacido. Mas, alas, no serán los Martinot.

Raymond Martinot llegó a mostrar a los turistas el cuerpo preservado de su esposa, muerta antes que él, para financiar la elección de ambos; cuando llegó su momento su hijo preservó su cadáver. Pero las leyes de los hombres no admiten los sueños quiméricos, al menos no en Francia, y el estado francés procesó al hijo para que enterrara o cremara a sus progenitores. Remy Martinot luchó con todas las de la ley, y perdió, aunque estaba dispuesto a llegar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Al final no han sido las leyes, sino la fragilidad de la tecnología, lo que ha vencido a los Martinot: una avería de las máquinas que les conservaban subió su temperatura hasta -20 grados, rompiendo la cadena del frío. Remy Martinot ha incinerado los cuerpos de sus padres. Unos pioneros han fracasado. ¿Estará su objetivo a nuestro alcance, algún día?